Estaba a la espera del fin de mi vida viniendo todos mis recuerdos a mi mente, tanto dolor… fue cuando sentí como un par de brazos me jalaban hacia arriba abrí los ojos cuando sentí que mis pies tocaban el piso de la azotea
-¿Qué es lo que pensabas a la saltar de esta altura?-lo mire incrédula mente. Ciertamente levante mi mirada encontrándome con un hombre con ojeras, despeinado vestido completamente de color gris casi ni siquiera se podía ver su rostro ya que la mitad de su rostro se encontraba tapado con una máscara de color negro -
-Que es lo que pensaba eso a ti no te incumbe - se escuchó una risa proveniente de el… al escuchar lo que dije-
- ¿De qué te ríes? - pregunte
- sabes no sé lo que pensé al salvarte tal vez debí dejar que tu cayeras.... pero que es lo que digo apenas eres una mocosa que no sabe lo que quiere - volvió a mirarme de pies a cabeza como si estuviera juzgándome - apuesto que no pasas de los vente, piensas que todos tus problemas se solucionaran con la muerte - mire hacia abajo tratando de contener las lágrimas apreté mi puño tratando de contener mis palabras pero no pude... simplemente no pude -
- no tienes derecho de decir ninguna de las cosas que dijiste, no me conoces.... no sabes por lo que he pasado... nunca te pedí que me salvaras porque lo hiciste ¡nunca te lo pedí! -
- tienes razón no sé por las cosas que pasaste pero todos llegamos a tener todo tipo de problemas pero el suicidio no es la solución a ninguno de ellos - levante la mirada un poco “como si fuera fácil hacerlo “ me dije a mi misma - para tu información solo hice lo que quisiera que hubieran hecho por mí... salvarme - se dio la vuelta dirigiéndose hacia la salida dejando un pequeño papel cuando me acerque había una dirección y una fecha con una hora escrita en ese pequeño pedazo de papel. no sabía si lo volvería a ver, o si almenos podría saber a lo que se refería