Apreté como pude el botón para que funcionara el ascensor y salí disparada de ahí, sabía que Erick me quería en su cama pero me lo decía con tal descaro aún sabiendo que yo estaba enamorada de Alex.
Quería hablar sobre mi renuncia pero creo que debía esperar a más tarde no quería arruinar mi mañana, el camino a las reuniones fue corto, por suerte todo salió como esperabamos y cerramos muchos cotratos tenía una cuantas llamadas de Alex pero le escribí que estaba muy ocupada y que ya nos veriamos en la noche, y así fue de regreso al hotel tuve un pequeño encuentro sobre lo mismo con Erick pero esta vez si le dije que debía alejarse un poco, como era de esperarse sabía que no se iba a sacar la idea de la cabeza. Llegue a mi habitación y desde fuera podía escuchar un melodía muy suave viniendo de adentro de ella al entrar un aroma a rosas me penetro por la nariz al instante y ahí estaba mi amor esperandome con una copa en la mano.
- Qué celebramos?
-Lo que tenemos, este momento, nuestro amor. Llegaste a mi vida de una manera extraña pero la mejor y desde entonces no puedo dejar de pensarte. Quiero ser tu punto final, darte todo y que seas mía para siempre como yo soy tuyo para siempre
-Eres lo mejor que me paso, al principio lo creí una locura pero ahora sé que no podría vivir sin ti.
-Salud mi amor.
-Salud cielo.
Pasamos gran parte de la noche conversando como los primeros días hasta que se paro en el ventanal de la habitación se giro y me miro fijamente, en su mirada había algo que nunca pensé verlo en él. Sin hablar se arrodillo y dijo algo que ya había dicho antes pero que en su momento no significo nada pero ahora era todo lo que yo quería y deseaba.
-Quieres casarte conmigo?
-Claro que sí.
Mientras me ponía el anillo pensaba en todo lo que podíamos vivir juntos y cuanto amaba a este hombre.
-Te amo con todo mi corazón Alex.
-Te amo más que a mi propia vida Lucía. POR TI PODRÍA MORIR.
Nos quedamos despiertos unas cuantas horas más hablando de esto y aquellos hasta que nos quedamos dormidos. Despertamos cuando su celular empezó a sonar y era de su empresa debía regresar con urgencia por un problema. Me entristecía saber que se debía ir pero era su trabajo y a parte ese era mi ultimo día de viaje regresaría al día sigiente así que todo estaría bien.
Las horas de trabajo transcurrieron con normalidad pero era muy evidente como Erick veía mi anillo en mi mano y su rostro se ensombrensía cada vez que chocabamos miradas.
De regreso al hotel casi no cruzamos palabra alguna, cada unno miraba por la ventana hasta que hizo que pararan el auto.
-Bajate del auto.
-Qué? Pero si aún no llegamos al hotel.
-Quiero que te bajes voy a otro lugar
-Alex...
No termine de decir lo que quería cuando salió del auto y me hizo bajar y me dejó ahí en medio de la calle. En ese momento me diero ganas de gritarle muchas cosas pero parecería una loca gritando a la nada. Asi que solo tome un taxi y me dirijí al hotel para alistar mis maletas obviamente no le comentaría nada a Alex por que sino se arma la tercera guerra mudial y la verdad Erick no es importante.
-Lucía abreme la puerta.
Me desperté sobresaltada al escuchar eso, alguien golpeaba la puerta de mi habitación como loco me acerqué y note que era Erick muy tomado supongo que a donde fue no le resulto como esperaba.
-Sé que estas ahí abreme por favor. Quiero hablar contigo
No dije nada, no lo quería en mi habitación mucho menos después de lo que hizo de pronto me desconcerté al escuchar que lloraba alque nunca pensado de alquien como Erick.
-Sé que no me vas a creer pero acepto que sí le quite la novia a Alex en el pasado pero fue por que ella lo engañaba y él no iba a creerme, se lo dije miles de veces pero siempre dijo que yo estaba celoso de él. Sabía que lo iba a perder pero yo lo quería era como mi hermano pero era eso o que ella se siguiera aprovechando de él. Tú eres diferente lo amas pero yo te amo a ti desde que te vi, no es capricho ni nada de eso Lucía, ver ese anillo hoy en tu mano es como un puñal en mi corazón saber que perdí a mi hermano por una estupides y ahora saber que voy a perderte a ti por que lo amas a él.
Escuchar eso me rompía el alma en verdad era sincero pero yo no podía hacer nada si abría era como darle una esperanza y eso era algo que nunca iba a pasar, así que solo me quedé ahí escuchando como se marchaba hasta que oí como cerraba la puerta de su habitación.