Estudiaban en el mismo campus, pero con horarios distintos, mientras él tenía clases, ella culmina sus guardias, y mientras ella asistía a clases, él ingresaba a quirófano, ya que cursaba su último año de carrera.
Culminó un año y ambos continuaron juntos, él se graduó de la universidad, obteniendo su título de Médico, mientras que a ella le faltaban varios años por continuar, la confianza y el amor que creció en aquel campus se fortaleció más, cuando él optó por realizar su posgrado en otro país dejándola a ella sola por un año.
Ella cursaba su cuarto año de carrera, cuando recibió una agradable visita, su compañero de vida había regresado con su título de médico cirujano, y una sorpresa mucho más grande.
Aquella sorpresa se refería a una sortija con la que le hacía una promesa, y con la que demostraba su amor incondicional hacia ella.
Llegó el día más esperado por ella su graduación universitaria, mientras recibía su título de Médico era felicitada a lo lejos por su familia, su madre lloraba a cántaros, mientras que su padre gritaba su nombre, acompañado de sus mejores amigos, y al final su querido prometido cargando a su pequeña princesa.
Su pequeña princesa, un bebé de 7 meses de nacida, la adoptaron al entregarse que su madre la había abandonado al umbral de la puerta del hospital donde ella realizaba sus guardias. Aquella princesa luchó tanto por su vida, y gracias a dios se encuentra cargada por su padre, sonriéndole a su madre, y siendo contemplada por sus abuelos y tíos, al ver tan maravillosa princesa entre la multitud.
De los padres de la pequeña no supieron nada, así que ellos la protegen con todas sus fuerzas, ante todo ya que es la luz de sus vidas.
Mientras celebraba con su familia su logro, recordaba todos los momentos felices hasta ahora, su familia, su admisión, sus amigos, su amor, y su princesa. Que podía pedir más, tan solo a su abuela, ya que falleció hace un par de meses, teniendo la dicha de conocer a su princesa.
Tiene todo lo que siempre ha deseado, y hasta más.
Años después.
Se encontraba en su consultorio revisando análisis, mientras acariciaba su pequeña panza de 5 meses, se sentía cansada, pero feliz, ya que sus bebés crecían poco a poco dentro de sí. Siempre anhelaba tener la dicha de sentir sus pataditas y todos los síntomas que sentían sus pacientes, pasaron 3 años hasta que fue bendecida de aquella bendición y aquel milagro tan deseado.
Su matrimonio estaba perfecto, ambos profesionales y felices, su princesa de 3 años se había ganado el corazón de todos sus compañeros de trabajo, y ellos han tenido la bendición de ser padres de tan hermosa pequeña.
Su vida no fue lo más fácil, pero con perseverancia y paciencia todo se puede cumplir.
Su familia está completa, y todo comenzó con un puro amor.
#37320 en Novela romántica
#24245 en Otros
#7272 en Relatos cortos
familia unida, amor a primera vista y almas gemelas, metas cumplidas
Editado: 13.05.2020