¿qué somos?

Andar en bicicleta

Cuando somos chicos no hay miedo a tirarnos con la bicicleta por las rampas o las montañas, casi como sucede en el amor, cuando empezamos a amar no creemos que nadie nos pueda lastimar. Creemos que jamás nos vamos a caer y que estar arriba de la bicicleta es genial, vamos cada vez más rápido para poder sentir ese viento en el pelo que. Nos hace sentir libres y felices de una manera tan inefable que no podríamos explicarlo aunque quisiéramos. Así se siente hasta que nos caemos por primera vez, lloramos, curamos esa rodilla / corazón roto, volvemos a llorar y ya agarramos la bici con el miedo de "me voy a caer otra vez" y es inminente la caída, es inevitable el cortar o que nos corten, llorar por lo que falta y por ese corazón roto que con el tiempo se cura. Después nos vamos dando cuenta que caerse de la bici duele cada vez menos de lo que disfrutamos ese viento en la cara tan placentero.

Hay dos maneras de reaccionar a la caída de la bicicleta, solo dos maneras. 
Primero. Podemos tener mucho miedo de volver a subirnos y amar lo más fuerte que se pueda como ese vientito en la cara, resignandose a no volver a subir otra bicicleta "jamás en la vida". 
Segunda opción. Volvemos a subirnos a la bicicleta porque no tenemos miedo a lo que viene si vamos a disfrutar ese viento y creemo convencidos de que el viento en la cara o el tiempo que dure una relación valen todas las rodillas y corazones rotos del mundo.

Mamá solía decir que si no usas las cosas frecuentemente pierden su efecto, las bicicletas se oxidan, se desinflan las ruedas, pueden perder el balance y los corazones se enfrían pierden la hermosa capacidad de sentir así sea dolor. Hay que disfrutar mas de esas rodillas raspadas porque uno no es niño tanto tiempo como para tenerle miedo a llorar un poco y a una lastimadura que se sana con el avance de los días. Hay que amar mucho, sentirse roto de vez en cuando para no olvidar como se siente y dar todo el amor que uno tenga para que se atore dentro nuestro, quizás mas adelante olvide como salir o no encuentre la manera de decir "Te quiero", de abrazar bonito, de dar besos al aire o de dejarlos en la frente de quien queremos. No hay que dejar que las cosas se atoren, siempre somos muy jóvenes para dejar de amar y nunca vamos a estar tan grandes o fuertes para no necesitar un abrazo.

Por eso NO dejemos de andar en bicicleta, de amar, de llorar de vez en cuando, permitámonos llorar, desahogarnos y gritar que siempre va a haber alguien que nos ayude a levantarnos y a sanar... si no lo hay siempre vamos a poder solos y en todo caso ellos se lo pierden.

 




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