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Ya llegó uno de los días más esperado.

El último día en el que estaría caminando por los pasillos, en el que dejaría muchísimas cosas atrás, cosas buenas y cosas malas.

Algunas veces me quedo pensando ¿Cómo es qué podemos llegar a extrañar un lugar que simplemente trajo más cansancio y fastidio que alegrías? No para todos los adolescentes es igual, pero lo que no comprendía es que ese era mi caso, viví más sufrimiento que felicidad en la escuela. Sin embargo tenía melancolía, extrañaría esas cuatro paredes ¿Por qué? No tengo ni idea.

Los últimos días habían transcurrido perfectamente entre concursos de baile, fotografías, salidas y locuras. Sin embargo había algunas veces en que me daba mucha curiosidad el hecho de que Owen pasara casi todos los días con una cara larga y no con su perfecta sonrisa.

Algo le pasaba y por más que preguntara, él no me quería decir nada.

Desde hace días tenía un presentimiento extraño, sentía que algo malo iba a suceder...

Lo que no sabía es que eso pasaría el día de hoy.

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Por fin el último timbre había sonado y todos los del último curso salieron gritando, cantando y saltando porque sería nuestro último día y nuestro nuevo comienzo.

Muchas personas llegaron a donde estaba yo, me abrazaron, me animaron y demás... Fue extraño, pero estaba tan emocionada que no le tomé mucho cuidado.

Alex y Nataly estaban juntos en un rincón hablando entre besos, si señores, los dos tórtolos son novios desde hace un mes y medio...

Y ADIVINEN...

Fui yo (Amanda Alias Cupido) quien los unió.

Algunos de mis compañeros estaban llorando de emoción y otros lanzaban papeles por los pasillos.

Yo por el contrario, caminaba animadamente por allá y por acá hasta que desgraciadamente me tropecé con Phillip (idiota) Pepe.

- Amanda, quiero disculparme - comenzó a decir.- Lamento lo que te hice, lo siento. Me enfureció el hecho de que tú no estuvieras enamorada de mí. Por favor, déjame hablar - dijo en cuanto yo me disponía a abrir la boca para decirle que no se preocupara, que todo estaba olvidado. Me extrañó mucho que mirara detrás de mi hombro, yo intenté voltear para ver que era lo que él estaba mirando, pero en ese momento él me atrapó los brazos y me besó.

Traté de separarme, pero no me dejó. Sin embargo, un segundo después sentí un empujón y escuché un ruido sordo, traté de equilibrarme y al abrir los ojos, todo mi ser estaba aterrorizado. Allí estaba Owen dándole golpe tras golpe a Phillip, el chico sangraba por la nariz - Owen ¡Basta ya! por favor - le grité aterrorizada, entonces él se detuvo y me miró.

Sus ojos estaban inyectados de rabia, me miraba con desprecio, pero no dijo nada, solo me apartó y se fue por el pasillo, yo fui detrás de él.

Nunca lo había visto así y eso fue lo que me aterrorizó.

- Owen, por favor, detente - le dije mientras caminaba detrás de él, pero él caminaba más rápido que yo. Me ignoraba - Owen por favor, no es lo que crees, déjame explicarte.

No se detuvo hasta que llegó a su moto, sacó el casco y cuando estaba por ponérselo, se lo arrebaté - ¿Qué es lo que quieres? - me gritó.

Él nunca me había gritado, las lágrimas amenazaban con salir, me contuve.- Solo quiero que me escuches, por favor.

- Amanda - soltó mi nombre con repudio - No quiero saberlo ¿Bien? Sólo déjame tranquilo.

- Déjame explicarte, yo no...

- Te vi. ¡Por Dios, Amanda! De todas las personas en el mundo fuiste tú quien me fallaste, la primera chica por la que verdaderamente llegué a sentir algo especial.

- Owen, por favor...

- Owen nada - gritó al aire, respiraba profundo para calmar su rabia, pero a leguas se veía que no era así, eso lo sabía - Deja de intentar tapar el sol con un dedo. Yo te vi ¿Tan imbécil me crees? Confié en ti... Te conté mis secretos, mis sueños y anhelos. Te dije miles de veces que te quiero, que te amo ¿Algunas vez le he dicho a alguien eso, aparte de mi familia? No. Nunca lo hice. - sus facciones eran duras, tenía la mandíbula apretada. - Y tú vas ahí de...- pero se detuvo.

- ¿De qué? - lo reté.

El silencio se presentó ante nosotros por un corto tiempo, hasta que él susurró:

- ¿Atrevida, infiel, regalada? - le di una cachetada. Él suspiró.

- Y-yo lo-lo siento - tartamudeé aún sorprendida por mi arrebato.

- No, yo lo siento, no debí decirte eso, lo lamento. - cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir para observarme fijamente.

- Amor...

- No Amanda, déjalo así por favor, no tengo tiempo para esto, tampoco quiero analizar esta situación porque estoy harto de que todo el mundo crea que tiene algún derecho sobre mis decisiones, pero al parecer muchos tenían razón: Tú no lo vales.

- Owen, tienes que escucharme, no es justo que solo te vayas así, sin más.

- Ya lo veía venir desde hace tiempo. A los que conozco de aquí me lo advirtieron, vieron que te encontraban en los pasillos con él.

- ¿Y no te has puesto a pensar que puede ser una mentira? - reí con amargura y estallé - No es posible que tú siendo mi novio, prefieras creerle a los demás antes que a mí. Eres un egoísta, me tachas de lo peor cuando tú - lo señalé sin vergüenza alguna - Estabas de manitas calientes con Lauren.

- Yo no...

- Tú no quieres escuchar que fue lo que sucedió, está bien, déjalo así, pero entonces quiero que sepas algo - limpié las lágrimas que me delataron con la palma de la mano con mala gana - Yo sí te creí a ti, aunque esa mocosa dijera tantas cosas sobre tí tratando de pasarme por alto, puse toda mi confianza en una persona que nunca creyó en mí.

- Acabas de romper esa confianza, Amanda.

- No, nunca te haría daño deliberadamente, Owen, tú me conoces.

Soltó una risa cínica - Creí conocerte, son dos cosas muy distintas. No tengo tiempo para esto, Amanda, solo quiero estar tranquilo, han pasado muchas cosas y créeme que no quiero tener cabeza para esto. Solo quería una tarde tranquila contigo, explicarte porqué he estado tan extraño estos días y me encuentro tremenda escena.