POV LIZ
Despierto pegada al cuerpo de Moyra y noto que tenia demasiado tiempo de no dormir tan bien.
Ronroneo al sentir su calor y me ruborizo al recordar lo que escribió ayer en mi libro...¿me ruborice? ¿Como lo ha logrado Moyra? ¿cómo es que me esta haciendo sentir esto de nuevo?
Cierro los ojos de nuevo y me pongo a recordar todo lo que paso ayer. Llevaba un par de horas caminando y buscando un lugar en cual me sintiera cómoda, sin encontrarlo, hasta que a lo lejos vi esa mata de chinos rojizos, concentrados frente a una portatil y un cafe. Solté un suspiro como niña enamorada y decidí entrar y sorprenderla; aunque la sorprendida fui yo al leer las palabras que plasmaba en la cuartilla en blanco que tenía.
Cuando estábamos juntas, no había semana en la que ella no me regalara un relato o un poema. A mi siempre se me hizo cursi y sin embargo ahora, leyendo esas palabras sentí como se llenaba mi estomago de mariposas. La abrazo por la espalda y le susurro algo que surge de manera impulsiva, solo puedo notar su sonrojo. Antes de que ella pueda decir algo más, corro a comprarle un café y solo la observo a lo lejos y noto que ella me mira también furtivamente, por lo que optó por sacarle la lengua y la hago reir.
Llegando a casa con ella después de platicar hasta el cierre del lugar nos sentamos a ver películas.
Es extraño, pues me siento algo culpable, pues me muero de ganas de besar, acariciar y volver a unirme a Moyra, pero se que el corazón de mi hermano esta de por medio.
¿desde cuando me importan los sentimientos de alguien más? ¿que no fue ese el motivo por el cual deje a Moyra? No soy más que una niña berrinchuda que anhela lo que ya no tiene...si, debe de ser eso.
- Buen dia Liz- me susurra y se vuelve a acurrucar contra mi, intentando conciliar el sueño.
- Hola mi amada Moyra- beso su cuello y noto como su piel se eriza- siempre tan sensible- al diablo el autocontrol
- Es que estas muy cerca- se aleja dejándome algo dolida- ¿quieres desayunar?- se levanta de un brinco y huye a la cocina.
- si...si no te importa me ire a duchar- no espero su respuesta y me voy a su baño.
Esta mal, se que lo que siento, esta mal lo que siento por ella, cuando se que ella y mi hermano se aman.
Que ahora que me doy cuenta de las cosas, por derecho de antiguedad ella deberia de ser mia. Yo la vi primero y la conquiste primero, yo la amo mas que el, solo fui tonta al no darme cuenta a tiempo de mis sentimientos.
Debo de haberme tardado as de la cuenta, porque Moyra toca la puerta preguntando si me encuentro bien, haciéndome dar un brinco y contestando apresuradamente.
Ahora se como se sentía ella cuando yo estaba conquistandola, porque ahora me siento igual de vulnerable y agitada cada que la tengo cerca.
Luego de lo que parece una eternidad, salgo del baño y la encuentro en la barra de la cocina tomando café y leyendo el periódico que ella misma edita.
- El cafe se enfria, deberias beberlo. Pedí el desayuno a un restaurante cercano, no debe tardar en llegar. - susurra distraída- pedí hot cakes para ti, espero aun te gusten.
Me acerco perdida en ella y beso su frente ganándome una mirada ceñuda de esos adorables ojos verdes que tiene.
- ¿te he dicho lo adorables que eres?- me siento frente a ella y tomó una de sus manos.
- ¿por pedir Hot cakes?- suelta una risita- creo que eres muy fácil para complacer Lizzi.-
- ¿Cuando dejaste de ser esa niña tímida?- estoy sorprendida por la seguridad y temple que ahora demuestra
- No quiero hablar de eso- murmura momentáneamente seria- ire a poner la mesa, no quiero arruinar la mañana.
Desayunamos tranquilas, aunque la expresión distante de Moyra no desaparece. Se ve incluso un poco vulnerable...y quizás algo melancólica.Todo es mi culpa, de eso estoy segura, pero ella sigue siendo tan noble que no me lo dirá.
Pasamos la mañana sentadas en su cama, jugueteando y aunque se que mi jefe me regañara por haber faltado al trabajo, bien vale la pena, por unos instantes con Moyra.
- Cuentame ¿a que tantes lugares viajaste cuando deje de verte?
- pues, fui a canada, paris, pare en escocia, pero no tuve el temple de visitar a tus padres.
- Mi padre pregunto por ti ahora que fui, ya que no conoce aun a tu hermano.- un rubor muy ligero aparece en su rostro al mencionar a Jared y yo siento una punzada de celos al notarlo.
- Lo amas de verdad- susurró con decepción
- no estaría con él de no ser así Liz.- me mira un poco divertida- ¿tu tambien estas celosa?
- ¿también?- respondo casi ofendida
- Mi pelea con tu hermano fue porque esta celoso de ti- murmura en una pequeña carcajada.
- que bueno que sabe que tiene competencia- me levanto intentando sonar y mirarme segura y tomo su barbilla acercándome peligrosamente mi cara a la suya- porque debes de saber que aun te amo
- y yo te pido por ese amor que no me hagas esto. - se levanta de su lugar alejándose de mí- si de verdad me amas, no me pondras en este predicamento. - te quiero...
- querer no es lo mismo que amar- me siento cruzando los brazos- ya no me amas.
- es imposible seguir amando lo que te ha hecho daño y sobre todo lo que te rompió por completo.- y ahora si puedo mirar el enojo en sus ojos, pues estas esmeraldas me miran con desdén.