¡por dios Carolina!

Capitulo 8

La pregunta salió de mis labios sin poder controlarlas, aunque tratara en lo posible de evitar pensar en ello no podía, la duda me mataba, sobre todo porque aunque tenía pequeños destellos de lo que sucedió esa noche, no tenía nada claro, pero lo que si se es que pase la noche con alguien y también sé que aunque haya bebido demasiado si lo recordaría, algo pasó y averiguaré qué fue.

Rafael no pudo desviar la mirada de mi, ya no había por qué alargar lo que ya era inevitable, debíamos hablar sobre lo que pasó aquella noche, lo que me sorprendió fue la pregunta que me hizo el.

—Pedro te contó que aquella noche estuviste hablando con él en la barra?—

Su pregunta me dejó sin palabras, que tenía que ver Pedro en todo esto?

Cuando estuve a punto de preguntar a qué venía esa pregunta, pero de la nada aparece Pedro exaltado, muy extraño, asustado. No sabría definir realmente su comportamiento.

— Carolina qué haces aquí?— me pregunta bastante enojado por verme con aquel hombre en una especie de cita, yo de la pura impresión no sabia que contestar, por lo que conteste su pregunta con otra.

— Pedro, ¿qué haces aquí, me estás siguiendo? Y por favor baja la voz que llamas la atención de la  gente— digo bastante molesta por cómo se están dando las cosas. No contaba en absoluto que él esté tan cerca y que nos haya visto, aunque en realidad no estaba haciendo nada malo. no aún.

Rafael solo ve la escena y lo avergonzada que estaba con esta situación.

— no te preocupes solo estoy aclarando un asunto con Rafael, algo que a ti no debería importarte— le digo tratando de aclarar un poco el asunto y bajarle el perfil, ya que toda la gente nos miraba para saber qué estaba pasando.

— Carolina vamos ahora, no quiero verte con este tipo— y ahí es donde me cae el tejo (comprendo todo).

Algo sabe Pedro que no me ha querido decir, ¿para que comportarse de esa manera y tratar de alejarme de rafael?, algo sabe.

— Carolina ya te dije que nos vamos— me saca a tirones de la cafetería, dejando a un rafael muy sorprendido y me atrevería a decir muy molesto. El escándalo que estábamos armando era monumental.

— Pedro para ya, que te pasa, suéltame de una vez— comienzo a forcejear con él, al punto de provocar mi propia caída, y solo de la rabia que tengo dentro me caen lágrimas sin poder controlarlas, no entiendo por qué me hace esto, de un momento a otro su comportamiento es irracional.

Rafael sale a mí rescate pero Pedro no lo deja acercarse a mi.

— controlarte un poco, vamos a hablar tranquilos, no hay por qué alarmarse— dice Rafael para tratar de tranquilizarlo.

— no quiero que vuelvas a estar cerca de ella— le grita muy exaltado y sin más solo me levanta y me saca de ahí. con la rapidez de sus actos no puedo entender nada, todo sucede tan rápido que cuando llegamos al auto con todos mirando puedo recién dilucidar todo.

La impotencia que sentía era tan grande que no quise que me tocará en todo el camino, el aún alterado maneja de una forma muy brusca, me asusta que esté tan enojado sobre todo manejando, cuando llegamos a una calle con muy poco tránsito se detiene al fin.

— Se puede saber qué diablos te pasa— le gritó nuevamente bajando del auto — jamás en mi vida me habían hecho pasar una vergüenza así, Estás loco?— grito totalmente fuera de sí.

— Carolina por favor cálmate—me dice tratando de tranquilizarme— cuando te Vi con ese tipo ahí no pude evitar ir a buscarte, no quiero verte con él, nunca.— dice aún nervioso enfatizando la palabra NUNCA — el te hará daño.

— ¿por qué dices eso? —Le digo tratando de calmarme aunque con muy poco éxito, en ese momento un dolor intenso en mi pierna no me deja estar en pie. Con suma urgencia abro la puerta del auto para poder sentarme.

— está bien te contaré algo que en su momento no quise hacer, ya que Vi que al parecer no recordabas nada— comienza a relatar y yo escucho atentamente lo que tiene que decir.

— yo ya te había visto antes, hace unos meses en un bar, Tú al parecer no te encontrabas muy bien anímicamente, y entraste al bar donde yo ese día estaba ahí compartiendo con la que era mi pareja en ese tiempo. Tú llorabas y comenzaste a beber mucho, le comenté a mi novia lo que estaba viendo, en ese momento fue cuando se acercó a ti ese desgraciado, al parecer te invitaba a algún lado y tú no querías, en un punto lo vi echar algo a tu vaso, le dije a mi novia que iría al Baño  para después tratar de ayudarte, pero cuando llegue al lugar tú ya no estabas. Salí a buscarte y no te encontré. Cuando te atropelle, supe de inmediato que eras tú la chica del bar, y por todos lados trate de ayudarte, cuando estabas en el hospital no reconocí fácilmente a este idiota.

Lo siento Carolina yo solo he tratado de protegerte todo este tiempo y la verdad es que... me enamore de ti, eres una chica tan especial, que es imposible no quererte.— lágrimas salían de sus ojos, no supe cómo reaccionar.



#43272 en Novela romántica
#11569 en Joven Adulto

En el texto hay: humor, obsesion, passión

Editado: 05.09.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.