Sara
Cuando llegamos de la cena previa a la boda acompañe a mi abuelita a su habitación y me quede con ella hasta que se quedó dormida.
Una vez habiéndome asegurado que mi abue estuviera bien y dormida me fui al otro cuarto cerré la puerta me deje caer en mi cama.
Estando recostada fue cuando comenzaron a venir a mi mente recuerdos de lo que fue la cena pre boda donde conocí al resto de la familia de Leo a sus abuelos y tíos.
También, aproveche para presentar a mi abuelita con la familia de Leo quienes fueron muy amables con ella hubo muchas prácticas donde los adultos mayores contaron anécdotas y experiencias que habían vivido en su vida.
Durante la cena pude observar que Leo y mi abuelita se llevaron súper bien no dejaban de reírse platicaron mucho tiempo.
Mi abuelita estaba feliz yo también de ver que estaba lúcida y bien así pensaba que realmente todo esto estaba valiendo la pena.
No me canso de decir en cerio que fue una muy buena cena porque la armonía y la felicidad reinaron en todo momento para ser sincera la estaba pasando muy bien, pero de repente Leonardo me dijo que era hora de irnos pues él necesitaba descansar, ya que había tenido un día muy ajetreado y quería estar bien para mañana así que no quedándome otra opción le dije que estaba bien.
Luego de pensar en lo que había sucedido en la cena me puse algo nostálgica pues hoy prácticamente ya era la última noche que pasaría en mi casa al menos por el próximo año.
Pues tendría que irme al departamento de Leonardo suspiré un poco porque prácticamente está casa había sido mi hogar desde que mis padres fallecieron ahora iba a tener que irme de aquí eso definitivamente me llenaba de nostalgia.
Cerré los ojos y seguí pensando en una y mil cosas que sucederían a partir de mañana que me convierta en la señora Montero.
Sentí como unas manos suaves tocaron mi rostro de repente así que abrí los ojos y observe que era mi abuelita quien me dijo.
—anda mi pastelito es hora de levantarse hoy es el día de tu boda.
Con esto me di cuenta de que me había quedado dormida tal vez de tanto pensar.
Le pregunté a mi abuelita que hora era y me dijo que eran las 12 del medio día que debía pararme para desayunar, ya que mis amigos y los maquillistas no tardaban en llegar.
Así lo hice, desayune y me di una ducha eran las 2 de la tarde cuando Jason Marcus llegaron a la casa.
En cuanto Jason vio a mi abuelita los dos se dieron un fuerte y largo abrazo.
Justo cuando estaba presentando a Marcus con la abuela llegó kari junto con el grupo de estilistas los cuales casi inmediatamente comenzaron a hacer su trabajo maquillándonos y penándonos a mis amigos a la abuela y por su puesto a mí.
La misa de mi boda estaba pactada para realizarse a las 6 de la tarde entre risas alagos y lágrimas eran las 5:20 de la tarde cuando ya me encontraba parada frente al espejo.
Vestida con un vestido de novia, corte princesa blanco de mangas con un escote en los hombros y en el pecho con el cabello recogido en un pequeño chongo.
Mientras me miraba en el espejo tomé mi anillo de compromiso me lo coloque en el dedo y sin saber por qué de repente sentí muchas ganas de llorar y hubiera llorado de no ser porque escuché la voz de mi abuelita que entró a mi habitación y me dijo.
—mi pequeño pastelito te vez hermosa.
—muchas gracias abuelita ven dame un abrazo.
Mi abue corrió a abrazarme.
—no hay nada que agradecer hija es verdad te vez tan hermosa como quisiera que tus padres estuvieran aquí para poder verte como yo te estoy viendo.
—yo también quisiera que estuvieran aquí abuelita.
Las ganas de llorar nuevamente me invadieron al escuchar aquellas palabras de mi abuela y justo cuando estaba por romper en llanto nuevamente mis lágrimas se detuvieron esta vez porque Jason entró a la habitación y al encontrar esa escena dijo.
—no se atrevan a llorar par de hermosas que se les correrá el maquillaje.
—tienes razón Jason, pero es que mira lo hermosa que se ve mi nieta parece una princesa
—eso es cierto señora Mariana.
—hermosa se queda corto.
Dijo kari entrando a la habitación vestida con un corto de encajes color azul y su cabello largo rojizo rizado atado en una coleta.
—tú tampoco te quedas atrás amiga.
—gracias, hermosa, pero no puedes compararme para nada contigo pues hoy tú eres la protagonista y simplente hoy luces espectacular eres la novia más bonita del universo.
—así es estás preciosa Sara.
Dijo por último Marcus entrando a la habitación.
—de verdad muchas gracias a todos.
—ya te dijimos que no hay nada que agradecer mi diosa.
—exactamente amiga nada mejor ven abracémonos todos.
Comentó kari así que mis amigos y mi abuelita me abrazaron todos ese momento fue muy emotivo toda esta situación parecía como un cuento de hadas que para ser sincera como me hubiera gustado que fuera real todo esto y no solo una farsa.
Después de aquellos momentos de tantas emociones nos dimos prisa pues ya solo teníamos unos minutos para llegar al templo donde se llevaría a cabo la misa así que salimos de la casa y una limusina enviada por a Leonardo ya nos estaba esperando.
Pero antes de subir a ella me tomé un momento para respirar y observar mi casa por última vez.
Cuando llegamos a la iglesia ya todos nos estaban esperando así que mis amigos me ayudaron a bajar de la limusina y me acompañaron hasta la entrada del templo ajustándose los últimos detalles que pudiera llegar a tener después de eso me dieron un abrazo y comenzó a escucharse la melodía de ave María una canción de marcha nupcial que marcaba la entrada de las damas de honor y en seguida de la novia.
Así que mis amigos entraron ala iglesia y eso significaba que era mi turno de entrar mi abuela me tomó del brazo y me dijo es momento de entrar nerviosa le respondí que si y empezamos a caminar.