Capitulo 15

Bosco mcwife el "arquitecto" el mejor de los fladiadores, preferido del rey y amante de la isla, ese chico amaba ese lugar, tanto con Sebastián amaba a su azul, no era extraño encontrarselo en cualquier parte, conocía cada piedra de la isla, como preferido del rey este jamás le traicionaría. 

Le molestaba que ellas hablarán con él, no quería que ellas se involucraran con personas de alto nivel, era una jerarquia invisible pero que todos conocía bosco era intocable. 

-¿se puede saber porqué están aquí?, 

Las jóvenes le miraron al igual que bosco, quien respondió por ellas. 

-están hablando conmigo ¿no vez?. 

Sebastián no le tenía miedo en absoluto. 

-ellas no pueden estar aquí. - respondió, - siganme - ordenó a las chicas y ellas obedecieron a la orden sin shistar, el joven de ojos azabaches sonrió, no era alguien que gustara de pelear, él era sumamente pacifico todos e incluso sus superiores le respetaban por ser el favorito del rey, por esto vió algo placentero, que alguien lo restara, miró a las jóvenes que aún lo miraban y les dijo - hasta la próxima - y después de dar una leve reverencia se marcho. 

Sebastián miró a las jóvenes furioso

-¿que demonios hacen aquí? 

Aunque era obvio ellas no quisieron responder 

-¡que imprudencias! 

¡Ya! deja de gritar, no somos una niñas. 

Sebastián la volteo a mirar directamente y respondió de echo si lo son y yo soy su superior así que a caminar, con cada palabra que decía se acercaba más un paso a ella hasta quedar a los unos cm frente a frente, si se podría decir así, ya que el es mucho más alto, nara agarro del brazo a Elizabeth y la apartó para llevársela y Sebastián se quedo allí, sintiéndose vacío por su marcha, frustrado se pasó las manos por el cabello. 

Sebastián tenía razón una semana de castigo para las jóvenes fugitivas, tiempo extra en clases, les fue estrictamente prohibido salir de la cabaña y condenadas a limpiar el lugar ellas solas. Para ellas una tortura. 
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Era noche lluviosa y los relámpagos iluminaban el cielo de vez en cuando haciendo lucir a nuestro rey más aterrador de lo que ya era. 
En medio de la ventisca se encontraba un hombre arrodillado rogando por su vida a ese rey que sonreía con maldad. 
-así que estas intentando huir de mí? Te parece que sea fácil? - lo siento, lo siento, mi rey perdone me la vida. 
Aryseeth rió. 
-¿y ahora súplicas? Que gracioso! - se acercó al muchacho y le dio una fuerte patada en el pecho derribando lo y mandándolo un poco más lejos luego se agachó a su altura. Y dijo 
-¿crees que es fácil escapar de mis dominios? - la mirada de Aryseeth destila a fuego incluso a través de la lluvia que inundaba su rostro la maldad que reflejaba no era apaciguada por esta sin embargo se levantó el flequillo de que pegó en su frente rebelde mente y sonrió. 
-sin embargo hoy seré bueno, preparen lo, mañana se irá - aquello dicho por él aterro al joven muchacho. 
-¡por favor! No me mande! Puedo ayudarle! 
-ah si? , que en que puedes ayudarme? - pregunto sarcástico. 
-¡alguien está intentando escapar! - soltó. 
Ese comentario sorprendió a nuestro rey que lo miró intrigado y se agachó a su altura nuevamente. 
-¿y se puede saber quién es? - 
-En realidad sólo e escuchado rumores - dijo asustado por no saber demasiado y tras pensárselo un momento miro al enojado rey y dijo - pero se que trata de una chica, no se su nombre pero es para salvarla a ella- cuando vio la incredulidad en el rostro de Aryseeth - ¡lo juro! ¡No tengo porque mentirle, no se demasiado yo no soy importante, ellos sí lo son, ¡perdóneme la vida mi rey! - suplico postrándose a sus pies, Aryseeth se levantó ignorando lo e inmediatamente se le vino a la cabeza un nombre, el hombre quien podría estar maquinado todo -¡ ese mocoso! - Aryseeth rió a carcajada, extrañando a todos a su alrededor, quien más podría ser si no ese chico" Krilen " quien más si no él, era el único que se le venía a la mente - todo por esa maldita mocosa-  murmuró miró hacia uno de sus fieles y le dijo encierra lo, mañana se va - 
-si, mi rey - Aryseeth ignoro los gritos de súplica de aquel muchacho que lo rogaba que no lo enviara. 
Al voltear se su mirada se poso en una silueta a lo lejos que los observaba sin molestarse en ocultarse demasiado, pero él, no se sorprendió ni se apaciguó lo reconoció de inmediato era ese esclavo, bosco, lo observo solo unos segundo más y luego siguió su camino, él era el único a quien Aryseeth le permitía hacer lo que quería en la isla, aún así no tenía permitido dejarla, cualquier cosa se le era permitida sólo dos cosas se le era prohibida, no meterse con Aryseeth desobedecerlo y no no abandonar la isla, 
Aryseeth marchó hacia su mansión junto a dos guarda espalda sus más fieles, les conocía de la infancia y por eso confiaba casi ciegamente en ellos. 
Al llegar incluso sin desnudarse se fue hacia su jacuzzi. 
El agua caliente relajo sus músculos tensos por el frío y poco a poco todo lo que le preocupaba dejó su mente, necesitaba una buena mujer que completará su relajación, a su mente vino el rostro de esa niña de miraba pura - Nara... - era muy niña pero esa cara estaba sublevando a uno de sus mejores muchachos, sabía que era Krilen lo había visto en su mirada, pero no pensó que en realidad llevara a cabo el plan. Después de bañarse tomo el teléfono el informo la venta de la niña, tenía que deshacerse de ella lo más pronto posible. Su boca no dejaba hablar mal de ella pero su mente quería verla una vez más - esa niña es un peligro, especialmente para mí -