—Hola señorita—miro a mi lado y un hombre que parece complacido de que mi atención esté puesta en él. Es alto con una sonrisa muy bonita, tiene ojos azules muy profundos y piel bronceada.
—Hola, ¿necesita algo?—pregunto mirándolo directamente. Unos ojos azules me miran con interés y me siento ligeramente incómodo.
—Necesito llegar a la oficina de Eva Lewis—me dice sin apartar su vista de mí, en algún momento me recorre cuerpo completo y me tenso. A pesar de mi falda llega a mis tobillos y no es ajustada y mi camisa me cubre bien, me siento incómodo con su inspección. Porque ahora que voy recuperando mi confianza, me decidí a usar una camisa un poco más ajustada.
—Siga derecho y encontrará a su asistente, con permiso—prácticamente huyo de ese hombre. No me gusta que me miren de esa manera, no como si fuera un objeto. No como si fuera solo masa.
Entro al despacho y Diana me mira con una sonrisa.
—Conseguí el departamento—me dice sin perder su sonrisa—es cerca del mío y el precio es cómodo para ti, aparte de que es acogedor y muy bonito—hace rotar la laptop para que mire las imágenes—¿Qué te parece? Podemos ir a ver cuándo salgamos, hablé con la encargada y me dijo que no hay ningún inconveniente en que vaya—su sonrisa se extiende al ver mi cara de asombro.
No puedo negar que en estas imágenes el lugar se ve hermoso. Diana me pidió ir a vivir juntas, pero quiero independencia. Cuando Benjamín me llevó con él yo vivía con mi madre, nunca he sabido tener independencia. Necesito sentirla.
—Me gusta—susurro con asombro.
—¡Esto es genial!—chilla feliz—hablaré con la señora para acordar la hora—se aleja marcando en su teléfono.
—Iré a diseño, necesito llevar estos documentos—salgo y tarareo alguna canción que escuché de Diana mientras ella bailaba como loca.
Santiago ya sabe gran parte de la historia que le cuenta, todavía no he llegado al tema relacionado con los abusos sexuales. Hoy hablaremos de eso, pero me alegra que él sea mi abogado. Es fácil hablar con él. Me siento cómoda a su alrededor y además de que Diana nunca me deja sola y eso es algo que le agradezco.
Al principio fue muy difícil, porque todo lo que sentía era miedo de que él le confiese todo a Benjamín y mis esfuerzos se ven interrumpidos por ese detalle, pero Santiago se ha mostrado como todo un profesional ayudándome y aconsejándome en todo el proceso que llevará mi denuncia. Me notifica cualquier cosa para mantenerme al tanto y eso me alegra, lo único que no me gusta es saber que en el fondo él sufre por Benjamín. Supongo que no es fácil descubrir que tu amigo de muchos años es un abusador que le gusta golpear a las mujeres. A veces me pongo en su lugar y es realmente difícil.
Mi celular suena por lo que frunce el ceño. Lo saco del pequeño bolso que llevo conmigo a todos lados y lo encuentro.
No es fácil acostumbrarse a no escuchar
El sonido hermoso que es tu voz.
Jaspe.
Mi respiración se detiene mientras mis manos tiemblan un poco. Un cosquilleo recorre mis dedos en el loco impulso de contestar el mensaje enviado por Jasper.
Suspiro con fuerza haciendo que varias personas dejen de hacer lo que hacían para mirarme. Les doy una sonrisa de disculpa y miro el mensaje una y otra vez sin saber exactamente qué hacer.
Responder va a conllevar que él me responda de volver y entonces las conversaciones no van a parar, al igual que el extraño sentimiento de querer verlo y escucharlo y con eso, el deseo de que me abrace como esa vez.
No responde entonces es hacer que él desista de esa estúpida idea de amarme, él no puede amar a quien no conoce realmente. Él solo conoció a una chica lastimada por un bastardo que disfrutaba de verla llorar mientras la golpeaba y abusaba de su cuerpo.
Estoy entendiendo que no debo de avergonzarme porque yo siempre dije NO. No importa que él sea mi pareja porque fue en contra de mi voluntad, es abuso sexual. Si no quieres que alguien te toque, debes parar, continuar haciendo a pensar de tu negativa es considerada abuso. Traté de adornarlo al principio, pero todo fue en vano, porque fue violación. Le dije muchas veces a Benjamín NO y él nunca paró.
Miró el mensaje y trago. Al final apago la pantalla y lo regreso donde estaba. No necesito distracciones que conllevan a alguien prohibido para mí. Jasper debe salir de mi vida, él merece una otra persona.
****
—Muy bien Allen, necesito que me cuentes todo. Sé que es fuerte lo que ha pasado, pero para lograr nuestro objetivo es necesario que me digas lo que pasó, cómo comenzó esta pesadilla. Necesito que confies en mí y me abras tu alma, es necesario para poder ayudarte, ya que cualquier detalle es valioso para el caso—miro a Diana y ella asiente.
Estoy sentada en uno de los muebles del infierno. O a lo que muchos llaman mi hogar. Respiro con fuerza y no puedo evitar que mi labio inferior tiemble. Cierro los ojos porque se me hace muy difícil decir todo lo que he pasado en estos últimos años. Como él fue destruyendo a una persona que amaba tanto; a mí misma. Porque yo realmente amaba la vida que llevaba antes de que él apareciera. Las risas con mi hermano, los abrazos de mi madre, comparte con mis amigos. Todo eso se redujo a ir siendo asechada a la universidad por él en todo momento, en volverme una rosa marchita con cada sueño que destruía.
—Todo comenzó cuando lo conocí en la universidad, me pareció realmente encantador. Benjamín era el chico más apuesto que alguna vez mis ojos hayan visto. Fue inevitable, me encantó. Pero nadie me dijo que un año después todo se iba ir cuando los celos obsesivos llegaron y con ellos yo quiero dejar la relación. Llegó a mi casa, me llevó con él, cuando le dije que era mejor dejarlo, lo hizo—las lágrimas caen por mis ojos sin yo quererlo o darme cuenta—él abusó de mi—Santiago abre los ojos, puedo ver claramente que este detalle lo ha tomado por absoluta sorpresa.
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Editado: 09.12.2024