La imaginación de un niño. Tan gloriosa y libre como peligrosa y dañina.
Basta con sembrar la semilla del temor para que todo a su alrededor se torne sombrío y tortuoso.
¿Cuándo comenzaste a dejar de temer?
O quizá todavía tu piel se eriza al intentar dormir, y ver fijamente aquella figura que te observa, mientras aprietas los ojos con fuerza, gritando en tu cabeza que no hay nada allí.
Oí una vez, que ‘’morir de miedo‘’ no era solo una expresión...
¿Tu también lo oyes?
Editado: 03.10.2020