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_ Es verdad. –Comienza finalmente- se negaron a participar en el experimento.

_ Ellos querían saber cómo sería nuestra descendencia. -Responde el de cabello negro- Querían saber si serian aptos.

_ ¿Y ssi no lo eeran?

_ Modificarían lo que no era aceptable y lo volverían a intentar.

_ ¿Qué significa eso? ¡Explícate!

_ Experimentarían con nosotros para corregir el error y se desharían de los niños.

_ ¿Deshacer? -Cuando no dijeron nada palideció- Me alegro de que no participaran.

_ No lo hicimos por eso.

_ ¡Lo se! ¡Entiendo! Igual me alegro. .

Por un segundo sentí como si no debiéramos estar ahí, mientras ellos hablaban ignorando a los demás en la habitación un sonido chirriante seguido de un fuerte golpe rompe el silencio espantándonos a todos, cuando la nube polvo se asienta caemos en que estamos encerrados, la barra metálica que sostenía la puerta cedió ante su peso y finalmente esta se cerro, todos nos quedamos viéndola como si fuera a decirnos que hacer.

_ ¡Mierda! -Patricio rompe el silencio- Terminen sus tareas Nicolás y yo buscaremos la manera de abrirla.

Dado que ya todos estábamos tranquilos con los gemelos nos pusimos a trabajar, confirmamos algo que ya imaginábamos, los científicos tenían planeado terminar con ellos por lo que no había provisiones de ningún tipo almacenadas, solamente un par de pistolas viejas destinadas a la protección personal, las tome con indiferencia, era mejor que nada, pero esto nos dejaba con un problema, estábamos casi sin raciones y con al menos tres días de viaje antes de ver cualquier forma de vida sin que eso signifique que sean comestibles. Patricio y yo buscamos la forma de hacer palanca, intentamos empujar pero no logramos levantar la puerta sobre nuestras cabezas.

_ Nosotros podemos levantarla. -La voz del gemelo de cabello negro vino de nuestra espalda- También queremos salir.

Compartimos una mirada especulativa y llena de dudas.

_ No queremos hacer mal, queremos vivir la vida que nos dieron.

Aunque tenía sentido seguía dudando ¿Por qué dudaba de ellos mientras que Kieran y Brandon no me inspiraron la misma desconfianza? Ante mi mirada Julián da un paso adelante de él.

_ Me hare responsable de ellos, tu cuidas a Kieran, Laura a Brandon… yo puedo cuidar de ellos.

_ No. -Responde rotundamente Patricio-

_ ¿Por qué no? ¿No crees que sea capaz de algo tan simple?

 _ No se trata de eso. -Intento-

_ Mi nombre es Lucius y él es mi hermano Lucas. -El gemelo de cabello negro da un paso interrumpiéndonos- Estaremos a su cuidado.

Pese a la sonrisa cordial y gesto amable, la agresividad es obvia en su mirada.

_Creo que hay cosas más importantes de que hablar. -Comienza Laura- Como lo que dijo Lorena.

_ ¿Hay novedades? -Cambio  mi atención a ella que a su vez señala a Patricio-

_ La verdad es que si. -Por un momento se reúsa a apartar la mirada de Lucius pero finalmente lo hace- Dijo que volvieron, pero solo te dará la información a ti… dijo que el precio será muy alto.

_Debe ser algo importante. -Murmuro-

Olvidando el problema sobre la confianza hacia Julián y divagando sobre Lorena nos disponemos a pasar la noche, Patricio y yo nos negamos a abandonar la guardia y pasamos la noche vigilando a los gemelos, por su lado los demás descansaron mientras que los gemelos charlaron envueltos en su mundo y Kieran se negó a abandonar mi lado, ya no me molestaba tanto, empezaba a acostumbrarme a tenerlo ahí. Unos suaves rallos de sol se filtraron por una fisura en la puerta y el movimiento comenzó, Lucius levanto el pesado metal sin esfuerzo aparente y partimos de regreso a casa, no nos detuvimos hasta el anochecer, esta vez Kieran se ocupó de la fogata apenas comenzó el frio, los gemelos permanecieron a distancia bajo la vigilancia discreta de todos excepto Julián quien intentaba hacerlos sentir bienvenidos en todo momento. Aunque Kier no se veía especialmente preocupado se mantenía vigilante, esa noche me dormí recargado en su hombro por lo que fui capas de notar su sobresalto con relativa facilidad.

_ ¿Qué sucede? -pregunto en medio de un bostezó-

_ Hay alguien vigilándonos.

Eso me despertó completamente, con un gesto le digo que esperemos, veríamos lo que querían antes de despertar a los demás, permanecemos inmóviles por un rato antes de que note lo incomoda de la posición.

_ Lo siento. -Me desperezó- Debes estar dolorido.

_ Estoy bien.

Sus movimientos rígidos al ponerse de pie lo desmienten, un suave crujido al otro lado me dice que ya es hora de despertar a los demás.

_ ¡Oigan perezosos! -Medio grito asustando a todos-

_ ¿¡Qué demonios Nico!? -Regaña una adormilada Laura-

_ Creí que sería mejor que estén despiertos para esto.