Profesor Jeon

capitulo 51

 

-¿Enserio vas a seguir ignorándome? -Pregunto Jungkook por quinta vez mientras nos dirigíamos al liceo.

Por arte de magia ya se sentía mejor y con ánimos para conducir, así que saco su camioneta blanca de su garaje y ahora íbamos de camino al liceo, con un tráfico del asco.

Cruce mis brazos en mi sitio, poniendo mi vista al frente. No quería hablarle ni mucho menos verlo, pero el muy hijo de su madre se había abierto su flequillo a la mitad y se puso una camisa formal blanca que JAMAS en la vida había visto pero que está BIEN pegada a su torso, había doblado las mangas hacia su ante brazos, luciendo sus hermosas y marcadas venas, haciéndome difícil la tarea de ignorar su presencia.

¿Cómo es posible que se vaya con esa pinta a trabajar? ¿Acaso no se ha puesto a pensar en las hormonas de otras personas? Hasta su perfume podría darle un orgasmo a cualquiera. Lo peor de todo es que su color de cabello va perfectamente con su look y los jeans que se había puesto hacían lucir perfectamente sus virtudes.

Desde aquí tengo unas inmensas ganas de sentarme en sus ricos muslos... Pero sigo molesta por lo de ayer.

Llego muy tarde anoche y además me hizo orinar en su cama.

-Daniela.

-Hiciste que me orinara.

-Ya te dije que no es orine.

-¡Lo sentí como orine, ME ORINE!

Jungkook soltó otra carcajada, más fuerte que las anteriores. Sentí mis mejillas caliente de la vergüenza y subí los pies a la guantera, importándome poco ensuciar su preciado carro.

-Vamos, pequeña. No tienes que ponerte así... Lo que dejaste salir no fue orine, es sencillamente agua. Agua que las mujeres botan al tener mucha estimulación en su punto G, ya que el punto G está muy cerca de la vejiga.

-CLAROOO, sale el científico y sabelotodo Jeon Jungkook. Kike el punto G cerca de la vejiga, "ni is iguii" blablablablalaaa -Lo mate con la mirada y seguí mi vista hacia la carretera. Escuchando de nuevo su encantadora risa.

Encantadora y molesta risa.

-Oye, Daniela -Me miro, pero yo no voltee a verlo- ¿piensas estar molesta también en clases? Ayer no te vi quejarte después que te orinaste.

Lo mire con mi peor cara al escucharlo decir tal cosa, sabiendo perfectamente que estaba en ese estado débil por su culpa. Jungkook escupió otra carcajada y yo quise abrir la puerta y salir del carro para que me atropellara un camión.

Lo odio.

-Eres tan linda cuando te enojas.

Mentira, lo amo. Pero sigo molesta.

-Me dan ganas de cogerte aquí mismo en el carro al verte hacer ese puchero.

Me hundí en mi asiento, queriendo ocultar mi cara de vergüenza. Jungkook aprovecho que el semáforo estaba en rojo y se estiro para tapar con su rostro mi campo visual, comenzó a mirarme con ojos saltones, resultándome difícil contener mi risita.

-Estas rojita como un tomate.

-¡Cállate tonto! -Lo aleje de mi para reincorporarme en el asiento- Seguiré estando molesta hasta que me demuestres que debes ser perdonado.

-¿Perdonado por darte el mejor orgasmo de tu vida? ¿Cómo?

-¡perdonado por hacerme orinar en tu cama!

-Gracias por perdonarme, me sienta MUUUUY arrepentido.

Jungkook escondió una sonrisa burlona en la palma de su mano, haciéndome quedar como la propia tonta frente a él.

 

¿Este estúpido cree que puede verme la cara de gafa? ... pues si we, no mamen, todo el mundo me ve la cara de gafa, Jungkook mas.

-Voy a vengarme.

-¿Asìii?

-Sí, y no quiero regaños después.

-no implicara regaño si cometes una falta.

-¿A qué te refieres TU con falta?

-No lo sé, tú dime.

La sonrisita de Jungkook ya me estaba alterando, más que todo la totona.

-Mira chamo yo te voy a decir una vaina a ti -Lo señale, haciéndolo reír nuevamente ante mi actitud- A mí no me estés lanzando esas puntas y me haces el favor y me quitas esa sonrisita tuya.

-¿Qué sonrisita?

-¡Esa sonrisita!

Jungkook capturo mis labios rápidamente, robándome un beso, para después pasar su lengua por ellos y volver a su asiento. Volviendo a conducir al ver el semáforo en verde.

¿Cómo es posible que con un beso suyo se me vaya toda la amargura y arrechera acumulada? ¿Cómo?

Un simple beso suyo me cura toda el alma.

-Daniela, bájate.

¿Qué?

-¿Qué? ¿Por qué? -Lo mire confundida, el agarro mi bolso del asiento trasero y me lo dio.

-Estamos a una cuadra del liceo y no quiero que alguien te vea bajar de mi carro.

Lo que decía Jungkook era cierto, era mejor ser precavidos, aunque como me gustaría llegar a ese maldito lugar y restregarles a todos que Jeon Jungkook es mío, pero bueno... Soy lo que soy, y él es lo que es.

Wao, Daniela, que poética.

-Bien, adelántame una cuadra.

-No, bájate aquí.

-¿Qué? No seas así, aún falta para llegar al liceo. Tardare como 15 o 20 minutos caminando.

La sonrisita burlona de Jungkook me contesto por sí sola, el muy maldito iba a dejarme caminar más de tres cuadras.

Pase mi lengua por mi mejilla interna, acción que se me pego de él, la cual hace cuando algo le molesta. Me baje del carro y al cerrar quise que la puerta sonara fuerte así que con toda la arrechera del mundo la cerré, escuchando su risa burlona segundos después mientras me dirigía a la cera para caminar.

Lo odio, enserio que lo odio.

Cruce mis brazos, deseando que se le espiche un caucho y tenga que irse caminando también. Pero para mi sorpresa, Jungkook me estaba siguiendo el paso, conduciendo a un lado de la cera. Observando probablemente con su típica sonrisita burlona. Voltee a verlo y él se hundió de hombros abriendo sus manos hacia arriba, piso el acelerador y siguió conduciendo, dejándome atrás.

-Maldito Jungkook y su carro ultimo mode-

-¿Qué haces tú por aquí?

Di un brinquito en al ver a J-hope llegar de repente. Más que todo porque su moto me asusto.




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