- FANNY -
Habían pasado un par de días desde que habían atrapado a los sospechosos de mi asesinato y encubrimiento y desde esa vez todo el pueblo parecía haber entrado en una caótica revolución de chismes.
La noticia de la detención de Philip Courtney no se limitó al diario local, también fue a parar a los medios de todo el país. Yo salía en cada plana y en cada pantalla de cada Estado.
Y no podía hacer otra cosa que quedarme encerrada en la casa esperando que ninguno de los medios que a veces rondaban la cuadra para hacer entrevistas me viera y armara un escándalo.
Oliver Maxwell me había dicho que estaban armando un gran caso para el juicio que se aproximaba en unos días y, al ser uno revolucionario y del que todos estaban al pendiente, iban a proceder con una gran condena para los acusados. No habría gatos sueltos esta vez.
Inclusive iban a comenzar a investigar al juez que dio la sentencia anterior para saber si estaba también involucrado en el encubrimiento.
La noticia de que Richard Hudson era el presunto hijo de Tom Ways viajó rápido también y ni hablar cuando detuvieron a John tratando de huir del Estado de Florida en auto y lo obligaron a hacerse un estudio de ADN con Tom. Ahora estaban averiguando en qué casos estaba involucrado como para querer borrar su apellido.
Y, por supuesto, todos en esta casa esperaban el día en que ya no apareciera. Jake no les dijo sobre el incidente en que comenzaba a desaparecer, al menos no a todos, pero tenía la leve sospecha que había hablado con Dylan sobre ello. Y si lo sabe Dyl, lo sabe Megan también.
Era un constante vaivén de sentimientos esta casa, de idas y venidas. Jake se la pasaba encerrado y revoloteando a mi alrededor, me agradaba eso pero me molestaba le hecho de que esté esperando que me vaya. Me ponía mal que esté esperando la inminente despedida en vez de disfrutar de lo que podría quedarnos.
Dylan se la pasaba en la clínica con Megan y Danna, hoy por suerte le darían el alta y regresarían a casa. Así que sus estadías se basarían en la casa de la chica y la nuestra. Sus padres se tuvieron que ir después de todo el revuelo, dijeron que volverían para el juicio que habría dado que Dylan debía testificar y era menor de edad.
Según lo que él nos había contado, Megan estaba haciendo un inmenso y glorioso borrador que más tarde pasaría en limpio y se imprimiría en el diario del colegio contando, desde cero y a grandes rasgos para obviar mi presencia, cada una de las pistas que fueron consiguiendo y que ahora estaban en manos de la justicia.
La foto de Tom Ways y John Stevenson se había salvado por suerte y además de su desenvolvimiento en el caso ya habían registrado sus casas. Mi cuerpo estaba retenido por las pericias, pero se suponía que luego del juicio sería enterrada nuevamente junto a la tumba de mi madre.
Entonces, el día del juicio había llegado y Oliver Maxwell había sacado de la galera un gran plan estratégico que armó con la ayuda de Megan Smith.
Así que Tina me había prestado algo de ropa formal y ahora todos nos dirigíamos en el auto de los Maxwell al edificio de justicia. Jake recibió un texto de Dylan diciendo que ya habían llegado e inclusive nos avisó que la familia de Gabe Shuts estaba allí también, fueron llamados a testificar nuevamente.
Antes de entrar, en el salón previo, nos permitieron los adultos un momento entre los chicos y yo. Miré a los cuatro y no pude vislumbrar ni de cerca la suerte que tenía por haberlos encontrado, bueno, más bien de que Jake me viera y no decidiera creer que estaba loco.
— Gracias a todos por estar aquí conmigo, por haberme ayudado desde el primer momento — Les dije susurrando para que las personas que pasaran no me escucharan — Son los mejores amigos que podría haber pedido...
Megan me abrazó con los ojos llorosos, después se le sumaron los chicos y nos mantuvimos así hasta que una voz nos obligó a separarnos.
Cuando miré sobre mi hombro la pequeña Lucy Backs parecía estar a punto de desaparecer de lo pálida que se encontraba, al igual que su madre.
— ¿Fanny? — Preguntó ella temerosa.
— Oh, no. Lo siento — Me obligué a decir, recordando el gran entramado de mentiras que tuve que aprenderme — Mi nombre es Casandra Levingston, pero me han dicho que me parezco mucho a ella... ¿Era tu amiga?
— Mi mejor amiga — Susurró, sus ojos estaban a punto largar lágrimas y su voz sonó ahogada.
Me hubiera gustado abrazarla y decirle que era yo en realidad, que no tenía por qué estar triste porque yo estaba bien. Pero no podía, así que me las ingenié para recibir un abrazo igualmente.
— ¿Quieres abrazarme? Será como abrazarla a ella, estoy segura de que lo sentirá... esté donde esté.
Ella no esperó por más, simplemente corrió y me abrazó con fuerza soltando las lágrimas retenidas.
Su madre me miró algo aturdida pero trató de recomponerse y murmuró un suave "lo siento". Solo negué con mi cabeza restándole importancia mientras disfrutaba del abrazo de la niña.
— Estoy segura de que ella estará orgullosa de ti — Le susurré mientras Lucy se alejaba recomponiéndose un poco — Pareces ser una buena niña.
— No lo soy — Me dijo algo angustiada y en voz baja — Sé cosas que no puedo decir, pero podrían ayudarla en el juicio.
Puse mi espalda recta y asentí comprendiendo, ella, Theo y Sam sabían demasiado para ser un par de niños. Esperaba que su infancia no se viera oscurecida por todo lo que tuvieron que vivir.
— Entonces es el momento de ser valientes — Le susurré de vuelta — Nadie podrá hacerte daño, ella jamás lo permitiría. Estoy segura de que te está protegiendo desde algún lugar.
Ella asintió con firmeza y Lorena la llamó para irse, se despidieron de mí y me volví a ver a los chicos. Jake me miraba sonriente, sabiendo lo que me había gustado ese abrazo y cuánto lo había anhelado. Las puertas del edificio se abrieron nuevamente y Eliza Hudson entró con su hijo, Theo.
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Editado: 05.08.2020