-Uenoyama kun...-respondió el chico sorprendido y dejando ver su demacrado rostro por las traicioneras lagrimas que brotaron de sus ojos durante todo ese día, Uenoyama solo pudo abrazarlo, odiaba verlo así y verlo tan vulnerable, odiaba verlo tan lleno de fisuras que esperaba que jamás se rompieran, pero que pronto lo harían -¿que haces aquí?
-Viene ha hablar contigo de lo que esta pasando -dijo rascándose la nuca -mira Mafuyu lamento si te ofendí o te lastime con mi pregunta, no fue mi intención el que pensaras que dudaba de ti, perdóname de verdad.
-Uenoyama kun -suspira -solo quiero...-mira a otro lado -yo solo, lo lamento por esto.
-No Mafuyu -dijo el joven tomándole de la mejilla -aquí el responsable fui yo por no darme cuenta de lo que estaba haciendo y por dejarme llevar por estupideces -suspira -como sea ¿vamos por un helado de vainilla como te gusta al salir? -Mafuyu se sonrojo y asintió -eso es bebe -dijo con sonrojo -ahora vemos levántate y déjame aunque sea darte un beso -Mafuyu no iba a dejar pasar la oportunidad, por mas enojado y fisurado, el no dejaría de amar y deleitarse de los besos de su amado Ritsuka.
Las palabras han ser poderosas, son usadas para el bien pero también para el mal, una simple palabra puede cambiar la vida de alguien en segundos, Uenoyama lo sabia, sabia que sus palabras habían agredido indirectamente a Mafuyu y se sentía muy mal por ello, desconocía algunas cosas de su amado novio y deseaba conocer mas de el para así no lastimarle con sus palabras, pero por mas que el lo deseara sabia que no lo tenia que presionar en nada, Mafuyu era una caja de pandora prácticamente y eso le ponía nervioso mas de la cuenta, ahora solo restaba contentarlo y tratar de calmarlo pues aunque Mafuyu cediera en muchas cosas el perdón le iba a ser difícil de conseguir y mas a esas alturas.
Akihiko Kaji, ese era el nombre del responsable de haber clavado la duda en el guitarrista azabache, era el quien había abierto su boca para decir tal cosa, tanto Haruki como Yayoi iban enfurecidos con el, detestaban estar en aquella situación, no querían imaginar como estaba Mafuyu o si ya lo habían resuelto, pero aun así el debía disculparse con ambos.
-Espero que te sirva de lección -dijo el rubio -hiciste muy mal Akihiko muy mal en decir esas cosas de Mafuyu a Uenoyama.
-¡Maldita sea! que no fue mi intención -exclamo el hombre en la parte de atrás -yo solo di una opinión que aquel fuera a decirle eso fueron otras cosas.
-Pero tu sabes como es mi hermano Akihiko -reclamo Yayoi -Ritsuka es impulsivo y muy directo muchas veces lo regaño por eso porque suele pasarse -suspira -pero ahora no se como resolverá o si ya resolvió su problema con Mafuyu.
-Espero que si -hablo Haruki mientras conducía -porque sino te juro que te matare maldita sea.
-No pasara -respondió Akihiko -me disculpare y no volveré a decirles nada.
-Por favor no actúes como un bebe -hablo Yayoi -ahora solo queda ir por ellos y de ahí a un lugar para comer y que tu hagas tu maldita disculpa -aquella joven evidentemente mostraba su molestia, odiaba saber que su ex novio había perjudicado de forma indirecta aquella relacion, quería matarlo y decirle hasta de lo que se iba a morir por andar hablando, pero ahora solo restaba arreglar aquel caso, caso en el que su hermano era el protagonista del drama innecesario y que pudo ser evitado, pero no fue así.
Sonrisas, aquella expresión que todos hemos de tener, que hemos de mostrar al mundo aun en nuestros días grises, en los días donde la lluvia representa nuestra confusión y lagrimas de sangre del alma, pero ahí esta la sonrisa de "todo esta bien" cuando realmente todo era dolor y irritación por alguna situación o recuerdo, Mafuyu vivía eso en carne propia, desde su infancia y hasta la muerte de Yuki que solo empeoro todo, Mafuyu sabia que debía controlar eso y que debía cambiarlo, pues alguien nuevo estaba en su vida, alguien que quería cambiar y sellar para siempre aquella fisura en su alma.
-De verdad lo siento mucho muchachos -decia Akihiko con una reverencia, habían ido por ellos al colegio para luego ir a su restaurante favorito -no debía decir aquello Uenoyama, no debí hacerte dudar en una percepción errónea mía.
-Bueno comprendo y te perdono -respondió el joven -Mafuyu ¿lo perdonas? -por un lado el joven de cabello naranja no quería perdonarlo, le dolía mucho el que su amigo metiera aquella duda en su novio, pero por otro lado quería mucho a Kaji y no quería que aquello perjudicara su amistad.
-Si, yo te perdono se que no tuviste la intención de hacerlo Kaji san -respondió el chico -pero ya no toquemos el tema, ya paso y ahora estamos mas tranquilos -Mafuyu solo quería que ese tema se cambiara de inmediato, le incomodaba tal cosa y no quería que eso causara mas daño de lo que ya había ocasionado.