Capitulo 25

                                       ~DANTE~

– cuándo cumplí siete años, exactamente a las doce de la noche yo desperté por qué quería agua, me levanté de la cama y salí de mi habitación, caminé un poco para salir a la sala ya estando en la sala, escuché como golpeaban el vidrio de la ventana, me acerqué y pude ver a tres personas, claro que los pude ver después de subirme a una silla 

– Hola – dijo un chico 

– Hola– respondí con una gran sonrisa– ¿Quién eres?– pregunté con curiosidad ya que no llegaban personas en la noche 

– Soy Luis– dijo el chico– y tu tío me envió para que yo te diera esto– dijo y me nosotros una caja envuelta en papel de regalo– toma– me la dio y yo la tomé 

– gracias – dije muy feliz 

– no hay de que– dijo el y dibujo una sonrisa en su rostro– adiós Fernando– se despidió y saltaron la barda de mi casa, mis ojos se abrieron como platos, al ver qué hicieron eso, cerré la ventana y baje de la silla, coloque la silla en su lugar y regrese a mi habitación junto con el regalo, hasta se me olvidó tomar agua, subí a mi cama y abrí el regalo, muy emocionado, después de quitar el papel y abrí la caja encontré tres juguetes, me puse feliz, por qué para un niño los juguetes lo son todo, guarde los juegues debajo de mi cama ya que mi cama estaba pegada a la pared nadie se daría cuenta y bueno no es que mi madre revise mi cuarto ni siquiera le importaba, después de guardar los juguetes me dormí...

Y asi pasó por año tras año y bueno ese era de los pocos regalos que recibía mi madre dejo de acordarse cuando yo cumplí nueve años, mi abuelo siempre se acordaba y me enviaba regalos y bueno con el tiempo descubrí que mi tío vivía muy lejos y que él era una de las pocas personas que se preocupaban por mi, aveces cuidaba a mi hermano menor y aveces iba por el a la escuela, ya que no estudiamos en la misma escuela, yo estudié la primaria en una escuela pública y mi hermano y el hijo de Daniel en una escuela privada, Daniel y mi madre hacían mucha diferencia entre sus hijos y yo, a veces pensé que mi madre, ni siquiera me consideraba su hijo, después de que Elena se fuera Nadia me cuidaba, yo tenía que hacer las cosas por mi, cómo por ejemplo: ir solo a la escuela, levantarme solo y en algunos casos hacerme de desayunar yo por qué mi madre se levantaba más tarde y hacia desayuno para los demás.

Con el tiempo descubrí que me gustaba más estar en cualquier otro lugar que no fuera mi casa, cuándo cumplí 13 años nadie en mi casa se acordó como ya era costumbre, me llegó el regalo de mi tío, el de mi abuelo y también mis amigos me dieron regalos en cuanto llegue a la escuela, ese día salí de mi casa y fui a casa de una amiga, su madre sabía lo que pasaba en mi casa y me permitía estar en su casa, una vez quiso ayudar pero le dije que era mejor dejarlo así, por qué aunque mi madre no me demostraba cariño, yo estaba seguro que ella me quería, que en el fondo de su corazón había un poquito de ir para mí, solo que no quería demostrarlo, pero al parecer eso nunca fue cierto, o talvez antes ella si me quería, aún recuerdo la vez que ella me dijo que se casaría con otro hombre, yo me puse muy triste Elena me cuido todo esos días, a veces recuerdo cuándo mi madre pasaba tiempo conmigo y también me parece recordar a mi padre, tengo fotos de él, mi madre me las entrego hace bastante tiempo, las tengo guardadas junto con los regalos que mi tío me enviaba.

Hoy es 23 de diciembre lo que significa que ya casi es navidad, estoy feliz, por qué si ya casi es navidad eso significa que ya casi es año nuevo por lo tanto iré a casa de mis abuelos, eso me alegra, la cena de mañana no tanto ya que me obligan a ir a la casa de mi padrastro, es un dolor de cabeza estar en ese lugar, todos me hacen menos y me tratan mal, ya que mi padrastro les a hecho creer que el es como el padre que nunca tuve ya que les dijo que mi papá abandonó a mi mamá cuando se embarazo,bueno en conclusión en ese lugar me odian y estoy obligado a ir ¡Ahg!

                                              ~24 de diciembre~

–¿Es necesaria mi presencia?– pregunté con molestía, a mi madre la cuál había entrado a mí habitación para recordarme que tengo que ir a esa cena 

–Si, tienes que ir– dijo ella mientras salía de mi habitación.

Bueno tengo ir... Me pongo de pie ya que son las 3p.m. y yo sigo acostado en mi camita, bueno la verdad no pensaba hacer algo, se me había olvidado que tenía que ir a ese lugar, bueno vamos a ver qué me voy a poner... Después de buscar entre toda mi ropa, me decidí por unos pantalones negros, una sudadera gris y unos tenis negros con suela blanca... Salí de mi habitación y fui al baño a bañarme, ya que en mi casa solo hay dos baños, uno está en la habitación de mi madre y Daniel y otro está cerca de la cocina y bueno ese es el que compartí con mi hermano y con Samuel el hijo de Daniel.

Después de esperara a que el baño se desocupara, puede entrar, bueno me bañé y me cambié y bla, bla, bla... Ahora estoy en mi habitación, acostado en mi cama revisando mis redes sociales.

– ¡Fernando!– grito mi madre desde la cocina

– ¡Qué!– 

– Es hora de irnos , apúrate– dijo, me puse de pie, tome mis audífonos, llaves y dinero, el cuál guarde en la funda de mi teléfono, es raro si lo se, pero me funciona, así no pierdo dinero ya que mi teléfono no lo suelto para nada. Salí de mi habitación y me diriji a la sala, mi madre, Daniel, Samuel y mi hermano estaban esperándome, y bueno a esperar que me reclamen que llegan tarde por mi culpa, aún que ni siquiera es tarde solo que son un poco exagerados 

– ¡Muévete! Que llegamos tarde– aveces pienso que adivino el futuro o talvez sus acciones ya son muy predecibles– ¡Muévete!– me tomo del brazo y me empujó 

– ¡No me toques!– grité – Que no eres mi padre– él alzó la mano para pegarme, algo que nunca a hecho por miedo a mí abuelo – inténtalo y veras– dije desafiante