Capítulo 36: El Sendero a Seguir, la Decisión a Tomar

Jueves 13 de noviembre.

Una cosa es sentarse en una silla pero más bien lo que Noah hizo fue dejarse caer, similar a una sustancia liquida esparcida por toda la silla, como si se estuviera derritiendo. Esa era su forma de estar cómodo en la silla ergonómica mientras tenía un joystick conectado al CPU y jugaba un videojuego en la computadora.

     Sin medir mucho su fuerza el chico apretaba con furia los controles del mando remoto y ni aun así pudo llegar a superar el nivel, en sus dos monitores se formaba una gran palabra roja que decía “Game Over”. Al verla Noah se enojó todavía más y lanzó el joystick sobre la cama, este rebotó y se quedó al borde entre caerse al suelo y no.

     <Que juego de mierda> pensaba a la par que cruzaba los brazos. Se supone que jugaba para poder despejar su mente pero solo estaba obteniendo el resultado contrario, y eso solo ponía todo peor. Fue entonces que una voz robótica se escuchó desde lo alto. –Se detectan niveles anormales de estrés, se sugiere salir a caminar afuera.

     –Ja. Que estupidez, estoy bien. Haz el análisis otra vez. –Le ordenó a la casa a la par que miraba al techo.

     –Siempre debo hacer los análisis dos veces antes de dar un informe, puedo realizarlo una tercera vez si es que gustas.

     El chico blanqueó los ojos y se levantó de la silla, caminó hacia la ventana para ver el patio delantero y más allá. El día parecía uno normal, estaba todo el cielo gris y por el movimiento de las hojas se delataba el correr del viento fresco <Tal vez salir afuera si me ayude> se volteó a la computadora <Esa mierda sí que no me está ayudando. Podría cambiar el enfoque>. Esta no era alguna tontería que podría posponer hasta que ya no tuviera opción y eligiera cualquier cosa, se trataba de una misión muy importante de la cual van a participar varios clones de su mejor amigo.

     Noah regresó hasta la computadora para cerrar el juego y apagarla. –Casa, dime el pronóstico del clima para hoy.

     Hubo un segundo de silencio. –Las probabilidades de lluvia acida son menores al 10%, no hay problemas en realizar cualquier tipo de actividades en el exterior. Las precipitaciones normales tampoco llegan al superar el 20% por lo que es la misma situación. Sugiero llevar un suéter o ropa un poco abrigada.

     Rumbo hacia su placar del otro lado de la cama el estudiante se sacó las pantuflas que llevaba puestas para ponerse unas zapatillas, buscó y se colocó también una campera algo fina de color negro, así combinaba con su remera blanca. Abrió un cajón para sacar un collar de metal y ahora sí estuvo listo para salir.

     Su barrio es un lugar muy tranquilo, las casas son bastante rusticas y como mucho suelen llegar a tener un segundo piso. Todas tienen rejas y lindos jardines delanteros, esto era un patrón que el estudiante relacionaba con el hecho de que muchos ancianos y jubilados vivieran allí. Como son personas con mayor tiempo libre suelen desarrollar ese tipo de pasatiempos.

     La mayoría de casas hechas de ladrillos combinaban muy bien con el suelo adoquinado y la calle pavimentada, pero al final de cuentas Noah no sabe nada sobre arquitectura y era solo su propio gusto personal <¿Qué se supone que debo hacer?> esa pregunta se repetía una y otra vez en su cabeza, imaginando que tal vez de tanto decirla encontraría mágicamente una respuesta satisfactoria.

     Sumergido en su bucle de pensamientos, y sin percatarse, las grises nubes del cielo comenzaron a descender hasta tocar la tierra. El barrio quedó envuelto en niebla, mientras que los pasos de Noah resonaban como ecos perdidos entre las casas veladas por la bruma. Su figura se desdibujaba a la par que más se adentraba en la niebla. Perdido.

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Uniendo varias mesas se había formado una redonda y mucho más grande, casi ni se notaban los bordes de estas porque estaban llenas de papelas dibujados, con información, tablets, fotografías y otros tipos de datos. Había una lámpara amarilla en la cima del techo que lo iluminaba todo, pero aun así los costados de la habitación quedaban sumergidos en la oscuridad, cualquiera pensaría que se trataba de un bunker secreto o lugar subterráneo, pero no era más ni menos que el último piso de un hotel de cuatro estrellas.

     Varias personas casi idénticas se encontraban rodeando la gran mesa que armaron, subido sobre un banquito para parecer más alto estaba un niño, a su costado otro con brillantes ojos verdes como esmeraldas reflejando el sol. Luego les seguían: G2, I9, I10 y C1.

     –Ya me comuniqué con nuestro “grupo afiliado” del Medio Oriente y el helicóptero tiene que llegar mañana como mucho –informó el niño. En frente suyo aparecía la fotografía de un helicóptero con dos brazos que salían a sus lados y de los cuales aparecían hélices arriba, tenía un color grisáceo y se notaba que fue usado en varias ocasiones ya.

     Seguido a eso R acercó unos planos. –Ya logré conseguir todo lo necesario, si trabajo toda la noche para mañana tendría listo el prototipo de sistema de camuflaje. Así los radares de la isla no podrán detectarnos al llegar.

     –[Recordatorio]: Si está listo mañana entonces ese mismo día debemos realizar las pruebas, para asegurarnos que funcione.

     –Es verdad I9. –R se volteó a TCC y confirmó con su glamorosa voz–. Para el sábado a la mañana estará el informe de rendimiento. –Esa voz siempre le transmitía mucha confianza al niño que ahora se limitó a asentir con la cabeza.

     Todos los presentes en la mesa pasaron a observar a G2, este acercó al centro de las mesas dos tablets que mostraban una serie de estudios médicos. –[Información]: Los estudios de motricidad, resistencia y fuerza cumplen con lo esperado. Lo único que me queda es comparar el correcto funcionamiento del reactor N0t y su sinergia.