Te ofrezco explicaciones sobre ti,
teorías sobre ti,
auténticas y sorprendentes noticias sobre ti.
Había algo que nunca me hubiera imaginado que sucedería.
La primera era que lograría dormir escuchando la dulce voz de Jungkook después de haber intentado tanto lograr conciliar el sueño por otros medios, pero con tan solo escuchar su voz, me había quedado dormida en un instante sin que el insomnio me atormentara.
La segunda cosa era el hecho de ver a Jungkook prender un cigarrillo.
Taehyung había llegado temprano por nosotros al hotel donde nos habíamos hospedado, el tenía mucho tiempo libre ahora que Jungkook era el que estaba trabajando hasta altas horas de la noche. Se había llevado a Hyun Tae consigo a un parque de diversiones, y Jaebum junto a su esposa se habían llevado a los mellizos con ellos después de regresar de su corta luna de miel. Taehyung había insistido que los acompañara, pero yo me había negado, me sentía culpable a su alrededor por alguna razón y no quería arruinar su momento padre e hijo, no cuando Hyun Tae estaba tan emocionado por ello.
Así que ante su ausencia, decidí salir a caminar un rato, deteniéndome a comprar en una tienda de convivencia los dulces favoritos de Hyun Tae para darle una vez que regresara.
En el camino pude divisar a Jungkook sentado en uno de los bancos de un parque con un cigarrillo en sus labios, traía lentes oscuros, un gorro del mismo color en su cabeza y un cubrebocas que tenía puesto sobre su barbilla para poder inhalar el cigarro.
– ¿Es tu nuevo hábito? – pregunté una vez estuve frente a él. Jungkook se sorprendió al escucharme y lo vi toser con dificultad al atragantarse con el humo del cigarro.
– Es algo que pienso dejar – contestó removiéndose nervioso en su lugar, para después apagar el cigarro a un lado de la banca.
– Pues no lo estas intentando tan bien – dije con una leve sonrisa, Jungkook sonrió de la misma forma hacia mi, mostrando sus perfectos dientes blancos.
– Ten esto, para controlar las ansias – le entregué la caja de pocky´s que traía en la bolsa de compras que había hecho. Él las recibió con una sonrisa.
Me senté a su lado sin querer darme media vuelta para irme, mis pies no quisieron obedecer lo que mi sensatez decía y obedecieron al tonto corazón que quería quedarse a su lado.
– ¿Acabas de terminar de ensayar? – pregunté al ver que su rostro tenía unas cuantas gotas de sudor en el. El edificio de ensayos estaba cerca así que preguntar por sus prácticas era razonable.
– Si, me sentí un tanto ansioso y salí un rato –
– El aire es muy frío, debes secar el sudor – dije y en un acto reflejo sequé el sudor de su frente con las mangas de mi suéter, como solía hacerlo con Hyun Tae cuando regresaba de sus prácticas de deporte en el colegio. Me detuve al recapacitar en lo que había hecho. Jungkook me miraba fijamente a los ojos con esos ojos negros que brillaban al verme, tomo mi mano apartándola lentamente de su frente.
– No hagas esto Mi seok, no sigas siendo amable conmigo porque entonces no voy a poder detenerme, voy a mantener una esperanza y no quiero causarte problemas por esto – dijo con dolor en su voz. Su mirada se mantenía puesta en mí, sin apartarla en ningún momento, yo lo miré de igual forma, como si fuéramos solo nosotros dos en ese momento, como si nuestros sentimientos se estuvieran intensificando con cada día que pasábamos juntos, así como los días en los que estábamos separados.
– Lo siento, por no querer que te detengas – dije con sinceridad, dejando escapar esas palabras que mi corazón quería decir pero que mi lado racional había intentado retener por el bien de todos.
Jungkook me miró sorprendido por mis palabras, sus ojos parecían brillar más que antes y su expresión en este momento era algo indescriptible.
– Mi seok, tú.. –
– No digas que estoy confundida – dije interrumpiendo lo que estaba por decir.
– Hoy quiero serte sincera, para que mañana pueda volver a mentirme a mi misma – comencé a decir con la vista fija en las personas que transitaban a mi alrededor, evitando mirar su expresión en este momento. – Me mentía a mi misma diciendo que todo estos sentimientos no eran más que una ilusión, pero ahora ya no se que es real, ni lo que es correcto o no, pero no quiero seguir ignorando esto. Y se que es egoísta de mi parte el querer que no te rindas y lo lamento por eso.
Jungkook parecía estar en trance mientras procesaba cada una de las palabras que yo había dicho. Sé que lo que dije lo sentía irreal pero era algo que no quería ocultarle, no cuando él había enfrentado sus miedos para decirme la verdad, así que yo quería hacer lo mismo.
– No tienes que lamentarte por esto, yo te orille a esto al exponerte mis sentimientos, yo soy el que lo siente – dijo con su mirada cristalina puesta en la mía.
Ambos teníamos la culpa de esto y sabíamos que estaba mal. Sabíamos que no era corrector mentirle a alguien que había sido sincero con nosotros. Taehyung no se merecía esto, pero nuestros sentimientos se interponían en nuestras vidas cada vez más. Lo que estaba comenzando entre nosotros no era correcto y sabíamos que una persona inocente iba a sufrir las consecuencias, los dos íbamos a traicionar a un amigo por esto que estaba prohibido.
Jungkook siguió mirándome con dulzura, me tomo con delicadeza con sus manos mi rostro con lágrimas en el que trataba de retener mientras daba suaves caricias sobre mi piel con sus pulgares, coloco su frente junto a la mía, ambos sintiendo la calidez del otro, escuchando nuestra suave respiración. Pensando en mil cosas pero que en ese momento no importaban, en ese instante solo nos complacíamos en la presencia del otro, alegrándonos por nuestro amor correspondido y sintiéndonos culpables por ello al mismo tiempo. Conformándonos con ese simple gesto de cariño porque no debía existir algún otro más entre nosotros.
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Editado: 25.01.2021