Sara
Estaba pasando buenos momentos a lado de Leonardo todo transcurría de maravilla tanto que había momentos en los que se me olvidaba que todo era una farsa y que nada era real.
Después del paseo en la moto que tuvimos fuimos a comer algo.
Durante la comida Leonardo me dijo que en la noche iríamos a una fiesta disco que se llevabaria acabo en su hotel yo acepte pues me parecía una muy buena idea.
Así que después de comer dimos una vuelta más por la playa Tomados de la mano para después ir a nuestra habitación para comenzar a alistarnos para asistir a la fiesta disco.
El atuendo que escogí para esta noche estaba conformado por una falda negra pequeña acompañado de una blusa de tirantes blanca con lentejuelas la cual tenía fajada a la falda y unas zapatillas blancas con tacón pequeño.
Cuando salí de la habitación Leonardo quien por cierto se veía guapísimo vestido con una camiseta negra y un pantalón blanco con unos zapatos cómodos elegantes ya se encontraba esperándome.
Como los dos ya nos encontrábamos listos decidimos salir de la habitación y dirigirnos al lugar donde se estaba llevando a cabo la fiesta disco detrás de nosotros como siempre estaban los guarda espaldas de Leonardo.
En cuanto llegamos al lugar fuimos atendidos por los empleados de una manera increíble pues todos fueron muy amables y respetuosos.
Esa noche estuvo llena de cosas inusuales o bueno al menos yo lo percibo de esa manera pues pasaron cosas que yo no pensé que pasarían.
Entre las cuales estaban el hecho de que Leonardo había estado bailando conmigo durante casi toda la noche aun cuando sé perfectamente que a él no le gusta bailar, pero sin embargo lo estaba haciendo y por lo que podía percibir se notaba que la estaba pasando bien al igual que yo.
También estuvimos bebiendo varias bebidas alcohólicas claro siempre con medida.
Estuvimos riendo contando anécdotas de nuestras vidas también charlamos sobre los detalles que nos habían gustado de la boda.
Cuando la fiesta disco terminó regresamos de nuevo al hotel entramos a nuestra habitación dispuestos a descansar, pero había un pequeño detalle.
No sabíamos como era que íbamos a pasar la noche pues solo había una cama y eso era por obvias razones pues ante todos éramos una pareja de recién casados.
Así que luego de un largo silencio en el cual los dos estuvimos pensando que hacer Leonardo rompió el silencio y comenzó a decirme lo siguiente.
—te parece pequeña si dormimos en la misma cama claro que entre tú y yo no pasara nada porque ante todo soy un caballero y jamás te haría nada.
—eso lo se ademas no se te olvide que yo no puedo tener nada contigo porque de lo contrario se anularía mi contrato.
—entonces está perfecto podemos confiar en que no pasará nada pues esto solo es un contrato, pero tenemos que actuar como si fuera algo real.
—tú lo as dicho así que hagámoslo.
—muy bien entonces no se diga más.
Después de tener esa conversación cada quien fue a cambiarse para vestirnos con nuestras respectivas ropas de dormir.
Ya cuando cada uno teníamos nuestras ropas de dormir se había llegado el momento de descansar, pero ninguno de los dos se metía en la cama solo nos mirábamos a los ojos.
Como la verdad yo me sentía muy cansada fui la primera en entrar a la cama me recosté.
Inmediatamente tome las cobijas que había y me tape completamente.
Después de que yo hice eso Leonardo también entró en la cama y al igual que yo también se cubrió con las cobijas me miró a la cara tomó mi mano y me dijo.
—pequeña antes de dormir quiero que sepas que hoy me la pasé muy bien fue un buen día gracias.
—gracias ¿por qué?.
—por hacer esto más sencillo sabes le agradezco tanto a la vida por haberte puesto en mi camino y que seas tú quien me esté ayudando con todo esto.
—no tienes nada que agradecer sabes que esto lo hago por mi abuelita y aunque sé que anteriormente dije que cuando estuviéramos a solas sería indiferente contigo pues casi no hablaríamos, pero tú me hiciste muy difíciles las cosas pues quiero que sepas que yo también me la pase demasiado bien en este día.
—muy bien pequeña eso es excelente entonces eso podría significar que podríamos ser amigos.
—si creo que si solo quiero que me prometas que Megan nunca se va a acercar a mí no quiero tener nada que ver con ella porque con todo respeto creo que no es una buena persona bueno eso al menos es lo que yo pienso es mi humilde opinión.
—está bien Sara como tú dices es tu punto de vista no te preocupes de mi cuenta corre que Megan no se acercara a ti no te preocupes por eso.
—está bien Leo muchas gracias.
—no hay nada que agradecer ahora vamos a descansar porque mañana iremos a navegar, pero esta vez en un bote y estoy seguro de que también la pasaremos muy bien.
—está bien eso me parece emocionante entonces descansemos.
—excelente buenas noches, pequeña.
—bonita noche, guapo.
Después de decir esto Leonardo apago luz de la lámpara y de repente caí en los brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente sentí como la luz del sol tocó mi cara esto hizo que abriera los ojos y cuando me di la vuelta para el otro lado de la cara me encontré con un Leonardo profundamente dormido.
Sé que no está bien que yo lo vea demasiado, pero no lo pude evitar realmente Leo era un hombre extremadamente guapo.
Por un momento me perdí admirando su rostro más sin embargo decidí volver a la realidad así que para esto necesitaba revisar que hora era cuando mire el reloj me di cuenta de que eran las 10 de la mañana.
Aparentemente ya era tarde como para que Leonardo siguiera durmiendo porque según lo que yo sé él se levanta muy temprano, pero al fin y al cabo estaba de vacaciones así que espere unos cuantos minutos.
Comencé a mover suavemente a Leo de los hombros para qué despertará fue entonces cuando él abrió los ojos y al verme dijo algo que me hizo sonrojar.