POV JUNGKOOK.
-¿Dónde dejaste a Kookie? –Pregunto Jimin mientras conducía rumbo hacia mi casa.
Ya sabía lo de la cena familiar. Y yo de buena gente lo invite.
-En tu habitación.
-No Si –Jimin me miro incrédulo, yo aguante una risita- ¿Estás loco o qué? Si llega a dañarme otro par de zapatos serán TUS tarjetas las que raspare la siguiente semana.
-Siempre lo haces pues, ¿Qué tanto? Más bien transfiéreme. Javianny te devolvió tu billetera, me debes más de un millón. –Recordé.
-Pff, tú mismo me dijiste que podía gastar lo que quisiera.
-Fue porque me sentía culpable al haber revelado tu clave pero ya las tienes de vuelta, transfiéreme mis millones.
-Te sobran millones, no jodas.
-¡¿y?! ¡¿Eso qué?! –Lo mire.
-Tacaño.
-Maricon.
-Porque te cogí.
-Pff. Más bien yo te cogí.
-Entonces te hace más maricon.
-Claro que no –reí, nuestras peleas eran tan estúpidas- Tu eres más maricon por dejarte coger.
-No, TÚ eres más maricon por cogerme a mí.
-Mámalo pues.
-Mámalo tú.
-Ven pues... -Mordí mis labios para provocarlo, Jimin hizo una mueca de asco- ¿ves? Lo pensaste, eres zendo maricon.
-Tú eres un maricon.
-No, TÚ eres un maricon. ¿Te recuerdo quien fue el que tuvo una erección por su mejor amigo? –Levante ambas cejas, Jimin apretó la mandíbula. JA, me encanta cabrearlo- Ya... olvídalo. Picado.
-¿Te recuerdo quien pensó en dejar su heterosexualidad por su mejor amigo? Eso te hace zendo maricon y muy pasivo, la verdad –Sonrió, yo lo mire con mi peor cara- ¡¿QUÈ?! ¿Quién es el picado ahora?
-Era una broma...
-Habla claro Jungkook, ibas a dejarme que te la metiera por hacerme feliz.
-Pff. Seguro. Yo te la iba a meter a ti, no te creas el papa de los pipis.
-¿Quieres que hablemos de tamaño?.. –Me miro, yo me acomode más en mi asiento.
-Soy más alto que tú, por cinco centímetros.
-Me refiero a otra cosa... -Miro mi entre pierna y yo apreté la mandíbula- Lo toque hoy, y déjame decirte que te estas quedando atrás...
Ahora si me cabreo.
-¡JIMIN, DETEN EL PUTO AUTO!
Jimin comenzó a carcajear hasta llorar, yo me cruce de brazos mientras miraba por la ventana. No se veía nada ya que era de noche. Pero era eso a que ver el puto rostro de Jimin.
-Kook, ¿ves? Ya te picaste. No aguantas juego... Luego dices que el maricon soy yo.
-Cállate, Enano de mierda. La tengo más grande que tú.
-Dios mío, este niño –Se secó una pequeña lágrima y continúo conduciendo. Y así duramos todo el trayecto hasta llegar a mi casa.
Jimin se paró frente al portón y yo baje la ventanilla para poder hablar por el intercomunicador.
"Familia Jeon, Dígame su nombre por favor"
-Jeon Jungkook.
Sonó un pitido y de inmediato el gran portón negro del jardín se abrió, dejándose ver la enorme casa en la que crecí. Seguía del mismo color, el mismo camino de piedra, los mismos arbustos, los mismos árboles, las mismas flores. Nada ha cambiado.
Solo yo he cambiado...
-¿También duraras toda la cena sin hablarme? –Pregunto Jimin ya luego de apagar el auto frente a la casa. Yo lo mire con mi peor cara- Jeon por Dios santo... La tenemos del mismo tamaño.
-¿Acaso me mediste el pene o qué?
-No, pero te lo agarre hoy. Y pues es como si hubiese agarrado el mío.
Ósea la tengo chica.
-La tengo más grande. Di que la tengo más grande.
-Jung-
-¡Si quieres que te perdone, dime que la tengo grande! –Me cruce de brazos, Jimin suspiro.
-La tienes MUY grande.
-Gracias.
-Como la mía.
Jimin sonrió victorioso, vale... me jodío.
Sonreí.
Bajamos del auto y de inmediato nos abrieron la puerta. Una de las sirvientas hizo reverencia y nos dio paso para entrar.
-Sus padres lo están esperando en-
-¡KOOK!
Escuche la voz de mi madre hacer eco en toda la casa, poniéndome los pelos de punta. La vi asomarse desde el segundo piso y al ver su rostro lleno de felicidad y emoción no pude evitar ponerme igual.
¡Seguía igualita, de bella, de hermosa! De perfecta.
-¡JUNGKOOK, mi niño, mi bebé! –Bajo las escalares casi que corriendo y yo solo estaba rezando que por favor no se torciera el tobillo ante los tacones que cargaba. Estaba estático, ni se porque no me movía. Solo me quede observando su cabello corto, se había cortado el cabello, solía tenerlo hasta su espalda, ahora está sobre sus hombros -¡BEBÈ! –Corrió hasta mí y me envolvió en sus delgados pero fuertes brazos. Hasta su perfume seguía siendo el mismo.
Sujeto mi cabeza y comenzó a darme besos en todo mi rostro. Impidiéndome abrir los ojos. Escuche la risita de Jimin a mis espaldas y le saque el dedo medio sin que mi madre se diera cuenta. Al final me dejo y sonrió.
-Oh, Cariño... ¡Mírate! Estas hecho un hombre, mi vida –Tapo su boca y me miro de arriba abajo con orgullo. Comenzaba a sentirme como un niño consentido otra vez. Ese que siempre estaba con su mamá- Oh... Jungkook... Te extrañe tanto, bebé. Mi bebé, mi precioso bebé.
Volvió a abrazarme y esta vez le correspondí el abrazo gustosamente, me sentía protegido, completamente tranquilo en sus brazos. Me gustaría que se detuviera el tiempo para quedarme así por siempre con ella, la amo tanto.
-Hola Jimin. ¿Cómo has estado? –Me soltó y fue directo a donde Jimin y de igual modo lo abrazo. Jimin la correspondió gustoso- También estas todo hecho un hombre, un adulto bien guapo.
-Ji, Gracias Señora Jeon –Sonrió ruborizado.
-No sabía que te quedarías con nosotros a cenar.
-No, de hecho solo vine a traer a Jungkook. No puedo quedarme.
¿Qué? Nojodas.
Mire a Jimin pidiendo una explicación y él solo me sonrió.
-Pero fue un gusto verla, Le diré a mi madre que le manda saludos.
Editado: 31.03.2020