CAROLINE.
Veo como Adam, esta sonriendo ante lo que ha dicho, Bruno y yo nos miramos.
—Continúa la historia, Bruno. — se acerca más, —es entretenida, la vida de los Hoffmann no es tan aburrida como parece.
Bruno niega apenado y a mí la mente no me da para reaccionar.
Al ver que ninguno de los dos decimos nada, continúa.
—El accidente que no debió haber ocurrido fui yo, no el fantástico y admirable Doctor Francis Archivald. Uff, el hijo Estrella... —lo mira, y traga saliva— Pero siempre me he interpuesto en lo que no debería, siempre he elegido el primer lugar, hasta en eso soy un egoísta y decidí nacer primero… desde ese momento ya tenía todo en contra con mi progenitor.
Me duele verlo, habla con dolor y resentimiento.
—a diferencia de mí; él si tiene una familia, a diferencia de mí él si tiene un hogar, a diferencia de mí él se casará y tendrá hijos… pero que se joda, porque siempre estará detrás de mí… y eso nadie me lo va a quitar.
—Adam, hermano, basta, Caroline está aquí. —lo interrumpe Bruno. —no la preocupes.
Y al fin me observa, asiente y pasa un brazo a mi alrededor.
—fue un error traerte aquí, Perdóname, por favor.
Me besa la frente.
—No…
—sí y no lo discutiré.
—te traeré agua. —dice Bruno. —debes cuidar tu imagen.
Asentimos y se marcha.
—Gracias, por estar aquí, conmigo… en un rato más te las daré como te las mereces, en mi cama… y te quiero decir otras cosas, que el mundo se joda y no intervenga.
Me susurra en el oído y siento un cosquilleo.
—La inigualable Caroline Cooper, bellísima como siempre…
Volteo y veo como Adam se tensa, apretando mas su mano en mi cintura.
—Doctor Francis…
—No me llames doctor, Caroline. —sonríe con galanteria —Tenemos buena confianza entre los dos. Así que solo Francis.
Se acerca y me tiende la mano para saludarme, acepto el gesto.
—¿Este es el hombre que la tiene enamorada? Me alegro de haberle dado el consejo que le di esa noche.
Adam me suelta de inmediato.
—¿Cuál noche? —pregunta apretando los dientes.
—uy, creo que he metido el pie. Lo siento —se ríe Francis.
—Aquí está el agua… —llega Bruno.
—¿Caroline?
Me mira, esta a nada de reventar, veo como su corazón late A través del traje.
—Deja de actuar como si fueras algo que aún no eres, Hermanito…
—¡Tú cállate! No me digas hermano, tú no eres nada de mí…
—Adam, vamos a calmarnos, ¿sí?
Bruno, se pone en medio de ambos, mientras a mí me da miedo contestar, ese día que me vio caminando no sucedió nada malo, pero siento que si hablo Adam hará un espectáculo.
—¿Caroline? —me mira con duda.
—No paso nada Adam, ese día salí…
—Querida, no le des explicaciones a este Animal con clase. —se me acerca Archivald, —las explicaciones se dan cuando llevas un anillo en tu dedo y por lo que veo eres libremente bella.
—¿Tú quieres cavar tu tumba verdad, Francis? —bruno lo encara molesto.
—Vamos, Bruno, no soy el único.
No me dejan hablar, ahora Adam se enfoca a Bruno…
—¿a qué se refiere?
Bruno no sabe que decir, esta intentando calmar la bestia que tiene por amigo.
—El día que estuve en tu empresa él nos vio y no te dijo nada, hasta horas después de que nos descubriste.
—¿qué? —Adam intenta tomar a Bruno por el cuello de la camisa.
pero interfiero.
—Ya basta, Adam. Calmémonos.
—Caroline linda, los animales como él no entienden.
Adam se carcajea y al verlo lo noto rojo, parece que en cualquier momento va explotar.
— ¿Ahora el empleado quiere mandar al jefe? —se burla, — eres un maldito imbécil Francis, toda tu vida has sido el mayor hipócrita.
—vamos hermano, yo soy un encanto. —se ajusta la chaqueta, —Tú, bueno ya sabes bien tu lugar...
—¿Quieren callarse? —me impongo de nuevo, —están dando un espectáculo Y a mí ninguno me está impresionando lo bastante como quieren hacer parecer.
Adam Asiente, pero no me ve. Francis me sonríe y en sus labios leo "Lo siento". Bruno niega mientras dobla los brazos. No me enfoco en ninguno, no sé qué hacer.
Nos ponemos atentos cuando los padres de Adam se ponen frente al micrófono a dar su discurso de agradecimiento.
Su padre llama a su hijo … y no, no es Adam, sino Francis.
—Sé que se quedan en buenas manos, mi hijo Francis Hoffmann Archivald, será mi remplazo en el mundo de la medicina… me esforce por traer al mundo a un gran hombre y un gran Médico.
Todos voltean a ver el circulo que hemos creado.
—Padre me llama, con permiso.
Se acomoda la chaqueta y avanza, el doctor Alphonse realmente lo ve con orgullo mientras camina. Y a mi Adam ni lo determina, comienzo a pensar que el coraje que se traen ellos es gracias al hombre que le dicen padre.
Adam se pone derecho y mira a todos como si no le importará, pero si le importa, puedo sentirlo. disimuladamente traga saliva y asiente como si siguiera una orden.
Su madre agacha un poco la mirada, mientras Francis agradece a su padre…
todos ríen ante el encanto que Francis destila, hace bromas y se engrandece con el apoyo de su progenitor.
la madre de Adam toma ahora el micrófono.
—Mi vida, la he pasado en una clínica, he visto tanto en ella, tuvo tanto de mí, pero en ella también conocí el amor, lo conocí cuando yo misma estuve dentro de uno de esos quirófanos y traje al mundo a mi hijo, Adam Hoffmann. —habla su madre, — ese día el mundo y yo conocimos al que se convertiría en un hombre tan importante, no es médico, pero salva vidas, les hace realidad sus sueños, nos facilita a nosotros los médicos nuestra labor con su tecnología. Hace que volvamos a tener esperanzas…
Todos lo miran y estallan en aplausos, Bruno parece un demente aplaudiendo y silbando. Pese a que Francis es más sociable, admito que a Adam lo ven con admiración, es el tipo de persona que ves y sabes que te empapara de temas importantes y relevantes.
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Editado: 04.03.2024