Sara
El asistente que el señor Leonardo me mando es un chico muy lindo y cordial con el cual pase toda la tarde conversando me contó cosas sobre su vida como que tiene dos hermanos mayores, pero que ya están casados y tienen a sus respectivas familias formadas que su madre había fallecido cuando él tenía 17 años a causa del cáncer así que solo vivía con su padre el cual ya era un hombre mayor yo también le conté cosas de mi vida.
Conversamos sobre nuestras vidas tanto que se nos pasó el tiempo volando y cuando vimos el reloj ya eran pasadas las 9 de la noche le comente a Marcus que si quería podía retirarse él me dijo que sus órdenes eran quedarse a mi lado en todo momento lo cual se me hacía totalmente extremo pues perfectamente podía cuidarme yo sola estaba por decirle lo que pensaba cuando de repente entro el médico a mi habitación.
—hola, Sara buenas noches ¿cómo estás? ¿Cómo te sientes?
—hola, doctor Cárdenas bien de maravilla ya casi no me duele el cuerpo ya estoy lista para irme.
—ja, ja, ja ja ay Sara se nota que ya quieres abandonarnos jovencita acaso te hemos tratado tan mal como para que quieras dejarnos.
—Claro que no doctor al contrario todos han sido muy amables y atentos conmigo es solo que no estoy acostumbrada a estar encerrada ni en una cama yo siempre he sido una persona muy activa necesito estar realizando alguna actividad si no me desespero y me comienza a dar ansiedad sin mencionar también que odio los hospitales.
—ja, ja, ja ay jovencita ahora ya entiendo entonces por qué nos quieres abandonar pues bueno entonces déjame revisarte y a base de eso veo que decido te parece.
—si esta muy bien doctor como usted me indique.
El doctor procedió a revisarme detalladamente mis heridas sobre todo las de mi pie estuvo anotando cosas en unas hojas que traía consigo.
—muy bien Sara pues creo que lo que tú deseaste se te cumplirá jovencita as evolucionado bien así que mañana a primera hora te daré de alta ya te podrás ir a tu casa claro con vendajes y apoyo de muletas.
—ay doctor muchas gracias no sabe como se lo agradezco es usted un ángel.
—no tienes nada que agradecer Sara una cosa si te voy a pedir no hagas muchos esfuerzos también te informo que en dos semanas tendrás que venir para ver como va lo de tu fractura de acuerdo.
—de acuerdo doctor en dos semanas aquí estaré sin falta de nuevo muchas gracias.
—no hay nada que agradecer Sara cuídate mucho me retiro que pases buenas noches, duerme tranquila y contenta ya mañana estarás de nuevo en tu casa te veo en dos semanas jovencita no lo olvides.
—Claro que no doctor aquí estaré sin falta no se preocupe.
El doctor se retiró de la habitación y yo estaba supercontenta tanto que por poco olvido la conversación que había dejado pendiente antes de que el señor Cárdenas entrará.
—escuchaste al doctor Marcus ya estoy bien mañana me darán de alta así que no te preocupes puedes ir a descansar a tu casa con tu padre estaré bien.
—no claro que no señorita como ya le mencione tengo órdenes de quedarme con usted en todo momento por si necesita algo.
—Marcus pareciera que el hecho de estar conversando toda la tarde no te bastó para que me hables de tú te conté sobre mi vida me contaste sobre la tuya creo que ya nos tenemos confianza no crees así que no te lo voy a volver a pedir no me hables de usted me puedes llamar Sara.
—esta muy bien señorita perdón Sara disculpa, pero como ya te decía no me puedo ir.
—Claro que si te puedes ir mira nadie se va a enterar de que no estas y si por alguna razón se llegaran a dar cuenta no te preocupes yo asumo toda la responsabilidad diré que yo fui quien te pidió que retiraras.
—no claro que no Sara como crees.
—Mira ya no quiero seguir discutiendo contigo me vas a hacer enojar así que por favor ve y descansa a tu casa.
—no vas a dejar de insistir verdad.
—así es no dejaré de intentar así que tú sabrás si te vas ahora o hasta que te aburra por insistir tanto tú decides.
-pues está bien tú ganas te tomo la palabra me iré por un rato, pero solo porque de verdad estoy algo cansado mañana a primera hora estaré aquí para cuando te den de alta yo ayudarte en todo lo que necesites de acuerdo.
-me parece bien ve descansa.
-bueno está bien Sara nos vemos mañana.
-cuídate mucho de acuerdo buenas noches.
Después de que Marcus salió de la habitación me quedé nuevamente sola fue cuando tomé mi celular y me di cuenta de que tenía un nuevo mensaje.
Para: Sara González
De: Desconocido.
Buenas noches, señorita González le escribo este mensaje para comunicarle que el señor Leonardo me dio autorización para proporcionarle su número telefónico así que a continuación se lo adjunto sin más por el momento me despido y quedo a sus órdenes para cualquier cosa que necesite atentamente Enrique Manciera.
Luego de leer ese mensaje sin querer una sonrisa se escapó de mi rostro el porqué ni yo me lo explico solo me dio alegría de que el señor Leonardo accediera a darme su número de teléfono.
Sin perder más el tiempo le envié el mensaje de agradecimiento esperando su respuesta, pero esta no llegaba así que pensé que tal vez estaba ocupado y que tarde o temprano tendría que regresarme el mensaje fue así cuando los minutos pasaron y la respuesta no llegó y sin saber en qué momento caí en los brazos de Morfeo.
—Sara despierta.
A lo lejos, escuche que decían esas palabras así que con todo el pesar del mundo tuve que abrir mis ojos y vi que Marcus se encontraba mirándome yo quise volver a cerrar los ojos, más sin embargo él ya no me lo permitió.
—a no señorita ya no te puede volver a dormir tienes que desayunar para después alistarte ya casi es hora de irnos vamos levántate.
— no quiero dejame dormir un poco más.
—Sara por favor no seas floja ya es hora.