Perdidos.

Yuuri salió de la cocina con un vaso lleno de agua, se había tomado uno antes y dudaba sobre salir o no, sin embargo quería dejar de ser un cobarde y estaba dispuesto a enfrentar los posibles regaños del mayor, vio a Víktor sentado en el mismo lugar y al verlo se hizo aun lado para que se sentara, le explico como debía hacer el ejercicio y se quedo un tanto retirado. Yuuri se sentía muy incomodo en esos momentos ya que sobre su cuerpo tenia la mirada del mayor, termino de hacerlo y se lo mostró para que lo revisara.

- Esta muy bien, has otra.- le paso el cuaderno.

- Me duele la cabeza, faltan unos días mas para los exámenes y aun tengo tiempo para estudiar...- comenzó a guardar las cosas con rapidez.

Estaba mintiendo, no le dolía nada mas que el corazón en esos momentos, se había enamorado de una persona que lo rechazaba y eso había sido un fuerte golpe, se tomo el resto del agua para contener las ganas de llorar que tenia en esos momentos y termino cerrando el libro. Víktor lo vio guardar todo y se sintió aun mas culpable, tenia claros sus sentimientos y cada vez que los negaba se hacia mas daño así mismo y hasta lastimaba a Yuuri, antes que Yuuri se pudiera poner de pie bien el peliplata lo tomo del brazo y lo tiro al suelo para subirse a su cuerpo, paso una de sus manos bajo la nuca del menor para manipularlo a su antojo, estampo sus labios contra los del chico quien estaba aturdido, puso sus manos sobre el pecho del peliplata mientras seguía el ritmo de aquel beso que era suave pero con una intensidad abrumadora.

- Me voy a ir al infierno...- comento Víktor cortando el beso.

- Llévame contigo por favor.- se levanto para buscar los labio del mayor de nuevo.

Se quedaron perdidos en los besos apasionados del momento, todo dejo de importar, no había edad y no había peligro ni miedo, solo eran ellos dos demostrando lo que sentían entre si, Víktor se tomo la libertad de tocar un poco la piel expuesta del abdomen de Yuuri la cual al tacto se contrajo un poco ante el cosquilleo que sintió.

- ¿Tienes cosquillas?- pregunto sonriendo.

- Un... poco.- Yuuri bajo su vista.

- Te quedaron chuecos los lentes...- al caer se le habían movido y Víktor decidió quitárselos y dejarlos sobre la mesita de centro- De verdad que no me canso de ver tus hermosos ojos cobrizos y quizás me vuelva adicto a tus suaves labios.- subió un poco mas su mano.

- Yo hubiera aceptado el rechazo, no hay necesidad que hagas esto por lastima.- comento Yuuri desviando su vista.

- Lo siento y no hago esto por lastima...- dejo caer un poco su peso sobre Yuuri ocultando su rostro el el cuello del chico- No seria capaz de jugar con tus sentimientos de una forma tan cruel como esta.- confeso sintiendo los delgados brazos de Yuuri rodear su cuerpo.

- Mila dice que es parte de su trabajo manipular los sentimientos de las personas y que tu eres un experto en eso.- Yuuri tenia ganas de llorar.

- Si es parte de nuestro trabajo... pero tu me has desarmado por completo, estoy aquí temiendo que me odies por lo de hace un rato atrás.- no pudo seguir aguantando su peso y se acomodo sobre el menor.

- Yo no soy nadie...- comento mientras veía el techo un poco borroso, porque no tenia lentes y porque las lagrimas estaban llenando sus ojos.

- Te convertiste en un todo para mi cuando pensaba no tener nada  y ahora... ¿como lo niego? ¿Como niego que me he enamorado de ti?- paso sus manos bajo la cintura del chico y lo abrazo.

- No quiero que me lastimes...- se le quebró la voz.

- Solo dime que no me odias.- se levanto y lo vio a los ojos.

- No puedo odiar a la persona de la cual me he enamorado.- se sonrojo hasta las orejas.

Víktor sonrió y volvió a besarlo, sentía que se había quitado un peso de encima al confesarse a pesar de que no lo había hecho bien y las palabras de Yuuri se sintieron como un bálsamo que le hacia menos dolorosa la culpa de haberlo herido con su rechazo al principio, el beso se fue haciendo cada vez mas intenso y Yuuri dejaba de tener miedo, ambos habían comenzado a sudar por todas las emociones que iban y venían entre ellos, el aire acondicionado no serbia de mucho y las caricias fueron aumentando. Víktor ya conocía los placeres del amor y le estaba siendo difícil controlarse y no sobrepasar los limites con Yuuri quien no le ayudaba mucho quedándose quieto bajo su cuerpo y con todas las defensas bajas dispuesto a todo, se acomodo aun lado con la curiosidad de ver el abdomen del menor: piel blanquecina, suave y plano, se mordió la lengua para no comentar nada obsceno con aquella vista.

- No deben tardar en regresar.- comento Víktor deteniendo sus toques.

- La otra vez vinieron cerca de media noche... ¿Tienes miedo de lo que pueda pasar?- sintió un golpe bajo con aquella pregunta.

Yuuri era una persona muy receptiva y se percataba muy rápido de las cosas y los temores que asechaban al rededor de su grupo mas cercano y eso era algo que Víktor odiaba un poco pues por mas que quisiera aparentar que nada le pasaba Yuuri lo leía con una sola mirada.

- Tengo miedo de propasarme y llegar a lastimarte.- comento sonriendo.

- ¿Por que me lastimarías si ya se tus sentimientos por mi?- pregunto inocente al verdadero significado de las palabras de Víktor.

- No lo entiendes y no se si debería explicarte en que sentido me propasaría.- hizo pequeños círculos con su dedo alrededor del ombligo de Yuuri.

- Quiero saber... muéstrame por favor.- Viktor quería levantarse y huir.

Yuuri estaba acostado sobre su brazo mientras lo veía con atención, los brazos del menor estaban a los costados y tenia una de las piernas un poco flexionada, expuesto de forma inocente ante una fiera que se estaba conteniendo lo mejor que podía.

- No creo que sea el indicado para decirte estas cosas tan... tan perversas.- desvió la vista nervioso.