Por todas las canciones que No eran para mí

U N O

Ébano.

Ese era el color de sus ojos.

Lo supe cuando mi hermano me saludó con la mano desde las gradas y eso provocó que él también se volviera en mi dirección.

Pude sentir cada vello de mi piel erizarse bajo la tela rosa con la que estaba hecho mi suéter.

«Madre mía»

Era hermoso.

Quise tener un espejo al instante para comprobar que mis cabellos estuviera perfecto, mi labial no estuviera corrido y el color de mis mejillas no delatara lo caliente que me puse con solo mirarlo.

Pero no tuve oportunidad de volver atrás cuando Adam me hizo una seña para que me acercara. 

Respiré profundo antes de caminar hacia ellos.

—Lizzy, te presento a Ezra —pronunció mi hermano empujando con su hombro el del pelinegro para que reaccionara—. Ezra, ella es mi hermana menor, Elizabeth. Como te decía, ambos somos nuevos aquí —pareció recordarle—, así que no estaría nada mal que también le ayudaras a ella a conocer el lugar, si no te importa, claro.

Él parpadeo muchas veces seguidas. Tantas, que tuve que contenerme para no echarme a reír.

—Por mí encantada —me atreví a pronunciar al fin, extendiendo mi mano hacia él con una sonrisa en mi cara que resplandecía más que el mismísimo sol.

Lo vi tragar saliva antes de cogérmela con cierta timidez.

Aproveché el contacto para apretársela con fuerza, sosteniendo su mirada antes de morderme el labio inferior, conducida por ese instinto provocativo que acababa de despertar en mí.

Entonces sucedió.

Él se sonrojó.

Y eso me basto para saberlo: Lo quería para mí.

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N/A: Espero que les esté gustando.

Intentaré publicar un capítulo todos los días ❤️




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