En cuanto llegaron a su destino, el calor los azotó rápidamente y no dudaron en tomar un taxi hasta el hotel en el que se iban a quedar. Era muy bonito y de muchos pisos, además el día estaba precioso, era de mediodía, así que iban a aprovechar a pasear un rato antes de que el cansancio por el vuelo les ganara.
Taehyung largó un suspiro al recordar cómo era la reserva. Tenía una habitación matrimonial y otra con dos camas por separados, ambos cuartos unidos por una sala-comedor y aparte el baño.
Jungkook de inmediato pensó en que hacer, pues no quería dormir con Taehyung y al ser época de vacaciones, el hotel estaba algo lleno, por lo que no sería posible rentar otro cuarto.
—¿Con quién quieren compartir cuarto? —preguntó Taehyung, para disimular un poco.
—Compartan entre ustedes. —sugirió Hajoon.
—Si, yo voy con Hajoon. —dijo Jaehwa, apoyando la idea.— De todas formas ya van a divorciarse, no sienten nada, así que nada pasara.
—No creo que sea buena idea... —dijo Taehyung, mirando seriamente a los menores mientras Jungkook acomodaba mejor las valijas a un lado del sofá.
—Puedo ver si hay habitaciones disponibles. —dijo Jungkook, en caso de que no le quedara de otra.
—No es eso, no importa. Yo puedo compartir con Hajoon.
Jaehwa miró de forma suplicante a su hermano para que no aceptara, quien de inmediato entendió: —Mmm no, comparto con Jaehwa. —habló él.
—Voy a dormir con Hajoon y se acabó. —sentenció Taehyung, llevando sus cosas al cuarto matrimonial.
Hajoon no dijo nada, a ver si encimas se enojaba, y lo siguió llevando sus cosas también. Jaehwa observó como Jungkook llevaba las suyas al otro dormitorio, sin siquiera rechistar.
—Te quedarás con la cama más grande. —dijo Jungkook, incentivándola a caminar.
—Bueno. —aceptó, yendo tras él.
Los cuatro se dedicaron a guardar sus cosas, solo que Taehyung había empezado por la maleta en la que llevaban puras cosas extras que iban a necesitar, percatándose tarde de que le faltaba una valija.
De inmediato supo que había olvidado su valija con su ropa en el aeropuerto, golpeándose mentalmente por ser tan tonto. No perdió tiempo y llamó al aeropuerto para hacer su reclamo. Estaba que expulsaba humo de la rabia, y muy por dentro le echaba la culpa a Jungkook por haber acaparado de forma descarada todos sus pensamientos.
Al final, su maleta estaba en otro vuelo y tendría que ir a buscarla al otro día. ¿Y ahora que iba a hacer? Tenía ganas de cambiarse antes de ir a pasear un rato. Ni modo, tendría que comprar un par de prendas nuevas.
Luego de contarles el inconveniente a los demás, no se negaron en ir a recorrer tiendas y de paso encontrar un lugar en donde almorzar.
Mientras miraban vidrieras, el objetivo de Taehyung era comprarse un jean y una camisa, nada extravagante, pero se sentía algo decepcionado al no encontrar la ropa holgada que solía usar hace años, todo era demasiado informal.
Por su parte, Hajoon ya tenía una de esas camisas floreadas que tanto quería y Jaehwa se veía feliz con un sombrero de paja y un traje de baño que le habían gustado, balanceando la bolsa de un lado a otro. Solo faltaba que su padre terminara de decidirse.
—Ay papá, no te pongas esos pantalones aburridos, ponte algo más moderno. —se quejó Jaehwa.
La mente de Jungkook viajó en el tiempo viendo las prendas que una tienda exhibía en las vidrieras, recordando esas épocas en las que Taehyung se paseaba en frente suyo en la universidad, con jeans ajustados convenientemente en el trasero, todo descarado.
—¿Ya decidiste que comprar? —preguntó Jungkook, sin saber que el castaño recordaba lo mismo.
—Ay solo va a ser un día. —se quejó Hajoon. Ni que fuera para tanto.
Taehyung observó la vidriera, y para ser sincero, si le gustaba lo que veía, Hacía muchos años no vestía así, precisamente, cuando tuvo a sus retoños. ¿En qué momento había cambiado tanto?
—Esperen aquí. —dijo Taehyung, entrando solo a la tienda.
Los tres esperaron afuera y al rato Taehyung salió con una bolsa, pero no parecía querer mostrarles o contarles lo que traía.
—¿Encontraste algo que te gustó? —preguntó el menor.
—Si, pero lo usare en la noche.
—¿Podemos ir a los acuarios? —dijo Jaehwa.
—¿No tienen hambre? Vamos a comer algo y luego vamos a los acuarios.
—Si, yo tengo hambre. —dijo Jungkook, apoyando la idea.
Los cuatro siguieron caminando hasta que encontraron un lugar lindo en donde almorzar y luego continuaron paseando mientras tomaban un helado, incluso encontrando un restorán que visitarían si o si en la noche.
***
En la noche, Taehyung salió del baño ya vestido y perfumado, yendo a buscar el cepillo y la secadora para arreglar su cabello, pero en el camino se topó con el espejo de cuerpo entero que estaba en la sala y no pudo evitar detenerse para admirarse.
Aquel jean de tiro alto resaltaba sus piernas y trasero, más con aquella camisa blanca algo ajustada que dejaba ver mejor sus curvas. Era tal como se vestía antes y estaba sorprendido de notar que podía seguir siendo sexy y algo atrevido como en los viejos tiempos.
Tan metido en sus pensamientos estaba, que tarde se percató a través del espejo como Jungkook lo miraba. Prácticamente se lo estaba comiendo y él no pudo evitar ruborizarse como si de nuevo tuviera 20 años. Volteo a verlo, admirando lo que el azabache traía puesto.
Todo de negro y ropa ajustada, como de costumbre, pues Jungkook solía vestir así cuando salían, pero Taehyung lo había olvidado y estaba demasiado perdido en aquel jean que acentuaba sus mejores partes. Se notaba que el desgraciado había continuado sus rutinas de ejercicio y los años le sentaban tan bien.
Iba a mojarse si no dejaban de verse así, ¿Qué les pasaba?