Promesa de niños

Capítulo: 21

Kurt

Mientras espero en el estacionamiento del Hospital a que Thomas salga de este miro mi teléfono, sonrío mirando la foto de mi madre y mía y sé que debo ir a visitarla, respiro hondo porque siempre lo pospongo, verla siempre me trae recuerdos que he querido enterrar aunque los mismos recuerdos salen a la luz cuando veo a Naomi, los mismos recuerdos me hicieron querer ayudarla y ahora estoy aquí esperando al maltratador de su esposo para cumplir mi palabra y cuando este sale sonrío, mando un simple mensaje para que las cámaras se apaguen y bajo de mi auto luego de cubrir mi rostro como la vez anterior, me detengo detrás de Thomas cuando este abre su auto y sonrío.

—Thomas —él voltea rápido y al verme retrocede —te dije que no pegaras más a tu esposa

—No lo he hecho —voy hacia él que en vano intenta defenderse y pego su rostro a su auto con rabia

—¿Crees que los micrófonos que encontraste eran todos? —río en su oído

—Muestra tu rostro maldito infeliz —brama cuando tomo su mano derecha —hazlo para que pueda verte

—Pronto sabrás quién soy Thomas Cross —rompo su mano golpeando esta con la puerta de su auto, él chilla y cuando le suelto cae al suelo —vuelve a pegarle y te romperé la otra mano —mascullo antes de irme porque sé que con sus gritos alguien vendrá.

Mientras voy en el auto llamo a Naomi, respiro hondo cuando esta no responde y vuelvo a llamarla, ¿qué demonios hace que no coge el maldito teléfono? Preocupado por ella conduzco rápido hacia su casa sabiendo que es un error estar cerca de esta y al llegar detengo mi auto en la entrada, desde lejos la veo a ella y sonrío viendo como corre detrás de una pelota y juega con sus hijos, la imagen es muy bonita y hace que olvide hasta el lugar en donde estoy, los pequeños ríen junto a su madre, la risa de ellos llega hasta a mí y supongo que están disfrutando estar solos en la casa, vuelvo a marcarle hasta que veo que ella mira el teléfono, el cual traía en su pantalón y bufo, me estaba ignorando.

—¿Qué sucede? —es su bonito saludo mientras sigue jugando con sus hijos

—¿Por qué no tomas mis llamadas?

—Tenía el teléfono lejos —alzo una ceja, ¿en serio me está mintiendo? —estoy ocupada Kurt —suspiro

—¿Hablaste con Gael?

—Sembré la duda

—No basta con eso Naomi y lo sabes —ella patea la pelota, su hijo corre hacia esta dejando atrás a su hermana

—Créeme, le quitará la mitad a Thomas —sonrío

—Eso espero, sabes lo próximo que tendrás que hacer —ella respira hondo, los pequeños se pasan la pelota entre ellos

—Lo tengo claro Kurt

—Mañana quiero invitarte a un lugar Naomi —suelto la frase sin entender por qué lo hago

—¿Cómo dice?

—Que quiero llevarte a un lugar importante y hablaremos ahí con calma

—Kurt sabes que

—Créeme, Thomas estará ocupado con la empresa intentando eliminar su suciedad —ella no responde y me desespero —Naomi él saldrá mañana

—Ya veremos, mis hijos

—Pueden ir si quieren —frunzo el ceño, ¿qué demonios acabo de decir?

—Está bien entonces

—Bien —sonrío —ahora vuelve a jugar con tus hijos y quítales esa pelota —veo como ella mira hacia todos lados hasta que su mirada cae en el auto, sonrío, me encantaría ver ahora sus facciones —Y Naomi, no vuelvas a mentirme —cuelgo la llamada y arranco a toda velocidad alejándome del lugar.

★★★

Naomi

Termino de leer el cuento y sonrío al ver a los gemelos dormidos, estaban cansados, hoy hemos jugado más que nunca aprovechando que estábamos solos en casa, miro mi reloj dando un bostezo preguntándome por qué Thomas no ha llegado, no lo ha hecho verdad? De ser así él ya hubiera reclamado mi presencia, dejo un beso en la frente de Laia y luego beso a Owen, me pongo de pie y pensando en el agente salgo de la habitación, ¿a dónde querrá llevarme? La curiosidad no va a dejarme dormir bien, pero río pensando en su forma de decirme que no volviera a mentir, jamás hubiera imaginado que estaba a metros de distancia mirándome. Me congelo en mi sitio al abrir la puerta y ver a Thomas sentado sobre la cama mirando una de sus manos que está vendada, entro con cuidado sin dejar de mirarle.

—¿Qué te pasó? —él sigue sin hablar —¿tu padre está bien? —me acerco con cuidado y algo de miedo —estaba con los gemelos, debiste decirme que habías llegado

—Alguien cuida de ti —su mirada cae sobre mí y me tenso —¿sabes quien Naomi?

—¿De qué hablas? —Thomas sonríe

—El infeliz casi rompe mi mano, según los médicos faltó poco —suspira —¿no tienes idea? Si no supiera que Gael en ese momento estaba con mi padre juraría que era él.

—No sé de que hablas —me agacho frente a él y tomo con cuidado su mano —lamento lo que te hizo Thomas —miro sus ojos

—Mi padre mañana volverá a la casa

—No pareces feliz —menciono acariciando su mano, él niega

—Gael quiere su parte de la empresa y sé que papá querrá que se quede con todo, he luchado con ese lugar por años y todo para nada, mi padre no valora lo que he hecho —aprieta sus dientes con rabia y evito sonreír, todo está saliendo mejor de lo esperado

—Él intentará buscar algo en tu contra —Thomas mira mis ojos —va a intentar demostrar que eres culpable de lo que el agente de policía ese dice Thomas

—Me alegra saber que no soy el único que piensa mal de mi hermano

—Querrá quedarse con todo

—¿Por qué ahora estás en su contra? —una de sus manos toca mi rostro

—No cumplió su promesa porque no quiso, fue una promesa de niños, pero no la cumplió, además, tienes razón al decir que no es bueno, lamento haberme dado cuenta tan tarde Thomas, yo te traicioné y —mis ojos se llenan de lágrimas —lo lamento, él no es bueno

—Tranquila —susurra cerca de mi rostro —no pasa nada —su mano acaricia mi mejilla —Naomi, si mi hermano descubre algo me mandará a la cárcel

—No dejes que lo haga Thomas

—Lo intentaré, pero hay cosas que no puedo controlar, no sabré que hará cuando mañana llegue a la empresa —Thomas pasa sus manos por su rostro



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En el texto hay: pasado, niños, amor

Editado: 01.11.2024

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