Este poema me lo dedico a mi persona, a la cordura y estabilidad que sacrifique para escribir cada uno de los textos de esta obra, llegue al punto de valorarme a mi mismo, de amarme, solo falta que tu como lector quieras mejorar, la vida es hermosa, date cuenta de ello solo viendo un poco al cielo.
XXXI: La Extravaganza de un Perdedor.
Este será uno de mis últimos poemas
Desde hoy me dedicare a las odiseas
A retratar con frías y crudas historias
La incompetencia de las personas
Me tomare mi tiempo en hacer esto
Reflexionare si lo que diré es correcto
Más feo o cruel sea mi testamento
Esto es todo lo que yo siento
Empezare con la primera de mis cuchillas
La lanzare directamente a mi mandíbula
Esto me merezco por decir tantas mentiras
Por fingir y actuar haciendo de todo mí burla
La siguiente se encaja en mis manos
Por tener siempre un puñal en mano
Sin dar oportunidad a la confianza
Y haciendo daño a cualquiera que pasa.
Dos más para cada una de mis rodillas
Por agacharme cuando los demás están de pie
Por las veces incontables en las que pelee
Y fui vencido por personas que me daban risas
Una en el pecho para borrar recuerdos
Para callar este estorboso corazón necio
Que con muchas burlas y mentirosos
Se ha estado haciendo de un sabor agrio
La ultima ira a mi mente, a mi sucia mente
Para callar las palabras que me hablan de noche
Silenciar a esos reproches y sueños anteriores
Para olvidar a la chica que le escribo en las noches
La única que me logra debilitar
La que es la más tierna del lugar
Que a los hombres hace llorar
Es una lástima que yo no lloro.