¿quien es mi polo opuesto y quien mi alma gemela?

Epílogo

No sabía lo difícil que era planear una boda, hasta que me subí a este barco.

Salón, invitaciones, vestidos, juez, comida, arreglos y todo lo demás que ya no quiero recordar.

Ahora, si sumas que en lugar de tener una novia, tenemos a dos...pues eso complica aún más las cosas. Debo admitir que nunca pensé que Liz fuera a elegirme como su dama de honor- aunque fuera un puesto honorífico, pues no iba a haber ceremonia religiosa - o aun más, que Liz se casará antes que yo...o más bien que se casara.  

Solo puedo recordar que eran como las 3 de la mañana cuando su llamada entró.

 

Flash back

- Di...diga- gruñí a la bocina

“Moira, lo lamento. Debe ser de madrugada allá”- hablaba demasiado rápido para mí dormido cerebro.

- ¿Liz? Son como...no sé, es de madrugada ¿què quieres?

- Moira, déjame dormir, tengo clase dos horas antes que tú.

- Lo siento cariño, es Liz al teléfono.

“Lamento despertarlos a ambos, pero tenias que ser la primera en saberlo”

- ¿Saber qué?

“Le pedí a Ana que se casara conmigo y dijo que si”

- Espera ¿què? ¿Te vas a casar?

“Si, así que olvídate de mí, lo nuestro no podrá ser”-oí a Ana reír cerca de ella-.

- ¡Felicidades! Espero nos invitan a la boda.

“Pues claro, serás mi dama de honor y me ayudaras a preparar todo”

Fin de flash back

 

Y aquí estoy, esperando a una de las novias para maquillarla, mientras Zach se pelea con los del banquete para que todo esté a tiempo.

Toda esta historia comenzó con un mar de lágrimas y aunque quizás en esta ocasión no será un mar, si habrá lagrimas.

La madre de Liz no quiso ayudar ni saber nada de la boda. Dijo que para ella su hija ya no existía y sé que aunque Liz ni lo explaye, fue un duro golpe. Ana por su parte traería a su familia completa y está de más decir que si familia estaba entusiasmada por la unión.

Para evitar algún boicot, la unión se llevaría acabó en Inverness con solo algunos invitados, como eran amigos y familia cercana.

- Moira, no puedo hacerlo.- Liz entró sacándome de mis pensamientos- Cancela todo.

- Cálmate- dije entre risas- amas a Ana ¿no?

- Claro, como a nadie.

- Entonces no puedes dejarla plantada. Sé que estas nerviosa, pero lo harás de maravilla.- la senté siendo paciente y comencé a maquillarla.- En un par de horas te estarás riendo de haber entrado en pánico.

Permaneció callada por un largo rato, dejándome hacer mi trabajo.

- Moira, se que quizás me he excedido con todo lo que te he pedido, pero lo agradezco en demasía.

- No tienes nada que agradecer, para eso estamos las amigas.

- Me hubiera gustado que mi mamá estuviera aquí y que aceptara a Ana.

- Verás que recapacitara y mientras nos tienes a nosotros para apoyarte a lo que necesites.

- Lo sé y la verdad es que Zach se ha lucido también con todo.

- No olvides que Ish fue quien consiguió los vestidos en tan poco tiempo.

- Espero todo salga bien...por cierto, igual invite a mi hermano. Dudo que venga, no respondió mi correo. Pero la tonta de mi le mando la invitación aun así.

- No eres tonta, él es tu hermano y lo amas, es lógico que quieras que esté presente.  

 

El juez llegó y todos estábamos listos. No éramos más de 50 personas, contando a algunos amigos que Zach, Ish y yo habíamos invitado de la universidad.

La pobre de Liz esta en pánico, pero a pesar de eso ambas se veían radiantes. En cuanto el juez las declaró legalmente esposas, todos nos acercamos a felicitarlas.

 

La recepción inicio por aquello de las 6 de la tarde. Por fortuna era verano y el sol aun brillaba en todo su esplendor. El jardín que mi amado había conseguido era hermoso y aquellos que no vivían en Escocia, se divertían con la música local que un grupo estaba tocando.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.