Un carraspeo hizo que los hermanos se separaran, JungKook el cual había despertado desde que HaNa empezó a hablar con JaeMin; tenía curiosidad y no quería quedar con la incertidumbre así que se hizo el dormido para poder escuchar. Aún tenía dudas y esperaba que HaNa las contestará más tarde.
─ Oh, ¿cómo estás? ─ Preguntó JaeMin con una sonrisa amistosa.
─ Bien. ─ Respondió también con una sonrisa.
La habitación quedó en silencio, JaeMin sentía la tensión así que salió rápido de ahí.
HaNa al ver como su hermano menor se fue, suspiró, debía encargarse del azabache, no quería ser su niñera y guía turística.
─ Escuchaste todo ¿no? ─ Preguntó. JungKook asintió, la chica bufó y se sentó en el sofá, el chico de igual forma se acomodó en la cama. ─ Pregunta entonces.
─ Bueno... ¿Por qué asesinaste a las chicas? ─ Cuestionó.
─ Es fácil, la primera que murió, la mate para que la segunda se asustará y hablara.─ Respondió con simpleza.
JungKook trago duro y se cuestionó si seguir preguntando, tenía dudas y HaNa parecía estar de buenas así que lo aprovecharía. ─ No entiendo, si la segunda chica te dijo que iba a cooperar ¿por qué la mataste?
─ La segunda chica no fue una santa, tampoco la primera, cada una de ellas ayudo en secuestros de niñas, y no, nadie las obligó a entrar en ese negocio. En sus expedientes dice si está trabajando bajo amenaza o en voluntad propia y en cada un de las chicas que murieron, todas trabajaron con voluntad. ─ Explicó.
JungKook sabía que las chicas habían hecho mal, pero HaNa o alguno de esas personas que antes estaban en la habitación no debían tomar justicia por su cuenta.
─ No debiste matarlas, ¿no era mejor llamar a la policía? Tenías las pruebas necesarias podías hacerlo. ─ Espetó JungKook, quería creer que HaNa estaba arrepentida de ese asesinato, que era la primera vez que mataba a alguien, pero algo muy en el fondo sabía que esa solo era una simple mentira. JungKook nunca podría olvidar como HaNa sonrió al ver el cuerpo de esa chica en ese charco de sangre.
─ Crees que harían algo, por favor, ¿vives en una nube?, esas personas tienen dinero; poder, ¿piensas que irán a la cárcel?, si piensas eso estás equivocado. Con un poco de dinero estarán libres, primero expondrán todo por las noticias; mostrarán sus crímenes. Luego irán a juicio y se declararan culpables, después su abogado pedirá casa por cárcel e inventarán una enfermedad para afirmar que están mal de salud y un centro penitenciario nada más lo empeorará. También en el mejor de los casos le pagarán al juez, la policía, fiscales, abogados y otras personas para no ir a la cárcel. Las leyes de esta clase son solo para los pobres. ─ Declaró con una sonrisa burlona. JungKook estaba de acuerdo, pero no era razón para matarlas. ─ Mira JungKook, no me interesa si tú crees que lo que haga está bien o no, tú no tendrás que matar a nadie. Solamente mantendrás tu boca cerrada si no quieres terminarán como esas chicas.
JungKook asintió con miedo y preguntó: ─ ¿Cuándo podré irme?
─ Nunca.─ Declaró.
JungKook estaba estupefacto, quien se consideraba que era para no dejarlo irse, se recompuso y exclamó: ─ ¡Claro que me iré! ¡No eres quien para mandarme!
HaNa miro al azabache de manera burlona, y se burló diciendo: ─ ¿Por qué te quieres ir? No hay nadie allá afuera preocupado por ti.
─ ¡Claro que si! Esta JaeHyun y mi familia. ─ Exclamó entre dientes.
─ De pronto tu familia, pero no YoonOh. ─ Se burló.
─ Claro que si, ¿por qué no lo haría? ─ Indagó.
HaNa dio una risilla y dijo: ─ No creo que los muertos se preocupen por los vivos.