Sara
Cuando abrí mis ojos no reconocí donde estaba observe por toda la habitación para intentar ver si podía ubicar algo que me indicará donde me encontraba cuando vi que un hombre guapo alto de cuerpo atlético vestido con un traje gris impecable de ojos verdes y cabello rubio estaba enfrente de mí tomando mi mano me sorprendí totalmente y sin pensarlo le dije
—disculpa la pregunta, pero ¿quién eres tú?
—Buenas tardes, señorita me presento mi nombre es Leonardo Gabriel Montero Lascano es para mí un placer conocerla quisiera de verdad haberla conocido en otras circunstancias diferentes
— primero que nada me quiero disculpar por haberle hablado de tú lo siento fue un arranque por la confusión ya aclarado ese punto le digo que el placer es mío señor Leonardo y las circunstancias pues quisiera que usted me explicara por favor ¿qué hacemos aquí usted y yo juntos? ¿Qué me paso? ¿Por qué estoy en esta cama? ¿Dónde estoy? Tengo tantas cosas en mi cabeza estoy tan confundida y muy adolorida también.
—señorita no se preocupe porque me hablo de tú no hay problema por eso honestamente yo soy quien debe de disculparse pues contestando a sus preguntas estamos usted y yo juntos en un hospital porque yo la atropelle hice que se lastimaran su cara y la tuvieron que intervenir quirúrgicamente porque tiene una fractura en la pierna debido a eso tendrá que usar vendaje y muletas por unos días realmente le suplicó que me perdone por lo que le hice no tengo como compensarle tanto daño que le cause.
—honestamente no sé qué decirle señor Leonardo no recuerdo nada de lo que paso todo es tan confuso
después de que dije estas palabras caí en cuenta de que en el momento del accidente estaba recibiendo la llamada de la casa de retiro donde mi abuelita se encontraba recuerdo que la trabajadora social me estaba contando que había tenido una crisis una preocupación muy grande me invadió todo el cuerpo.
—donde esta mi celular señor Leonardo necesito hacer una llamada por favor ayúdeme a buscarlo.
—señorita cálmese por favor está pálida me parece que su celular está aún lado en la mesa de noche.
Inmediatamente, tome el celular que se encontraba estrellado de la pantalla vi que tenía varias llamadas perdidas de la casa de retiro y mensajes que por cierto ni siquiera leí porque inmediatamente marque al lugar donde la única persona que me quedaba en esta vida se encontraba sonaron 3 timbres estaba por entrar en desesperación cuando al cuarto me atendieron la llamada.
—buenas noches, casa de retiro nueva esperanza en que puedo ayudarle.
—hola, buenas noches, llamaba para pedir informes sobre una paciente se llama Mariana Pérez De Cruz.
—es usted la señorita Sara nieta de la señora Mariana
—si soy yo dígame por favor que paso con mi abuelita no había podido contestar antes.
—hola, señorita mi nombre es Marícela Ibarra soy la trabajadora social le estuve llamando para informarle que su abuela sufrió una crisis afortunadamente ya se encuentra estable en cuanto le sea posible espero que venga para platicar ay temas que me gustaría platicar personalmente con usted
—porque paso algo malo.
—no se alarme señorita Sara solo ay un tema en específico que como ya mencione necesito tratar personalmente espero que pronto pueda venir para hablar
—Claro que si pasado mañana estaré ay sin falta.
—muy bien señorita Sara nos vemos el miércoles entonces buenas noches.
De cierta manera sentía alivio pues me habían dicho que si mi abuela tuvo una crisis, pero ya se encontraba estable eso me devolvió el alma al cuerpo y podría dormir tranquila esta noche adolorida pero no preocupada
—está todo bien señorita no pude evitar escuchar su conversación
—pues si, pero no del todo verá mi abuelita es la única familia que me queda en la vida esta enferma y se encuentra en una casa de retiro, ya que como yo trabajo casi todo el día no puedo darle los cuidados que necesita tiene Alzheimer ya casi no me reconoce cuando la visito el punto es que hoy tuvo una crisis y acabo de llamar a la institución para saber como se encontraba pues cuando me entere de que le había sucedido eso fue que paso lo del accidente que hizo que estemos aquí usted y yo
—señorita realmente me siento cada vez peor por lo que paso así que la cuenta del hospital y todos los gastos que usted tenga los cubriré yo pues es evidente que no podrá trabajar con la lesión que le cause nuevamente le pido una disculpa.
—no se preocupe señor Leonardo los accidentes pasan y aunque no suelo aceptar ayuda de nadie creo que las circunstancias me van a obligar a aceptar su apoyo de verdad le agradezco lo que usted está haciendo por mi mil gracias
—no tiene nada que agradecer señorita es lo menos que puedo hacer después de lo que le hice
—claro que si tengo que agradecerle pues usted se hizo responsable de sus actos pues en la actualidad no cualquiera hace esto otra persona se hubiera ido y me hubiera dejado tirada de verdad se lo agradezco muchísimo
—como ya se lo mencione anteriormente no sé cómo compensar el daño que le echo me quedaré al pendiente de usted en todo lo que necesite hasta que se recupere y pueda volver a trabajar
—sé que no quiere que se lo agradezca, pero no importa gracias de corazón porque yo sé que es molesto
—esta de más el agradecimiento es asumir mi responsabilidad
—bueno está bien ya no le agradeceré no quiero que vayamos a discutir por cierto ya hasta acepte de su ayuda sin tan siquiera presentarme con usted va a pensar que soy una mal educada, pero ya lo hago a ahora mismo mi nombre es Sara Andrea González Cruz y aunque estemos en estas circunstancias es un placer conocerlo y sé que esto será el comienzo de una buena amistad …