Homosexualidad: Atracción sexual y/o romántica hacia personas de tu mismo sexo.
"¿Qué pasa si amo a Romeo y no a Julieta?"
Al final éramos tú y yo... En un campo de rosas rojas.
Alguna pieza musical clásica resonaba por todo el escenario mientras un joven de cabellos castaños y ojos ámbar se movía suavemente bajo la luz caliente de un blanco reflector. La música, para él, era algo completamente único, solo basta cerrar los ojos para escapar de la realidad y solo basta dejarte llevar por ella para liberar todo lo que sientes.
Eso era la música para Deán.
Mientras en otra parte del gran edificio de bellas artes otro joven de ojos grises y cabello negro estaba recostado en el suelo fingiendo haber perdido la vida. El teatro, para él, era la forma de vivir vidas extraordinarias, de plasmar los sueños de otras personas y mostrarlos al mundo.
Eso era el teatro para Romeo.
La sala 6-C y la 3-B quedaban cada una a un extremo del edificio, los estudiantes de ballet entraban a las 7, los de teatro a las 9, los de ballet se presentaban los viernes, los de teatro lo hacían los lunes. Por alguna razón nunca coincidían sus grupos, por alguna razón solo una vez al año estos se juntaban, por alguna razón el pelinegro y el de ojos ámbar terminaron encontrándose esa tarde.
— ¡Quiero ver ira! ¡Venganza! ¡No, no, que sea natural chicos! Señor Jhordan dije ira... no estreñimiento.
Todo el grupo estallo en carcajadas mientras que el alumno nombrado anteriormente intentaba ocultar su enorme sonrojo de vergüenza, entre ese grupo de 16 estudiantes se encontraba un chico de sonrisa brillante que respondía al nombre de Romeo, el teatro era algo que amaba con devoción, podría decir que era bueno mintiendo o ocultando sus sentimientos pero lo cierto era que no podía hacer nada de eso.
Si le pedían interpretar un papel para alguna obra no tendría problemas en hacerlo, en cambio, si tenía que mentir o engañar fuera del escenario no le salía bien... Tal vez era demasiado sentimental.
—Bien chicos, chicas, como ya saben presentaremos una vez más Romeo y Julieta—El instructor no parecía muy animado con la ya muy repetitiva idea—Pero, este año haremos algo diferente, esta vez cualquiera puede participar, no solo este grupo.
Muchos murmullos de estudiantes, algunos ansiosos otras inconformes... El, bueno el solo quería que ni siquiera se atrevieran a intentar postularlo.
—Levante la mano quienes crean que Romeo debería participar—A veces creía que este sujeto le leía la mente, todos los años intentaban hacer la misma broma y todos los años todos levantaban la mano—Uno, cuatro, nueve... Bueno, creo que tal vez te demos el papel de Julieta.
Mas risas, él era el único que no le parecía gracioso en lo más mínimo—Lo siento pero prefiero no participar. —Intento sonar lo más amable que pudo al rechazar el papel.
—Oh vamos, no debes hacer precisamente de Romeo, creo que te quedaría mucho mejor el papel de Paris.
Pensó un poco en lo que acababa de decir su compañera de clases, ciertamente si estuviera obligado a participar preferiría ser Paris a ser Romeo, pero aun así mientras pudiera mantenerse alejado de esa obra lo haría.
—Por ahora prefiero concentrarme en otras cosas.
La campana sonó anunciando la salida y casi como siguiendo una coreografía todos recogieron sus cosas para levantarse e irse, los pasillos de la gran institución tenían colores mármol, todo se veía tan elegante que era fácil perderse explorándola, no fue cuando estuvo por llegar a la salida que el instructor los alcanzo medio jadeando.
— ¡Chicos! Un momento, esperen. Casi lo olvido, esta tarde es la reunión de medio año, no es obligatoria pero agradecería mucho si pueden ir... Ya saben, eso mejora la imagen del grupo. —Algunos se excusaron rápidamente pero él no tenía mucho que hacer—Solo piénsenlo.
—Yo me quedo.
La reunión no era más que platicas y platicas de muchos instructores para mejorar las actividades dentro de las instalaciones, nadie les prestaba demasiada atención, el miraba hacia la ventana a su lado cuando vio entrar rápidamente a un chico vestido de blanco, tenía el cabello castaño muy desordenado y usaba un pendiente en la oreja izquierda, lo enfoco un poco mejor para acabar darse cuenta que el pequeño pendiente era una rosa roja.
—Con esto concluimos, si alguno de ustedes tiene dudas nuestras puertas siempre están abiertas. —Los instructores y alumnos empezaron a levantarse para salir, ¿Cuánto había pasado? ¿Dos horas? Fue muy rápido para él.
Siguió la corriente de personas que salían de ahí apresuradamente dándose cuenta que uno de los estudiantes no venía con los demás, giro para ver que el castaño de hace rato fingía (Bastante torpemente) que buscaba algo detrás de los asientos, casi como si hiciera tiempo para que todos salieran.
¿Qué hacia? ¿Por qué se quedaba?
Antes de hacer cualquier tontería pensó, "La curiosidad mato al gato" pero... Los gatos tenían nueve vidas ¿No?
Luego de convencerse a si mismo subió al área de los balcones, lugar donde podía esconderse fácilmente y esperar, en los minutos que pasaron hasta que todos salieron, se convenció muchas veces de que todo esto era una completa locura ¿Por qué le interesaba ver que hacia ese chico? Era un metiche, ni siquiera era su problema, tal vez todo estaba perfectamente bien y el solo perdía el tiempo intentando averiguar algo.
Entonces sonó la melodía que lo hizo levantar la mirada. Volteo observando por el balcón al joven castaño con las manos extendidas en una de esas típicas poses de bailarina que él no conocía. Lo vio moverse por la solitaria instancia al ritmo de la canción, tardo unos segundos en recordar cómo se llamaba.
Era el lago de los cisnes de Tchaikovsky.
La melodía que había empezado lenta y tranquila empezó a avanzar mas rápido, quedo embelesado apreciando como el joven chico se movía por el lugar, se ponía de puntillas y giraba con tanta destreza que impactaba. Entonces lo vio saltar aterrizando limpiamente de puntillas en el escenario y levantando la mirada con grandeza