Jueves 6 de noviembre – por la noche.
Ya que la guía turística con fines académicos que se realizó luego de la merienda terminó antes de lo previsto los alumnos tenían un tiempo extra para su disfrute. Después de organizarlo con un profesor para que los acompañara (porque la ciudad no es muy segura) 8 estudiantes de quinto años salieron, entre ellos Julián y Noah.
La salida había terminado y mientras los carteles de luces se encendían para suplir la carencia de la luz natural el grupo regresaba caminando hacia el hotel, en sus manos Julián y Noah tenían un producto que eran bolas de helado sobre un cono hecho de panqueques, Noah no sabía el nombre del producto, era muy difícil conseguirlo en Salta.
A3 había dicho algo gracioso por lo que su mejor amigo se reía, pero era una risa distinta a la normal <Se siente muy extraño> pensó a la par que le daba un mordisco al panqueque con helado <Ya no puedo sentir a A3 como mi mejor amigo, no después del tiempo que estuve pasando con TCC, si se supone que él ya no tiene alma ¿Qué es esto que siento cuando estoy con él?> tal vez ahora su cuerpo sea el de un niño pero disfrutaba pasar el tiempo con él mucho más que con A3, incluso si se ponía a analizar la situación podía decir que más que con A2 incluso.
Claro que esto no era culpa de A3, pero ahora al estar con él Noah sentía como si estuviera con Iris y Micaela, si son sus amigas, pero no eran sus mejores amigas y ahora A3 tampoco. No desde que ya sabía toda la verdad.
Cuando el grupo de estudiantes y profesores llegaron al hotel se llevaron una sorpresa al encontrarse con casi todos reunidos en el restaurante, claro que se acercaron curiosos a ver que sucedía. Mientras más se aproximaban A3 pudo ver que quienes estaban en el centro de toda la conmoción eran sus otras dos mejores amigas, adelantó el paso y cuando con mayor claridad las veía sabía que no había pasado algo bueno.
Los estudiantes y profesores a su alrededor se notaban preocupados e intercambiaban susurros de peligro, sus dos amigas tenían la cara perdida y los ojos dilatados. Unas cómodas mantas cubrían sus cuerpos y en la mesa en frente había tazas con chocolate caliente, al llegar una profesora que estaba hablando por su teléfono le indicó al profesor que acababa de llegar que se acercara a ella.
A3 se abrió pasó entre la multitud de estudiantes. –Chicas ¿Qué pasó? –preguntó desesperado. Al lado de ellas estaba Lois intentando consolarlas, sus rostros estaban enrojecidos y evidenciaban que estuvieron llorando, quizás bastante.
Micaela observó al chico pellirrojo y liberó un atisbo de sonrisa. –Julián, que suerte que estas aquí y estas bien. –Ella no pudo decirle nada más aparte de eso.
La presidenta del consejo estudiantil le hizo unas señas a otras chicas para que vinieran a consolarlas y Lois se puso de pie para explicarle la situación a Julián, lo tomó de la muñeca para llevarlo fuera de los susurros de la multitud. –¿Qué está pasando aquí Lois?
El cabello castaño de un tono naranja que tenía estaba más despeinado de lo normal y su rostro también más serio. –Ya no se van a permitir hacer más salidas de noche y tampoco a la tarde sin la compañía de un profesor porque… según lo que tus amigas dijeron, fueron asaltadas por unos tipos en una moto. Las rodearon, se bajaron y les apuntaron con un arma para obligarlas a entregarles todo.
A3 se quedó paralizado al escuchar eso, sintió que el mundo que lo rodeaba se oscureció. Intentó evitarlo pero tenía gran parte de la conciencia del primogénito asi que su mente incontrolablemente creó escenarios hipotéticos, las habían asaltado ¿Qué hubiera pasado si las herían de gravedad? Peor ¿Qué hubiera pasado si las asesinaban en el asalto? Por su propia cuenta A3 comenzó a desesperarse e hiperventilarse.
Lois notó esto y usó sus manos para agarrarle los brazos. –¿Está bien? ¿Te pasa algo?
–Es que… esto… no tiene sentido. Se supone que este lugar es muy seguro, esta zona, no debería tener delincuencia. –Guiado por las suaves manos de Lois este fue llevado a sentarse en una silla de una mesa cercana.
–Lo sé, yo pensaba lo mismo. Pero tal parece que nos confiamos demasiado, hay que tener más cuidado.
Empezando a controlar su respiración A3 intentó reincorporarse. –¿Dónde fue que ocurrió?
–Me dijeron que fueron a comprar a un negocio a cinco cuadras de aquí.
Tanto los dos miembros del consejo estudiantil así como todos los demás estudiantes presentes se quedaron callados para observar a la profesora que se acercaba. –Ya denuncié el incidente a la policía chicas, llegaran en un rato para que terminen de hacer la denuncia. Pueden dejar todo en sus manos.
A3 soltó un bufido.
TCC soltó un bufido.
El niño se encontraba frente a una computadora de escritorio revisando algunos planos y comprobando algunos cálculos, había diagramas de circuitos eléctricos, un dibujo del reactor N0t y palabras escritas como “Némesis”, “Omega” y “Alfa”. Seguido de que el aire caliente saliera de sus fosas nasales este se puso de pie, dio media vuelta sobre su propio eje para que su rostro apuntara a la puerta y entonces el clon sombrío apareció del otro lado.
–¿Puedes explicarme que se supone que significa eso?
Aquel hermano biológicamente idéntico, pero con un cabello rojo granate, estaba sudando frio ante la reprimenda que sabía que le esperaba. –No tengo una respuesta, administrador. –Esa palabra, esa particular palabra, un sustantivo, específicamente un sustantivo de profesión. Es la forma que los clones usan para referirse a TCC cuando la situación es muy seria, formal o el niño está enojado; como lo es el caso de ahora.
–Esta zona fue la primera en limpiarse cuando inició el proyecto, no hubo incidentes delictivos en meses. –El niño se dio media vuelta y golpeo con fuerza el escritorio–. ¡Y ahora que vinieron mis amigas les robaron! –Volvió a centrarse en el Modelo Sombrío–. ¿Entiendes eso Nox? ¿Te distrajiste justo ahora? ¿Y con ellas?
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Editado: 20.03.2024