Todo comenzó un día común y corriente en la escuela, ¿que podría pasar? Nada, verdad.
Llegaba a la escuela, era otro día como cualquiera. Cuando voy llegando una de mis amigas... Fátima me dice que habrá una fiesta y que tenía que ir que sería genial, le digo que lo pensaría porque estaba muy ocupada y la verdad no sé quien iría. Aunque pensándolo bien, siempre hago lo que dicen por no hacer que se sientan mal, o que simplemente no se enojen por tonterías.
Llego con ella y mis otras dos amigas, María y Fernanda vamos a matemáticas, vaya que esa clase no me gustaba para nada, no le entendía a los temas y aunque tenía con quién hablar, se centraban en la clase y creo que si es lógico pero simplemente no me gustaba eso y por eso no me encantaba esa clase o... eso pensaba hasta ese momento. Me siento en mi lugar y saludo a 2 chicos, cuando me levantó para ir con Fátima, veo que alguien se sienta en mi lugar, entonces me regresó para ver quien era y bueno...
-Jacob, muévete de mi lugar- parecía niña chiquita pero soy muy terca, así que...-
-¿Por qué me tendría que levantar de aquí?-sonríe-
-Pues... porque voy ahí y me van a regañar-me hago la enojada-
-Bueno, si tanto te molesta, siéntate adelante de mí-me toma de la cintura y me trata de sentar en la silla que estaba ahí-
Siempre que él se me acercaba sentía algo, luego me invadía un calor enorme como si sintiera que me gustará pero no sé porque si me gustaba otra persona... y aparte Jacob es así con todas.
-No, yo quiero mi lugar Jacob-me volteo para verlo y él sigue sonriendo, pongo los ojos en blanco y ya no le hago caso. Mañana me sentaría ahí-