Por siempre nuestro secreto

Capítulo 12 La decisión.

Sara 

Prácticamente toda la noche la, pase en vela sin poder pegar un ojo y cuando lo lograba solo soñaba con toda esta situación que pasa con el señor Leonardo realmente no  tomaba una decisión todo era tan confuso nunca pensé que yo estaría en esta situación si hace unos días me hubiesen dicho que esto me estaría pasando no lo creería pues mi vida era pesada por la situación de mi abuelita, pero tranquila y ahora a raíz de ese accidente estoy aquí pensando en si debo de aceptar o no esa proposición que completamente afectaría mi vida. 

—buenos días, Sara ¿cómo estás?. 

—hola, Marcus Dios santo no me di cuenta a que hora llegaste. 

—si ya vi que estás tan distraída pensando sabe que tantas cosas por suerte me diste una copia de la llave de tu departamento si no todavía estaría afuera tocando todo triste. 

—si tienes razón estoy muy distraída te pido una disculpa. 

—no te preocupes no tienes nada de que disculparte cambiando el tema drásticamente tengo que contarte algo que paso ayer. 

—si claro cuéntame que paso. 

—recuerdas que me diste la tarde libre. 

—si claro que sí lo recuerdo ¿por qué? Paso algo. 

—no nada malo es solo que ya en la noche recibí una llamada del señor Enrique. 

—en serio y que te dijo te regaño acaso por qué si es así dime y ahorita veo como lo soluciono. 

—no te preocupes Sara no fue nada malo solo me dijo que el señor Leonardo le llamó a ayer para darle instrucciones de que quiere que me quede contigo siempre que duerma aquí en tu casa claro tú en la  habitación y yo aquí en el sillón cada minuto del día este contigo porque de lo contrario te puedes lastimar. 

—en cerio te dijo eso es muy extremo. 

—no me parece extremo tiene razón Sara no puedes caminar bien necesitas guardar reposo así que aunque me pidas que me vaya no lo are al fin y al cabo estoy haciendo mi trabajo te lo comento para que no te enojes Sarita. 

—aaa con que dejando las cosas muy en claro verdad bueno está bien creo que no me queda más que aceptar. 

—así es señorita no le queda otra opción lo que no me queda claro es como es que el señor Leonardo se enteró de que no estaba. 

—eso tal vez es culpa mía querido Marcus. 

—¿por qué?, dices eso Sara. 

—pues por qué verás no te lo conté, pero ayer por la noche vino aquí a la casa. 

—con todo respeto y con miedo a que me despidan jefa tengo que decirte que el señor Leonardo tiene demasiado interés en ti mira que venir hasta acá a visitarte. 

—Claro que no ja, ja, ja solo se siente culpable por lo del accidente. 

—ja, ja, ja, haré como que te creo jefa. 

—no aras pues es la verdad solo eso. 

Si Marcus supiera cuáles son las verdaderas intenciones del Señor Leonardo no sé que pensaría tal vez al igual que yo se sorprendería pues para ser sincera no esperaba que él me propusiera algo así y no me imagine que tuviera novia menos que estuviera en la situación que esta. 

De nuevo una serie de dudas y pensamientos de no saber qué hacer me invadieron después de esa conversación durante la mañana y una parte de la tarde de ese jueves.

El resto del día la pasé comiendo comida preparada  por Marcus  y siendo honesta  todo le quedó superrico si seguía comiendo así y sin hacer ningún tipo de actividad terminaría engordando horrible, en fin tenía que calmar la ansiedad que sentía y la única manera era que encontraba era esa comiendo. 

Por la noche estuve hablando por teléfono con Jason mi amigo poniéndonos al día de lo que nos había pasado claro que bajo ninguna circunstancia yo le conté lo que me había propuesto el señor Leonardo pues recuerdo perfectamente lo que le prometí de no decir nada independientemente de si firmaba el contrato o no. 

Cuando se llegó la hora de dormir nuevamente me paso como la noche anterior no pude concebir el sueño por el hecho de estar dándole y dándole vueltas al asunto si bien es cierto que necesito el dinero no sé si esta sea la manera correcta de hacerlo en especial porque estábamos hablando de que si llegara a aceptar tenía que firmar aquel contrato que contenía esas cláusulas las cuales si fallaba alguna no solo tendría problemas legales, sino que tampoco recibiría nada de dinero y el contrato quedaría anulado. 

Logré dormir un poco más sin embargo de repente entre mis sueños escuché que mi celular sonó entre dormida y despierta vi que tenía un mensaje lo abrí y vi que era de la trabajadora social lo que decía termino por despertarme completamente. 

Los nuevos gastos que tenía que cubrir en la casa de retiro eran demasiado altos para poder cubrirlos me encontraba entre la espada y la pared sin saber qué hacer. 

Era como si no me quedara otra opción más que aceptar aquella propuesta pues por más que lo pensaba una y otra vez buscando opciones de como hacerle ni teniendo 3 trabajos podría cubrir los gastos de la casa de retiro. 

De repente sonó nuevamente mi celular era un mensaje del señor Leonardo una parte de mí no quería abrirlo, pero sabía que tenía que hacerlo y sin más lo hice. 

Para: Sara González 

De: Leonardo Montero. 

Asunto: confirmar reunión 

Buenos días, señorita González espero se encuentre bien quería preguntarle si le parece bien si nos vemos hoy en punto de las 2 de la tarde para ir a comer y tratar el asunto que tenemos pendiente espero su confirmación buen día. 

Tarde aproximadamente 15 minutos en contestar Aquel mensaje porque no sabía ni que hacer estaba totalmente confundida sin tener ni la más mínima idea de que hacer. 

Para: Leonardo Montero. 

De: Sara González. 

Asunto: confirmar reunión. 

Buenos días, señor Leonardo si me parece bien lo espero aquí en mi casa que tenga una buena mañana. 

Después de contestar, deje el celular  a lado me iba a reunir con el señor Leonardo y ni siquiera sabía que hacer que decirle seguía indecisa más sin embargo creí que ya no había salida. 




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