Dormido, tanteo su móvil para apagar la alarma. Se puso de pie aun con los ojos cerrados y corrió a alistarse para trabajar y llevar a sus niños al colegio en cuanto vio que era algo tarde. Mientras se vestía, se quejaba mentalmente por todas las tareas que tenía para el día, deseando que llegara ya el fin de semana a pesar de ser lunes.
Fue hasta el tocador, buscando sus pendientes favoritos, mas no los encontraba. Revisó por todos los cajones y cajitas que tuviera por ahí, yendo a su mesita de luz como última opción. Grande fue su sorpresa al ver la foto que creía haber tirado.
La tomó cuidadosamente entre sus dedos para no dañarla ni dejarle marcas, alzándola para observarla mejor. Se veían tan felices, era una de sus fotos favoritas. Aun jóvenes y antes de casarse, incluso podía verse el campus de la universidad de fondo.
Muy a pesar de todos los problemas, extrañaba esos tiempos, donde eran tan despreocupados y el amor puro era plato de cada día. Pero eso ya no existía, además no tenía tiempo para lamentarse por lo que ya no era
Apretó los labios, porque irónicamente los recuerdos más bonitos siempre terminaban siendo los más tristes.
No sabía cómo había llegado ahí la foto, pero volvió a guardarla. Luego vería que hacer con ella. Cogió los pendientes que estaban regados por el fondo y se los puso mirándose al espejo, satisfecho con su outfit de oficina.
Bajó a la cocina, notando que Jaehwa ya había hecho el desayuno para los tres. Lo que no sabía era que su hija había decidido tomar una postura de niña buena mientras ejecutaba su plan. Por otro lado, Hajoon solo comía su cereal con cara de zombi por haber jugado videojuegos hasta tarde. Siempre lo mismo con ese chiquilín.
Luego de comer algo rápido y hablar alguna que otra cosa vaga, Taehyung manejó hasta el colegio de ambos, con secundaria y primaria. Hajoon bajó luego de saludarlo, pero Jaehwa tenía una jugada antes de salir del coche.
—Papá, ¿puedo ir a comer a la casa de una amiga a la salida? —preguntó ella.— No habrá problema que me lleves, papá Jungkook dijo que me llevaría. Es amigo de la mamá de mi amiga y se quedara a comer con nosotros. —mintió, pues si iba a ir con su amiga, pero Jungkook no la acompañaría.
—¿Amigo? —preguntó Taehyung.— ¿Desde cuándo?
Jaehwa sonrió por la pequeña victoria. Al parecer a su padre le interesaba el tema más de lo que imaginó.
—Cuando papá Jungkook viene a recogerme se hablan y se han hecho amigos. Se llevan muy bien y ella lo invitó a comer con nosotros. —esa parte si era cierta.— Es la madre de Hyelin, que por cierto es viuda. —recalcó la última palabra.
—¿Estas segura? Pero si esa vive vestida de deportivo como si hiciera ejercicio y siempre está igual de gorda. —rodó los ojos, como si fuera motivo suficiente como para que su ex marido no le hiciera caso.
Hajoon largó una carcajada. Su padre Taehyung era 'anti grupo de mamis y papis del colegio'.
—Claro que no, está muy guapa ahora. Se lo merece luego de la muerte de su marido. —suspiró.— Pobre.
—No es guapa...
—Pero bueno, iremos con ella a almorzar. Cocina rico y es la madre de mi mejor amiga. —bajó del coche, satisfecha con haberle lanzado esos comentarios.— Adiós, nos vemos.
—Adiós, pa. —dijo Hajoon, para luego caminar junto a Jaehwa en dirección a la entrada.
—No me importa lo que cocine. —bufo Taehyung, con el ceño fruncido, aunque sus hijos no lo estuvieran escuchando.
Jaehwa vio como arrancaba el auto y se iba, volteando a ver a su hermanito con una sonrisa de oreja a oreja pintada en su cara: —¿Lo viste? Estaba molesto.
—Sii. —exclamó Hajoon, también algo divertido con la situación.— ¿Pero por qué se separan si se quieren?
—Eso quisiera saber. Seguro se van a terminar arreglando.
***
Rumbo al trabajo, Taehyung no lograba dejar de pensar en lo que su hija había dicho. ¿Por qué le afectaba? Ellos no estaban juntos y podía salir con quien quisiera, tal como él estaba haciendo, sin embargo, seguía sintiéndose raro. Jungkook no había buscado compañía con nadie más... ¿o quizá era que llegaba a ponerse sensible de solo saber que finalmente estaba terminando ese capítulo en su vida?
Con la excusa de saber si en verdad iba a llevar a Jaehwa, llamó a la oficina de Jungkook, siendo atendido a los segundos por su secretaria.
—Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?
—Soy Taehyung, el esposo de Jungkook. Quería comunicarme con él. —dijo Taehyung, dejando en altavoz la llamada mientras manejaba.
—Él se encuentra en una reunión ahora, señor.
—Dile que me llame cuando pueda. —estiró la mano y le dio al botón rojo en la pantalla.
Media mañana transcurrió con normalidad, hasta que Jungkook al fin salió de su reunión, guapo y de traje. De inmediato su secretaria se acercó, dándole el recado, pero Jungkook no lo tomó, solo dejó que le dijera de que se trataba.