Esta vez

Te ofrezco cualquier revelación que puedan tener mis libros,

cualquier masculinidad o humor en mi vida.

-J.L Borgues.

Hay veces cuando deseamos que nuestras sonrisas nunca se hayan borrado de nuestros rostros. Deseamos volver a ser niños, cuando papá y mamá te arropaban en la cama y te cantaban una linda canción cuando algo te había asustado, cuando te daban una taza de chocolate caliente mientras te consolaban por haberte caído. Ojala y todos hubiéramos permanecido como antes, como cuando aún no éramos grandes artistas, y no lo digo por Mi seok o yo, lo digo por todos. Por todos los que perdimos nuestro camino a mitad de nuestra vida. 

Lo digo por el Jungkook que veo ahora mismo, el Jungkook que ya no sonríe a mi lado, aquel niño que siempre estaba junto a mí, ya no está. Lo digo por ese Jungkook que tiene el corazón roto pero que, sin embargo, sigue siendo él mismo, no hay inseguridad en su mirada, él sigue siendo fuerte a pesar de todo, y eso es lo que envidio de él. Jungkook se sometió al amor pero jamás bajaría la mirada ante la vida.

Lo digo por Jung Hoseok quién perdió su camino, pero que trata, insistentemente, en volver al camino por el cual llegó.

Lo digo por Min Yoongi, quién no puede decidir entre sus amigos y su hermana. Y se encuentra en conflicto debido a eso.

Lo digo por el resto de los miembros, quienes se vieron envuelto en esto sin siquiera ser ellos el problema. Yo fui el culpable por las decisiones que tomé y ahora estoy tratando de remediarlo, sin saber por donde comenzar.

Hoseok comenzó a tomar rehabilitación a escondidas de los fans y los medios de comunicación. Todos estamos apoyando a Hoseok en estos momentos, nos mantenemos a su lado sin importar nuestras diferencias o discusiones. Yoongi dejó de ser un poco hostil conmigo y Jungkook no me dirigió la palabra ni una vez, pero al menos habíamos dejado de discutir.

Dejamos nuestra indiferencia por nuestro amigo, por Jung Hoseok quién era la alegría del grupo, porqué si la alegría de nosotros se pierde, entonces, no habría forma de rescatar este barco a punto de hundirse. Nos centramos en nuestra música, cada uno en su propio mundo pero al mismo tiempo en uno solo. Esperando el momento en el que podamos hablarnos y bromear como lo hacíamos antes.

Y me preguntaba cuándo sería el día que volvamos a ser los mismo, el mismo Bts de antes, el grupo unido que debuto en una empresa en quiebra, aquel grupo que solo se tenían uno al otro en la pobreza y en la más grande fama. Estábamos en busca de nuestro propio camino pero realmente espero que al final ese camino lo encontremos juntos.

En cuanto a mí, traté de encontrar mi camino a tráves de la sonrisa de mis fans, me reconfortaba en cada comentario positivo de ellas, la música había sido lo más bonito de mi juventud, y ahora, esa música era mi rescate. 

Pero, cada vez que veía a Jungkook mirar por la ventana las estrellas, me preguntaba si estaba pensando en Mi seok como yo lo hacía, me preguntaba si él me odiaría por el resto de su vida o si algún día sería capaz de perdonarme. Me sentía fatal al pensar en el pequeño Jungkook de antes quién con sus ojos llorosos me entregó al amor de su vida, me había entregado en mis manos aquel corazón inocente y, ahora, me sentía incluso peor al ver a ese mismo Jungkook mirarme con furia por haberlo dejado caer, por haber agarrado esos sentimientos y al mismo tiempo haberlos destrozado.

Cada vez que recordaba ese momento, un malestar se apoderaba de mi corazón, no podía arrepentirme de la decisión de ese día, porqué yo también amaba a Mi seok, y esta vez, tampoco podía retroceder, porqué esta vez, no era solo Mi seok, también era el hijo que habíamos tenido juntos, ahora tenía una familia que no podía dejar. Pero al verlo ahí, sentado a lado de la ventana, hundiéndose en su melancolía, no podía simplemente pasarlo por alto.

Jeon Jungkook no era el personaje secundario que no le importaban los sentimientos de otros, no era alguien quien imponía sus sentimientos con egoísmo, él era alguien quién podía convertirse en el personaje principal.

Y quizá era esa la razón por la cuál no quiero perder ante él. Quizá esa es la razón por la cual cada vez que nos encontramos lo paso de largo, sin tener un confrontamiento como los rivales de amor que somos, es por eso qué tomó mi distancia cuando estamos juntos en los conciertos, como si hubiésemos sido enemigos toda la vida.  Porqué esta vez, realmente temo que Jungkook se quedé con mi papel principal. 

Pero cada vez que miró las estrellas en el cielo, tal como él lo hace, me preguntó si mi amor es suficiente, me preguntó si lo que le ofrezco a ella es menos de lo que él le ofrece, si mis canciones escritas hacia ella no es suficiente como los pensamientos que él recita hacía la luna, esperando a que lleguen a ella. Me preguntó si realmente esa historia ya había llegado a su fin hace mucho tiempo, me preguntó si debería dejar el pasado como está y empezar un nuevo comienzo, me preguntó si esta vez yo debería entregar mi amor, si debía entregar mi Venus.

--Ya no deberías preocuparte más por mí -- la voz de Jungkook me había sacado de mis pensamientos. Esta era la primera vez que me hablaba después de mucho tiempo, es por eso que escuchar su voz de nuevo me había sorprendido. --Ya fui rechazado --

-- Dijiste que ésta vez no te rendirías -- susurré con amargura. Jungkook soltó una risa burlona que venía acompañada con tristeza.

-- No lo haré aún, no voy a rendirme a mitad de la batalla -- dijo con una sonrisa que parecía más una mueca -- solo vine a decir que, nunca la hagas sufrir de nuevo, que la cuides por mí. Pero esta vez, me llevaré mi amor conmigo.

Cuando Jungkook se retiró de la habitación el malestar en mi corazón volvió, la historia se había vuelto a repetir, pero esta vez, Jungkook había enfrentado sus sentimientos y por fin había podido decirlos y eso era lo que me preocupaba, el impacto que esas palabras pudieron haber causado, porqué esta vez su amor no estaba conmigo, si no con ella.