Capítulo Dos

Luz...

Cámara...

Acción...

"Una propuesta para el príncipe"

Addison.

Esto tenía que ser una broma.

No creo poder hacer algo como eso, estoy acabada, perderé la nota, no me graduare y seré un fracaso para el club de escritura.

Tal vez la muerte sea una opción.

No, no puedo morir, mamá dijo que prepararia postre en la cena, no puedo dejarles tal delicia a mis hermanos.

Entonces ¿qué puedo hacer?

Atraje a Panda a mi pecho y lo abrace con fuerza, sólo el podría darme fuerzas en momentos como este.

-¿Qué haces, Addi?-Preguntó Sophia, mi hermana menor y molestia matutina.

- ¿Te importa acaso?- Alcé una ceja mientras aplastaba a Panda entre mis brazos.

-No, pero necesito que te apartes para tomar mis fotos, necesito espacio en mi habitación.- Habló egocéntrica.

Quince años y ya ser cree lo mejor.

Le arroje la almohada provocando que su cabello se desordenara.

- ¡La habitación es de ambas asi que aceptalo!- Comunique como las miles de veces que lo hago.

-Te graduadas e irás a la Universidad, así que está habitación será solo mia.- Dijo en un tono alegra y festivo.

- Tal vez no vaya a la Universidad.- Me giré en la cama y continúe con Panda en mis brazos.

- ¿Qué? ¿cómo?- Me tomó de la muñeca y me atrajo a ella, su mirada mostraba suplica- ¡Debes ir, tienes que ir! No es una pregunta es una afirmación, quiero estar con mis amigas sin tener que soportarte aquí, ¿Qué te hizo cambiar de opinión? Yo lo resuelvo - Comentó de forma segura y desesperada.

Aparté sus manos e intenté que se calmara un poco.

- Tranquila, lo que sucede es que no creo poder con el proyecto del club de escribir, - Suspiré frustrada-tengo que estudiar a alguien, y ahora creen que al chico que me refería era "El principe"- Dije en lo alto con completa frustración.

-¿Qué hay de malo? Él puede aceptar, es un amor de persona, Addison.- Olvidaba que ella de igual modo ama a ese chico.

- No lo es, Sophia, ese idiota no me convence en lo absoluto.- Declaré luego de levantarme de mi cama.

-Hermana, dime la verdad, no te juzgaré. ¿Te gustan las chicas?- Detuve mi andar al baño y la observé con sorpresa por sus palabras.- es que, - Suspiró - enserio, no has dado ni un beso, eso es de preocuparse.

La amenace con la mirada para luego caminar al baño. Abrí el grifo, tomé el agua entre mis manos y la esparci a mi rostro.

-Oye, creo tener una solución para que hables con Ethan.- Comentó desde la puerta, Sophia. Mientras tecleaba su teléfono.- No aseguro que funcione pero,-Detuvo sus palabras al ver algo en su celular, comenzó a teclear rápido.

Tomé una toalla y seque mi rostro.

-¿Pero...?- insistí por una respuesta ya que esa máquina es una adicción para ella no puede soltarlo en ningún momento.-¡Sophi, reacciona!- Pedí en forma de mandato.

Apartó la vista de la pantalla.

-Ah, si, ¿dónde quedé?

Vaya que ese aparato la tiene mal.

-Dijiste tener una solución ¿cuál es y de qué se trata?- Mi paciencia era prácticamente cero.

-Hables con él por Facebook, es la red social que más utiliza, verás que aceptará al instante.- Comunicó con facilidad.

La observé con incredulidad.

-Él es un idiota. Sophia, seguramente actuará como un tonto seductor para luego mandarme a comer barro. No me humillare como todas esas idiotas que no dudarían en abrir sus piernas con un chasquido, no me considero esa clase de chica.- Declaré luego de colocarme mis gafas.

Rodeó los ojos y me observó con enojo.

-Bueno, si aceptas- Dejó una nota encima de mi cama- ahí está como lo puedes encontrar.

Salió de la habitación luego de azotar la puerta con fuerza.

Caminé a la cama y observé el papel desde donde estaba, quise tomarlo, quería de verdad saber que podría ocurrir si le preguntaba. Tal vez llegaría llegar a ser la brula o tal vez obtenga una respuesta positiva.

Negué ante tales ideas.

Debo concentrarme en buscar a alguien más. No puedo, ni debo perder mi tiempo en estas tonterías, sé que no aceptará, es mejor rendirse ahora que intentar algo que se que no llegaré a alcanzar.

Escuché el claro sonido de un auto que acaba de llegar a la casa. Me encaminé a la ventana y observé a la camioneta negra y a los dos escoltas. Al verlo bajar di por sentado que nos quería a todos ahí. Amarre mi cabello en un moño grande, observé por última vez mi apariencia para luego encaminarme a la sala.

Siempre es asi, tiene un viaje de negocios importantes y llega con obsequios que cree que llenan su ausencia. No hablo mucho con él, creo que su ausencia es algo a lo que ya estoy acostumbrada, no siento algo siquiera por él. Es sólo un extraño que visita mi hogar y me da dinero como más una obligación o se podría decir pago por nacer.

Me pregunto, ¿dónde quedaron esas muestras de cariño? ¿soy tan poca cosa para él que tiene que mandar a otros en los días importantes para mis hermanos y para mi? ¿es tan dificil que se presente o se sienta orgulloso solo una vez? No me quiere, ni siquiera un poco, eso está claro para mi.

Desde que él se fue siento que la armonía en la casa ha mejorado, no me siento tan precionada por tener que ser igual de buena que Roger, sé que él no desea que haga esto y que en parte lo decepciono por como soy. Pero, no vine a este mundo a demostrar a ese hombre alguien que no quiero ser, no soy como mis hermanos, yo no voy a rebajarme a ese hombre.