Krilen caminaba junto a lyott hablando sobre algo que se fue de la mente justo en el instante en el que vio a nara.
Se petrificó," su princesa " , sintió el instinto de correr hacia ella y abrazarla, de besarla, de apartarla de esos hombre que la sacaban de aquella parte de la isla, sintió un escalofrío cuando ella lo miró justo en el momento que desapareció de su vista, dio un paso para poder verla un poco más, pero llyott lo agarró y le dijo algo que él no alcanzó a escuchar o entender, no dejaba de mirar aquel rincón donde su princesa ya no estaba.
Derrepente se dio cuanta de lo que estaba sucediendo, verla no era algo bueno, sobretodo si era allí, aquellos significaba que ahora sí la consideraban una venta, retrocedió unos pasos y echo a correr a lado opuesto de donde se encontraba la salida.
"No puede pasar". " que haré ahora" pensó mientras lo único que podía hacer en ese momento era volver y cumplir su turno, no se había dado cuenta que había llorado, él nunca llora.
Más tarde al entrar a la manción medieval vio a un rey totalmente relajado hablando por teléfono, él tomó su puesto y se quedó allí parado, sentía como la sangre subió hasta su cabeza estaba enfurecido, y le enervaba el echo que el maldito estaba hablando de nara le enfurecida no poder hacer nada.
" esto no va a suceder" se prometió a sí mismo, sacar a nara de allí "
2 años atrás
Tras haberse despedido de nara y el resto, krilen tomó su maleta y se marcho a donde era requerido, lo primero que vio al llegar fue una especie de pista de aviones y allí un mínimo de 100 hombres entrenando, no eran niños, pero muchos debían ya haber pasado mayoría de edad, el lugar lo maravillo en nada parecía a el gladiador como se llamaba la parte de la isla donde se encontraba antes, aryseeth no los recibió el que los fue a buscar fue un verdugo de elegante traje y de allí los condujo hacia la cuadra era un lugar de servicio lleno de literas todas tendida con sábanas blancas y perfectamente arregladas.
Después de dejar sus pertenencias los condujo a la sala de entrenamiento.
A lo largo de los días krilen se iba adaptando a su nueva realidad, aunque no podía dejar de extrañar a nara soñaba con ella, la desesperación de no poder verla lo llevó a escapar "solo un momento la veré y volveré" se marcho camuflado en una camioneta.
Fue larga la travesía todo el tiempo sintiendo miedo de ser atrapado, al llegar sintió añoranza, pero ya no lo consideraba su hogar, con la ayuda de Sebastián y los suyos lo llevaron a esperarla en una habitación, estaba impaciente y cuando escucho la puerta, la chica corrió a sus brazos y él la recibió emocionado.
-¡kril!
-nara!!-exclamo mientras le daba vueltas en el aire - como estas princesa? - pregunto tras separarse un poco.
La chica ya había empezado a llorar - ¡te extrañe! - dijo entre sollozos.
Él sonrió la verdad era que nara se había vuelto más hermosa y ahora sonrojada por el llanto la hacía ver deslumbrante, conmovido secó las lágrimas con sus dedos.
-no llores volverás a verme lo prometo-
-no quiero que te vayas otra ves -
-pero tengo que hacerlo o me mataran, tomé un riesgo muy alto al venir aquí... - no había terminado de hablar cuando las puertas se abrieron y entraron tres centinelas
-¡ahí está!,-gruño el jefe
Nara pegó un grito cuando uno de ellos la agarro para alejarla de él y el otro encaminó a krilen apuntando le con una pistola, ella lloraba aunque en silencio por miedo.
-no llores, volverás a verme lo prometo, te quiero -
-yo también.
El jefe se rió-, basta de sentimentalismo, y llevenselo
-nara también! - grito krilen
El hombre sonrió.
-no. Ella se queda conmigo... Y su risa permaneció el tiempo en krilen los veía y cuando se marcho la miró.
-y tu, vas a ir a donde tu jefe directo y que te revisen, no me fio de lo terrible que son ustedes, espero que aún sigas virgen - dijo tocando su hombro - porque si no lo eres, voy a disfrutarlo mucho.
Nara lo miró asustada pero no por lo que decías, si no por el tono tan amenazante de su voz, la agarro por el pelo con fuerza y la guió afuera.
Cuando krilen fue llevado a la parte alta de la isla, fue severamente castigado y encerrados por una semana a base de pan y agua, pero aquello no era nada con la idea de lo que ese hombre pudo haberle echo a nara, amenazaron con matar a la chica si volvía a verla, pero no le dijeron que había echo con ella, fue la semana mas horrible y larga de su vida, casi se vuelve loco pensando en ella y lo que pudiera estar pasando ahora.
Al salir llyot le informo que nara estaba bien que no estaba en peligro, escuchar eso le devolvió el alma al cuerpo, por eso él no volvió a salir, no la pondría en peligro nuevamente.
-------------------- presente
-¡qué sucedió! - fue lo primero que escucho nara al entrar en la habitación, ella miró a Elena quien le hablaba y respondió
-nada, no sucedió nada - dijo - pero vi a krilen por un momento - añadió.
-si? O y como está? Hablaste con él? -
-No me dijo nada, no pudimos hablar? -
Elizabeth se acercó a las chicas frotándose los ojos y en bata, medio adormilada se sentó en la cama de nara y preguntó - qué sucedió allá? A quien viste? -
- Vi a krilen pero solo por un instante... Ah y también vi al rey... Aryseeth.
-¿lo viste? ¿Y como es él? - pregunto Elena curiosa.
Nara se quedó pensativa,
-no lo se... Es más joven de lo que pensé. -
-ya me lo imagino debe ser horrible, gordo y repulsivo con el cabello canoso y mirada sádica.
Elizabeth rió por lo bajo.
-yo también me lo imagino así -
Nara agachó la cabeza avergonzada y susurró - no es para nada así..
-¿y como es? - pregunto.
-no es gordo, es alto... Y atractivo...
-no puede ser guapo, con lo malo que es...