Devil's Trill Sonata

  XIII: Soneto.  

La luna observa las lágrimas que caen de mis ojos, el aire trata de limpiar el dolor que cargó en la cara y termina creado cicatrices que formaran parte de mi lado marchitado. Soy un humano patético, pues vivo atado a mi cuerpo que ni siquiera sé si es mío, apenas llegado al mundo cargo con un sentimiento de llanto que no tiene alivio; aunque sea feliz no estaré lleno pues tengo un pozo sin fondo que alimento con sentimientos de otros, engaños tras engaños son lo único que he estado cosechando.

Debería terminar mi soneto mal estructurado que desde hace años no está rimando, estar al lado mío por tanto tiempo hace que me dé cuenta de que no tengo razón para estar aquí, no hay motivos para que mi alma no deje de existir. Tan solo una mancha que puedes limpiar, una carta de puedes quemar, una disculpa que puedes fingir, un ser humano sin humanidad es mi forma de vivir.

Estoy al lado del puente donde todos mis amigos han muerto, me uniré a ellos pues entiendo porque dejaron a este mundo mal hecho, quisiera haber tenido mejores experiencias y al menos decir que viví algo que podría repetir, pero, pase toda mi vida buscando un significado a todo esto, una respuesta al problema que se me había impuesto pero solo empecé a hablarle a la nada creyendo que eran respuestas claras, me rindo ante esta prueba que no pude superar, he perdido contra un juego al que no accedí a participar, soy un mal perdedor por no quedar a ver mi miseria crecer, solo creo que merezco un descanso porque no he dormido desde ayer. Todo termina tan rápido para un ciclo tan lento, todo parece eterno cuando no está viejo, y todo parece estar vivo cuando tú estás muerto. La vida no es valiente porque al final se inclina hacia la muerte.

  XIV: Patan.   

Me da igual si me odias, lo siento si te lastime, "por ser un patán", "por no ser lo que esperabas", me da igual que es lo que hayas esperado de mí, no te necesito aunque las almohadas de mi cuarto estén mojadas, perdón por "no ayudarte en nada", aunque ahora que lo pienso tal vez no fui yo quien arruino todo, puede que nuestras almas choquen pero nuestros cuerpos se desean, tranquila no me da miedo a morir solo, siempre lo he estado y nunca me he derrumbado, se feliz que ya lo soy, no me impondré obstáculos amorosos con personas que no valen la pena, moriré solo de la misma forma que Dios me vio nacer, es la última vez que escribo pensando en que veras esto, el ultimo texto que tenga tu recuerdo.

   XV: Arte.  

Arte es la definición abstracta de tu persona, junto todo lo bello que merece ser observado como lo es tu belleza irrealista que alegra mi vida, el arte es todo aquello con lo que no puedo vivir, por eso cariño, tú eres arte.

   XVI: Maldito.  

Puede que lo que hago no tenga ningún perdón.

Que las palabras que dije sean arrebatos inhumanos que por miedo salen de mi corazón, el miedo que siento al escribir esto no se compara con el que sentía cuando te veía irte sin decisión de volver, me siento un perdedor en un juego que ni siquiera existía, me siento mal por competir contra gente que ni siquiera estaba luchando, me siento mal por dejar a ese gran y lindo amor. Pero a veces no puedes regresar, seguir en tu vida es mejor que seguir intentándolo con un ciego que no se tiene compasión, es triste el hecho de decir adiós sin saber cómo hacerlo y más sin embargo me paro aquí y es todo lo que hago, me llena de lágrimas y mis dolores internos se vuelven cataratas, todo aquello que odie está en una misma canción, en una misma persona y ese soy yo.

No puedo perdonar a aquel que solo te lastimo, merezco la muerte pero hay otra opción, dejarte de lado y continuar y seguir con mi misión de hacer feliz a aquella persona que creía serias tu pero solo fui un recordatorio de que no todo lo que brilla es oro, lo siento por demostrar mi verdadero ser, soy así y nada más se puede hacer, ¿que quisiera volver?, si y no lo pensaría, es el hecho de recordar que contigo todos mis días empezaban con un "buenos días".

Lo siento pero no puedo perdonar a aquel que te daño, no puedo perdonar al monstro sin corazón que yo mismo cobije y llene de mi ser y en el que yo mi alma deje, me convertí en lo que debes temer y más tarde que temprano yo seré la maldición de un amor que debiste haber dejado de lado.

  XVII: Tristeza  

La tristeza es el lenguaje universal para aquellos que somos profanos, que nuestro camino sagrado hemos manchado, la mano de dios se aleja cada vez más, nos quedamos ciegos ante la luz de la ignorancia que nos proporcionan nuestros errores. No sabemos cambiar. No tenemos en cuenta que sin una transformación en nuestro ser el único destino al que estamos destinados es ser hijos de la inmundicia y dolor que nosotros mismos hemos optado por obedecer.

¿Acaso tenemos algo a lo que le podemos llamar alma?, ¿o simplemente durante nuestra falta de fe creamos algo para llenar nuestro hueco interior?: Algo que no entendemos y que aun así jugamos con ello, algo que esta fuera de nuestro entendimiento y que a pesar de todos nuestros actos inhumanos nos hace sentir completos.

Raramente somos animales justos ya que castigamos a las personas que tienen sed y hambre, es deplorable saber que tenemos la capacidad de silenciar a las personas que no tienen voz, pero, que les damos altoparlantes a aquellos que gritan falacias en nuestras caras.
No queda mucho que podamos esperar de nosotros, el mundo en el que vivimos, el oro deja de brillar, las aves comienzan a bramar, el amor se puede transformar, perdemos lentamente la vida que nosotros mismos nos hemos dado, terminaremos como tontos corrompidos por nuestro ego, no hay nada bueno de todo esto, la muerte será nuestra compañera y única amiga cuando sea el fin de los tiempos.