¡Adiós instituto, adiós virginidad!

Después de mi salida del hospital, llegue a mi casa y como me sentía cansada me eché una siesta. Era de noche cuando desperté y como no tenía ganas de cocinar, pedí una pizza. Al rato y mientras comía, recordé que mañana volvería al instituto. Eso significaba que volvería  a ver a " mi "querida gente". Por suerte, estamos a primeros de junio, tres semanas para finalizar mi estudios, tres semanas para irme y no volver a ver a ninguno, tres semanas para vengarme... con todo esto en mi cabeza, recogí todo, me puse el pijama y me tendí en la cama, el sueño vino solo.

Despertada y duchada, fui primero a la mesita a por mi ropa interior, me la puse y luego me dirigí a mi armario. Viendo mi ropa, me di cuenta de, que no solo había cambiado yo sino que mi gusto en la ropa, también lo había hecho. Mi ropa es toda colorida y eso me fastidia ahora. Me puse, los únicos vaqueros oscuros que tenía y me dirigí al armario de mi madre. Mi madre y yo tenemos la misma talla de ropa, así que buscando por allí, encontré una blusa gris, la cogí y para terminar, unas converse negras. Posdata: renovar mi armario, colores oscuros o apagados.

No pare mucho en desayunar, así que lista, cogí las llaves del coche y la mochila. Próxima parada, al infierno.

Llegue al instituto, faltaba pocos minutos para que tocara el timbre. Me di cuenta de que la gente me miraba y cuchicheaba. Esta gente eran todos, unas aves carroñeras porque siempre buscaban algún cotilleo para llenar su insulsa vida. Viendo el panorama, no podía ser maleducada, así que saludo:- ¿Queréis un autógrafo?- dicho esto, suena el timbre y me dispongo a ir a mi primera clase.

Termine la primera hora y me dirigí a mi casillero. Estaba guardando las cosas cuando de repente se me aparece, mi "vieja amiga", capitana de las animadoras, Melany Grison. Melany era un poco mas alta que yo, piel morena, pelo castaño y ojos azules. Ella junto con su pareja, David Worren, pelirrojo, cuerpo atlético y capitán del equipo de fútbol, me habían estado molestando desde que empezamos el instituto. Por lo que sabía, su madre es la directora de este lugar.

- Mirad quien tenemos aquí, chicas, si es Casandra. He oído que has intentado suicidarte. aunque te entiendo, eres tan patética, que has querido acabar con tu insípida vida.-

Solté una risa y ella se quedó desconcertada.

-Hola Melany, te echaba de menos. Sabes me has dejado anonada-

- ¿Cómo?-

-  Me sorprende que sepas lo que es insípido y aun mas que lo utilices correctamente en una frase. Creía que que tu neuronas estaban todas muertas pero parece ser que al menos una ha sobrevivido. Aunque seguro que funciona la mitad de ella.- 

- ¿¡ ME ESTAS LLAMANDO ESTÚPIDA!?- salta ella cabreada.

-  Que perspicaz, puede que tu única neurona funcione entera, pero cuidado, puede morir como lo han hecho todas tu otras por tu estupidez.-

Ella roja como un tomate, me empuja fuertemente a los casilleros y asesta un golpe en mi cara, haciendo que mi cabeza gire bruscamente. Noto como sale la sangre y supe que me lo había partido. Giro lentamente la cabeza y me la encuentro cerca de mi cara.

-  La próxima vez que me insultes, te juro que te ira peor, mosquita muerta.- se va y con ella su séquito.

Me quedo mirando como se va y de repente me sale una sonrisa y pasándome lentamente la lengua por mi labio de arriba, haciendo que me llevara el borbotón de sangre. 

Yo si te juro que te machacaré, asquerosa.

Era la hora del descanso. En esta hora la gente iba a la cafetería. Yo no solía comer hay, así que compre un bocadillo y me fui a fuera. Terminé de comer y fui a pasear. Estaba cerca de las gradas del campo de fútbol cuando vi " a la pareja del año", Melany y David liándose por allí. Me iba a ir cuando escuché, algo que me intereso:

- Aunque tenga muchas ganas, aquí no.-

-  Podemos ir al vestuario. Ha estas horas no hay nadie. He ido veces allí con mis amigos, a fumar algún que otro porro.-

- Pues a que esperamos.- le coge de la mano y se dirigen para allá.

En mi cara se encuentra una sonrisa como la de Cheshire porque ahora sabía como humillarlos. Haría lo mismo que hice en el hospital pero esta vez, el vídeo lo verían todos y eso sería en el día de la graduación, donde cada año colocan una pantalla, en la cual saldrá unas diapositivas recordando a los graduados, su etapa en el instituto. Por lo que tendría que contratar ha alguien que supiera editar y hackear. La mejor venganza es dejar que ellos se humillen a si mismos.

Acabe las clases y me dirigí a una tienda electrónica para comprar una videocámara. Después de comprarla, volví a mi casa. 

Al llegar me puse a estudiar. El hecho de estar un mes en coma, pasa factura y aun mas con el tema de lo estudios y sobre todo por estas fechas ya que dentro de una semana son los exámenes finales. La nota de todo el conjunto decidirá si entrar en la universidad o no y dependiendo de la nota que sea, en cuál. Estuve toda la tarde hasta las tantas de la noche.

Al día siguiente, fui con ganas a clase y estuve ansiosa las tres horas hasta que por fin sonó el timbre que indicaba que tocaba descanso. Me dirijo a los vestuarios y cuando llego, abro lentamente la puerta. al no escuchar nada, avanzo con cautela por si me equivoco y cuando compruebo que no hay nadie, dejo la cámara en lo alto de los casilleros. Hay escombros en el mismo lugar y la camuflo. una vez hecho me voy corriendo para llegar a mi próxima clase.