Promesa de niños

Capítulo: 12

Gael

Salgo detrás de Naomi solo para ver cómo esta camina en busca de los gemelos que no se ven por ningún lado, aprieto mis puños con rabia, es mi culpa que ahora ellos no quieran verla, acabo de dañar lo más bonito que hay en esta casa, la relación de Naomi con sus hijos, ella no es feliz, eso dice y yo solo soy un idiota que no se atreve a contarle quien soy en realidad, con pesar entro a la cocina solo para ver a Thomas ahí, me tenso un poco, pero lo miro tratando de que no vea que estoy incómodo, no debí conversar con ella aquí, cualquiera pudo escucharnos, fueron los gemelos, ¿pero que hubiese pasado si Thomas era quien escuchaba?

—¿Cómo estás, hermano? —él se sienta y no parece estar bien —debes estar feliz con Lena aquí

—Sí, fue una sorpresa que no esperaba —él sonríe —no tienes buena cara

—Es por Naomi —tenso mi mandíbula —siento que no estamos bien 

—Quizá son ideas tuyas

—Intentamos tener otro hijo, pero hace unos días que no la veo bien —lo miro, es claro que uno de los dos miente —la amo Gael —Thomas mira mis ojos y se nota sincero —es el amor de mi vida, pero ella está fría y alejada, no sé que le pasa

—Como dije, pueden ser ideas tuyas

—Siento que la pierdo —mi hermano suspira, es mi culpa y eso me duele —y no puedo perderla Gael, si lo hago soy capaz de hacer una locura

—No digas eso

—No puedo vivir sin ella —asegura y siento miedo, no parece estar mintiendo y es culpa mía que Naomi esté fría con él, no debí acostarme con ella, maldigo en mi interior por la estupidez que he hecho sin pensar que le hacía mal a muchos.

—Amor —Lena entra a la cocina sonriendo —Oh Thomas qué tal? 

—Aquí, viendo lo feliz que es mi hermano contigo —Thomas la saluda sonriendo —bienvenida a la casa Lena, he escuchado maravillas sobre ti

—Gael exagera siempre —la chica que conozco desde hace años me abraza

—Buscaré a mi esposa y a mis hijos para que te conozcan Lena, Naomi te caerá bien —Thomas sale de la cocina luego de hablar, Lena me mira frunciendo el ceño y se la pregunta que hará ahora

—¿Naomi? —asiento con lentitud y comienzo a caminar alejándome de ella —Gael —sigo caminando hacia la habitación —es casualidad ¿verdad? que la mujer de tu hermano se llame igual que

—No es casualidad —mascullo cuando entro a la habitación, miro a Lena que ha cerrado la puerta, ella sabe todo sobre mí, nunca ha existido secreto alguno entre nosotros, menos una mentira, nos contamos todo, hasta lo más mínimo y el pasado no podía ser la excepción.

—Gael

—Es la misma Naomi

—El amor de tu vida —niego rápido

—La amiga que tenía de niño Lena, no es lo mismo —voy hacia el balcón y suspiro colocando mis manos en el muro de este

—¿Y qué sientes por ella? Estos días aquí me has ignorado, has estado distante, ¿ha tenido ella algo que ver? —cierro con fuerza mis ojos

—Cometí un error —volteo a mirarla solo para ver sus tristes ojos —no volverá a pasar Lena

—¿A qué te refieres? 

—Me acosté con ella —Lena abre su boca, pero no dice nada, me acerco a ella, pero se aleja de mí —lo siento, no quería, yo —me abofetea sin dejarme hablar —Lena —llevo una mano a mi mejilla —no volverá a pasar, es la esposa de mi hermano, solo me dejé llevar y

—Es la esposa de tu hermano Gael —se aleja más de mí —tienen hijos y tú me dices que te has acostado con ella —ríe histérica —¿qué clase de hermano eres? ¿Qué clase de mujer es ella que se acuesta con el hermano de su esposo?

—Ella no sabe que soy ese niño que conocía —Lena se sienta sobre la cama

—Debe de ser una cualquiera cuando se acostó contigo —me mira y aprieto mis dientes tratando de no defenderla —esa mujer no sirve Gael, no puede ser que tú

—Estoy contigo ¿vale? Cometí un error, ya te dije, no volverá a pasar —me agacho frente a ella —eso si aún quieres seguir conmigo

—Ella no vale la pena

—Lo sé —respiro hondo recordando las palabras de dolor de mi hermano —Lo sé Lena

—¿La amas Gael? —miro sus ojos

—Solo estaba confundido Lena, quiero estar contigo, no con ella, ¿me perdonas?

—Yo te amo Gael y quiero formar una familia contigo, pero si amas a otra yo

—Quiero estar contigo —repito y ella asiente —perdóname —vuelve a asentir esta vez sonriendo un poco.

★★★

Naomi

Me acerco a los gemelos que tranquilos están sentados en el jardín bajo un árbol, no me miran cuando me siento a su lado y me ignoran por completo, me quedo mirándolos sin saber que decir, las palabras sencillamente no quieren salir de mi boca y junto mis manos pensando en algo, ellos son mi vida, lo mejor que tengo, no estaban en mis planes, pero los amé desde el primer momento, tenía muchas necesidades, pero jamás la idea de abortar pasó por mi mente.

—Pequeños —siguen sin mirarme —lo que dije no es lo que siento

—¿Somos un error? —Laia me mira

—A veces las personas decimos cosas sin pensar, Laia, no quise decir eso, ustedes no estaban en mis planes, pero los amé desde el momento cero —Owen me mira

—Entonces si somos un error —lo miro

—Entonces serían el error más bonito de mi vida porque los amo y ustedes son lo mejor que tengo —tomo las manos de ambos —le dan luz a mi vida y no puedo vivir si no están conmigo, moriría de tristeza si no los tuviera —mis ojos se llenan de lágrimas, los gemelos se miran entre sí —necesito que me perdonen por mis palabras sin pensar

—¿Nos quieres? —sonrío con la pregunta de Laia y me acerco más a ellos

—Los amo —los abrazo sonriendo —los amo más que a nada en este mundo y nunca pueden pensar lo contrario —dejo salir mis lágrimas sin dejar de abrazarlos ni un segundo.

—Naomi —Thomas toma mi brazo cuando iba hacia la casa, me aparto de su toque con disimulo y miro hacia los gemelos que juegan tranquilos

—¿Qué quieres? —él suspira



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En el texto hay: pasado, niños, amor

Editado: 01.11.2024

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