Punto de quiebre

Capítulo 9

Me volví callada; no salía tanto con Denna, y eso hacía que ella también me reclamaba mi olvido.

Entonces ¿a quién le hacía caso? mis profesores me decían que no debía tener distracciones, y mi familia me pedía un poco de descanso, que vuelva por unos segundos a los momentos de antes. En mi habitación solo había foto de lugares y momentos que quería revivir, y en los ensayos siempre me repetían “Da más de ti, aunque ya no te quede vida”.

—Zoé, recuerda nuestra salida de esta tarde—me recordó Denna, mientras caminábamos por los pasillos.

— ¿Salida?

Mi mente andaba en otro lugar, no sabía de qué salida hablaba Denna.

— ¡No puedo creer que otra vez hayas olvidado nuestra salida!—respondió algo exasperada— ¡Es la segunda vez esta semana!

—Entiende, se acerca el casting y realmente quiero ese solo. No tengo tiempo para distracciones.

— ¿Eso soy para ti?... una distracción—noté un tono de decepción en su voz.

—No quise decir eso.

—Pero, lo dijiste… Sabes qué. ¡Olvídalo! No quiero “distraerte”.

—No te lo tomes así—la sostuve del brazo y ella se soltó.

—Solo espero que un día entiendas que la vida es muy corta.

Dicho eso, se marchó.

 

Nadie me entendía. Nadia sabía lo que eso significaba para mí, y lo difícil que se estaba volviendo todo. Cuando creía que todo podía tener un poco de paz, no era así.

 

—Mañana debes llevar a tus hermanos al entrenamiento—ordenó mi madre.

Todos estábamos en la mesa cenando. Yo la miré directamente y luego a los gemelos.

—No puedo, debo ensayar. Aún no estoy perfecta para la audición.

—Es solo un por un par de horas. Debo trabajar y tu padre igual. Acordamos eso la última vez.

—Nunca acordamos nada, te dije que ensayaría toda la semana.

—No voy a discutir contigo, jovencita. Los llevaras y punto.

— ¡Mamá!—ella me miró con enojo— ¡No lo haré! ¡Debo ensayar!

—No puedes hablarme así, Zoé. ¡Soy tu madre!

Dejé el plato con la comida a medio terminar en la mesa, me levanté y me marché a mi habitación.

 

 

Odiaba todo aquello, odiaba que mi madre intentara alejarme del Ballet. Solo quería encerrarme en mi habitación y concentrarme en practicar los pasos de la pieza.

Tal vez no entendía o no quería entender que el ballet era mi verdadera distracción, y que debía enfocarme en lo que realmente importaba en la vida.

 

 



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En el texto hay: ballet, amor, enfermedad terminal

Editado: 09.06.2019

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