Querido Owen:
Hoy fue un día fantástico, el mejor domingo que he pasado con alguien que no sea mi familia.
Fuimos al parque, comenzamos a caminar y a hablar, compramos helados (que tuvimos que durar un buen rato para que aceptaras que yo me comprara el mío y tú el tuyo. Que testarudo, chico lindo) me enseñaste algunos de tus pasos de baile y yo te enseñé mis fotos de paisajes, personas, del mundo en general.
Y lo mejor de todo fue nuestra promesa: prometiste que me llevarías a un lugar dónde yo pueda tomar miles de fotos, un lugar que consideras tú secreto más profundo y yo te prometí que iría a algunas de tus competencias... te he visto emocionado varias veces, pero nunca pude notar el hermoso brillo de felicidad en tus ojos, no como hoy.
(No enviado)
Editado: 01.03.2023