Capítulo 41 estado de confusión.

Leonardo 

Cuando mi celular comenzó a sonar y observe que era Megan quien me estaba llamando decidí ignorar la llamada como lo había hecho antes. 

Con las otras llamadas y mensajes que me había enviado toda la tarde de ayer fue por eso que había decidido apagar mi celular. 

Solo lo había prendido porque quería llamarle al abogado para arreglar lo de la eliminación de la cláusula. 

Estaba pasando un buen fin de semana y para ser honesto no quería que fuera arruinado por los reclamos o sabrá Dios que cosas diría Megan. 

Así que sin pensarlo apague el teléfono celular pues estaba dispuesto a pasar un día igual o más maravilloso que el día anterior.  

Realmente así fue volví a pasar otro día maravilloso a lado de Sara pues desayunamos y visitamos un pueblito aledaño a Guanajuato llamado San Miguel de Allende. 

Un pueblo que por cierto me encantó pues realmente era hermoso. 

Sara y yo pasamos un día de lo más maravilloso pues se nos fue el día en medio de risas y buenos momentos. 

Los cuales quedaron captados en fotografías que Sara había tomado con su celular. 

De esa manera fue como el día se terminó así que Sara y yo tuvimos que regresar esa noche  a la ciudad de México pues mañana tenía que estar a primera hora en mi oficina para trabajar y claro por supuesto para checar si el abogado ya había eliminado la cláusula que le pedí. 

Así fue como de esa manera llegamos a nuestro departamento ya al rededor de la 1 de la madrugada. 

Esa noche dormí muy poco pues como mencioné anteriormente me acosté tarde y tuve que levantarme temprano. 

No pude despedirme de Sara pues no había querido despertarla pues sabía perfectamente que también estaba cansada más tarde le enviaría un mensaje para saludarla e informarle lo que el abogado le había dicho.

De esa manera fue como emprendí mi camino a la empresa y cuando llegue como siempre todas las mañanas salude a todos los empleados. 

Fue así como empecé mi día iba transcurriendo de lo más normal y eran alrededor de las 12 del medio día cuando recibí un mensaje de Sara el cual decía. 

Para: Leonardo Montero. 

De: Sara Montero. 

Asunto: te deseo tengas un buen día. 

Hola, mi amor buenas tardes espero que tengas un muy buen día, lamento que como siempre no pude despedirme de ti porque como siempre estaba dormida, pero espero verte ya más tarde para ver lo del asunto del contrato sino pues nos vemos en la noche por cierto te prepararé la cena cuídate mucho te quiero. 

Después de leer este mensaje sonreí pues saber de ella indudablemente me ponía extremadamente feliz. 

Estaba por contestarle el mensaje para avisarle que el abogado quedó de visitarme en unos minutos cuando de repente entró mi secretaria a mi oficina. 

Para decirme que había una señorita que quería hablar conmigo le pregunté que quien era cual era su nombre y me dijo que no le había querido dar su nombre. 

Inmediatamente después de que mi secretaria dijo eso se me vino a la mente que tal vez era Megan quien había ido a buscarme. 

Así que solo suspiré profundamente y le dije a mi secretaria que dejara pasar a la señorita. 

Y así fue la dejo pasar y frente a mí estaba parada una chica de cabello rojo alta delgada y de piel blanca vestía un vestido negro con un gran escote en el pecho traía unos lentes oscuros. 

Cuando la joven entró cerro con seguro la puerta luego se quitó tanto los lentes como la peluca y pude ver que se trataba de Megan sin dudarlo quien inmediatamente me dijo. 

—se puede saber Leonardo Montero donde es que estabas el fin de semana porque según yo sé no te llevas a la ridícula de tu esposa de viaje de negocios así que no me vengas con el cuento de que solo fuiste por trabajo viajaste con esa tipa para pasarla bien. 

—primero que nada a Sara no le dices ridícula la respetas y que quieres que te diga Megan pues la verdad es que si salí con mi esposa para pasarla bien fuimos a Guanajuato a visitar varios lugares turísticos.

—a y mira con que cinismo me lo dices corazón o sea que te pasa porque lo hiciste Leonardo te exijo una explicación y además yo le digo a esa mugrosa como se me pega la gana como vez. 

—nuevamente te voy a pedir que a mi esposa no le digas así ok y Megan precisamente por esto por como estas actuando desde que me case con ella. 

—Leonardo corazón simplemente estoy defendiendo lo que es mío estás muy al pendiente de ella la procuras y además por lo que he visto en los eventos estás muy cariñoso con ella eso no está bien querido te recuerdo que yo soy tu amor no esa tipa. 

—es la última vez que le dices tipa o alguna otra ofensa no te voy a permitir que le digas así a mi pequeña Sara. 

Sabía perfectamente que después de que dije esto último Megan me iba a armar un escándalo. 

Pero ya no había vuelta atrás lo había dicho así que ni modo ahora tenía que afrontar las consecuencias que no tardaron en llegar pues Megan inmediatamente me dijo. 

—disculpa Leo ¿cómo es que le dijiste a la mujer cita esa?. 

—le dije pequeña Megan así le digo de cariño pues es mi esposa por contrato o por lo que sea lo es paso mucho tiempo con ella es normal que yo le diga así por ejemplo tú le dices a Andrés mi amor o apoco crees que no sé que le dices así. 

—es diferente Leonardo. 

—no claro que no es diferente a ver explícame por qué es distinto según tú. 

—pues por qué Andrés no sabe nada de lo nuestro yo tengo que guardar las apariencias. 

—hablando de eso que bueno que tocas el tema pues te quería preguntar si realmente ¿estas 100% segura de que el gobernador no sabe nada sobre lo nuestro?. 

—pues por supuesto que no sabe nada estoy 100% segura de eso porque la pregunta. 

— verás el otro día el viernes en la fiesta fue como que mucha casualidad que se acercara a Sara justo en el momento en el que yo estaba contigo en el baño se me hizo mucha coincidencia y más porque según lo que me dijo mi esposa él estaba muy insistente en platicar con ella.