ASHTON🍂
Salí rápido del salón, en mi bolsillo había metido un pequeño dibujo que vi entre las cosas de Skye, me pareció muy bonito que quise llevármelo, espero que no se haya dado cuenta.
Iba de camino a casa, saque las llaves de mi bolsillo, pero justo antes de entrar escucho gritos, mis padres están discutiendo, doy algunos pasos atrás y decidí no entrar. Quise de nuevo ir a un bar, pero hoy no tenia ganas de embriagarme, tenia tantas cosas en la cabeza que el alcohol no lo borraría simplemente.
Encontré un parque, estaba algo oscuro porque ya había anochecido, me senté en la banca vacía, y me recosté mirando hacia arriba a los árboles. Respiré hondo al sentir mi corazón acelerarse y solo cerré los ojos.
Los recuerdos de mi niñez comienzan a reproducirse en mi cabeza, lentamente cuando era un poco rebelde. Recuerdo la vez que me escape de casa para ver una banda tocar, sabia que mi madre seria la mas preocupada, pero cuando llegue a casa a las 2 de la mañana, me dio una cachetada, solo tenía 13 años, sé que estarían enojados conmigo, pero jamás pensé que mi madre me pegaría. Y mientras fui creciendo, mi rebeldía también, y los castigos eran todos los días.
Cuando cumplí los 16 años, me había cansado de estos maltratos, ya había dejado mi rebeldía y empezaba a madurar, pero aun ahí estaban esas palabras que me lastimaban, por mucho tiempo mis padres se opusieron a la idea de estudiar música, que era algo inútil, y que sería alguien sin futuro.
¿Era necesario estudiar una carrera para ser alguien en el futuro?
Yo sabia que no necesitaba de una carrera para ser alguien en esta vida, solo necesitaba motivación para seguir mis sueños, pero cuando comencé a refugiarme en el alcohol he perdido la motivación, hago solamente esto por el hecho de que, si dejo mis estudios, mis padres me reprocharían toda la vida, diciéndome que ellos tenían razón.
No quiero darles motivos ni razones, no quiero ser una decepción y menos dar pena.
Sin darme cuenta, vi la hora que era, regresé a casa sabiendo que mis padres fingirían de que todo esta bien, de que jamás habían discutido, fingiendo ser la familia perfecta.
Fingir, estaba cansado de usar máscaras, a pesar de que muchas de ellas se han adherido a mí.
Llegué a casa, podía sentir el olor de la cena, así que solo cogí el plato de macarrones y me fui a mi habitación sin decir alguna palabra. Ese silencio que para algunos era incomodo, para mí era un placer, era algo tranquilo cuando había silencio.
Deje mis cosas en la silla de siempre y el plato en la mesa de noche, me recosté en la cama mientras el viento fresco entraba por mi ventana, me dedique estar así por unos minutos hasta que recordé nuevamente la canción que debía escribir para la banda.
Busque la libreta de siempre y a mi costado tenia el boceto de Skye, un boceto muy bonito, aunque no tenia color, llamaba mucho la atención.
Comencé a escribir y de pronto sonreí, era un sentimiento nuevo dentro de mí, era esa misma emoción cuando llega tu estación favorita, yo no tenía una estación favorita, aunque creo que hay una que nunca había conocido.
🍂
Desperté y me di cuenta que me había quedado dormido, era aun temprano para el ensayo de hoy, pero aun así quise salir de casa. De camino a la universidad busque mis audífonos y busque una canción en mi móvil I´ll Supply the Love.
Hoy tenia el presentimiento de que las cosas empezarían a marchar mejor, la música me hacía sentir mejor, decidí ir a la facultad de Skye, o a esperarla por si no estuviera. Pero cuando estuve a punto de arrepentirme escuché a alguien llamarme
—Ashton —era Skye, alzando el brazo para que la viera entre tantos estudiantes, tal vez porque ella era pequeña.
Me quede quieto como si fuera un amor a primera vista mientras ella se acercaba a mí, debía entender que esto solo era un trato, para ayudarnos, y mientras las cosas pasen rápido, rápido se irán.
—Hola —dije con una sonrisa.
Deja de sonreír, me dije a mi mismo.
Debemos hacer creer que yo y Skye estamos saliendo, dijo mi conciencia.
—Toma —me extendió la bolsa que tenía en la mano.
La mire de reojo y era la camiseta que había manchado de pintura el otro día.
—Gracias —dije algo nervioso.
¿Por qué estaba nervioso? No era cosa del otro mundo, ni menos algo vergonzoso.
—¿Vienes conmigo? —pregunto algo nerviosa también, veía como se sacaba la pintura de las uñas.
—Vamos —dije y pasé mi brazo a su costado.
Y mientras caminamos, pude escuchar los pequeños murmullos de la gente, ¿era algo bueno, ¿no?
Llegamos y entré a su salón, era como un pequeño estudio, el mismo de ayer.
—¿Me dibujarías? —pregunté.
—No dibujo a la gente, solo paisajes o objetos, pero no personas.
Dijo con un tono de voz algo seria
—¿No sabes dibujar personas?
—Si sé dibujar, solo que ya no lo hago.
—¿Por qué? —tenía mucha curiosidad.
—Hay cosas que no te incumben saber Ashton.
La mire, lo decía enserio, aunque solo la estaba fastidiando un poco.
—Okey, no seré tu psicólogo, está bien.
Ella odiaba mi sarcasmo, se notaba y me encantaba hacerlo.