14/01/1976
Querida Muerte:
Querida -No sé si tan querida- Muerte
El día de hoy tenía una reunión en Manchester, por lo que decidí tomar un tren hacía allá. Estaba yo en la estación muy puntual esperando, en mi espera divise a un muchacho de unos veintitantos años, llevaba traje elegante, un buen corte de cabello, pude notar unos zapatos bastante finos, yo lo conocía de hace un par de años, uno de mis socios solía trabajar con él.
Decidí ir a saludarlo cordialmente y tener una breve charla casual, noté que su perfume era un tanto intenso, parecía ir a una reunión importante, pero estaba nervioso, se le notaba al momento en el que miraba a su alrededor y en una que otra palabra tartamudeaba, desde que lo conozco siempre se ha rodeado de gente mucho mayor que él por lo tanto supuse que era por eso, y que esta vez iba a ir solo, pues no noté ningún acompañante.
En el tren, descubrí que nuestros asientos estaban bastante cerca, por lo que decidí continuar con nuestra conversación, de un momento a otro, él miró a su costado y de repente ocultó su rostro, se disculpó y se fue, no lo volví a ver en un par de horas.
En la hora del almuerzo pude verte Muerte, hiciste tu aparición estelar, nuevamente, no pude verte el rostro, pero me encantaría tener una conversación cara a cara contigo, tengo un par de cosas que proponerte, aunque te daré los detalles en otro momento. El muchacho lo vi corriendo por el pasillo del tren, tú Muerte lo perseguias, no quería perderlo, él me podría servir más adelante, pero detrás de ustedes dos, venía un tercero, no lo pude distinguir pero gritaba cosas como "Estafador, confíe en ti" - "Por tu culpa perdí todo" y un sin fin de cosas más.
Decidí ir tras ellos a pesar de mi dificultad en la pierna, tomé mi bastón y me dirigí hacía ti. Me encontré una escena horrorosa, el hombre lo tenía agarrado del cuello, tomó la corbata del muchacho y empezó a asfixiarlo con esta, como pude lo impedí, pero sentí tu fría mano deteniéndome, el hombre al ver que yo era un impedimento decidió abrir la ventana y tirar por esta a ese pobre niño.
El tren frenó de golpe, salí a ver el cadáver que fue identificado y reportado gracias a un bordado que que traía dentro del saco "David Puttock" escuché por ahí, tenía toda una vida por delante, no sé que pensar de ti Muerte, en especial por esa agarrada de mano que me diste.
Querida -No sé que tan querida- Muerte, que pena no haberlo salvado
PD: Hagamos un encuentro, quiero plantearte un par de cosas.
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Editado: 29.01.2024