Los médicos intentaron hacer lo que pudieron allí, pero al final optaron por llevarse al profesor a un hospital para tratarle mejor e intervenirle quirúrgicamente, de hecho, también se llevaron a Chloe, que prefirieron llevarla para que le hiciesen una limpieza exhaustiva de la herida y posterior cosido. De camino hacia allí, los dos se dieron cuenta de que la ciudad en la que estaban no eran la suya, así que tras enterarse de que estaban en Boston, miraban siempre a través de las ventanas para quedarse embobados con un paisaje nuevo que ellos desconocían.
Tras llegar al hospital, los pacientes se separaron, llevando a Albert al quirófano acompañado de William y los dos hermanos se fueron juntos a una consulta en la que fue atendida por una enfermera amable que la curó limpiamente, posteriormente la cosió cuidadosamente y la puso una venda en la herida, marchándose de la habitación sin antes decirla que debería de ir a consulta cada 7 días para que le limpiasen la herida, ya que era bastante profunda y podría coger alguna infección fácilmente. Aun así, tuvieron que esperar a que la enfermera volviese debido a que iba a darle un informe sobre su herida.
– ¿Cómo estará el profesor? – Preguntó Edén observando a través de la ventana los enormes edificios que se levantaban ante ellos.
– Está en buenas manos, ya verás como sale de ésta. Es más duro de roer de lo que pensamos – contestó Chloe levantando su pierna para echar un vistazo a su herida, notando un pequeño tironcito.
– Yo no lo tengo tan claro… Los médicos cuando llegaron dijeron que lo tenía difícil, la bala aun estaba dentro… – Suspiró Edén tristemente –. ¿Crees qué podíamos haber hecho algo más en aquella plaza?
– ¿Dijeron eso? – Se sorprendió ella –. Lo siento… Mi cabeza estaba ida, casi me desmayo del dolor que sentía… – Pausó –. Pero… Edén, confía en los médicos, William nos dijo que se iba a encontrar mejor después de la operación. Está vivo, ¿vale? – Le miró de reojo –. Cuando vinimos estaba vivo y cuando salga seguirá estando vivo, ¿me oyes?
– Tenía que haber sido más rápido… Podía haber evitado todo eso, vi al enemigo antes que tú. Pero me quede completamente paralizado al ver el arma – susurró su hermano agachando la mirada.
– Edén… – Chloe intentó levantarse, pero en cuanto apoyó su pierna con la herida, le dio un pinchazo enorme que casi hace que se caiga al suelo, así que no tuvo más remedio que sentarse de nuevo –. No es tu culpa, ¿vale? Ya lo dijo William, no somos agentes… Nunca estuvimos preparados para esto. Y mucho menos para reaccionar ante gente con armas, ¿es qué no te das cuenta?
– Esa no es excusa, tan solo teníamos una misión – soltó mascullando –. Era sencilla, vigilar que no hubiese nadie por allí, ¿por qué no pudimos cumplirla?
– Haz caso a tu hermana – William entró en la habitación sin llamar –. No fue culpa tuya ni de nadie. Sois tan solo unas personas normales que tienen una vida normal y que nunca fueron preparadas para defender a alguien y mucho menos para completar una misión – pausó –. Todo lo que habéis hecho hasta ahora ha sido… Suerte, sí. Aun no me creo que hayáis llegado hasta el final casi sin ningún rasguño… Y el único que ha habido casi ha podido ser peor – miró a Chloe –. Lo siento, tardé demás en regresar a la plaza, había tres enemigos más arriba…
– No pasa nada – sonrió ella –. Sabíamos de sobra que había más enemigos en la plaza gracias a ti. De hecho, fue culpa mía, el enemigo vino de donde estaba yo… Tenía que haber estado más atenta, pero supongo que las dudas hicieron que fallase.
– No es tu culpa, tú misma lo has dicho, no sois agentes, no sabéis como actuar – contestó William –. De hecho… Se os olvida algo importante en todo eso – les miró –. Habéis salvado la vida del profesor cuando detuvisteis al enemigo que le iba a rematar.
– ¿Está vivo? – Soltó Edén girándose hacia ellos.
– ¡Pues claro qué está vivo! ¿Qué pensabais? ¿Qué había llegado muerto o qué? – Refunfuñó William –. Le han metido a quirófano para sacarle la bala. Pero en teoría antes de entrar se encontraba estable. Así que obvio que está vivo, no sé porque pensáis en eso…
– Por cierto… Mi cabeza estaba ida antes… Pero escuché una voz cuando estaba tirada en el sofá – comentó Chloe –. ¿Había alguien más ahí, verdad? Te vi con el arma levantada – miró al agente –. Pero no me enteré de nada más…
– Era Robert Salazar – respondió William –. La verdad es que todavía no hemos hablado de eso – miró a Edén –. Pero… Apareció y desapareció de la nada – pausó –. Por no olvidarnos de que supuestamente estaba muerto, mierda… – Se llevó las manos a la cabeza –. ¿Qué diantres voy a decir para el informe? – Masculló.
– Espera un segundo, ¿has dicho qué se supone que estaba muerto? – Se percató ella –. ¿Cómo es eso posible?
– No lo sé… Habría que investigar si de verdad murió o le encubrieron. Sea como fuese… Hay algo raro en todo esto… – Pausó –. Comentó algo de que el profesor había cumplido con su misión – miró al techo –. Por no olvidarnos de que nos felicitó por salvar la humanidad. Lo que me hace sospechar que ese hombre también está metido en todo este asunto, ¿pero cómo? ¿Y de qué bando está?
– ¿Y cómo desapareció de golpe? – Agregó Edén –. Fue en un abrir y cerrar de ojos…
– Después de todo esto… Yo ya no sé qué decir… – William dejó las palabras en el aire.
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Editado: 20.09.2024