[CELESTE BLANCO HA SUBIDO UN NUEVO VIDEO A SU BLOG].
¡Hola a todas!
Anteriormente estuve haciendo los videos reseñas de series, libros y películas de romance, así que después de que me dejara de gustar este chico, dije: ¿por qué no hacer una reseña de mi vida romántica? Igual y está llena de drama y humor.
Así que hoy vamos a empezar por ese primer noviecito que tuve, porque sí, vamos a empezar de cero si quieren entender por qué tengo un mal karma con mis relaciones, a pesar de que soy todo un amor de persona.
Mi primer noviecito se llama Alan. Él realmente no rompió mi corazón, pero creo que de él viene todo eso del origen kármico… Todavía creo que su familia es umbanda.
Tenía tres años cuando lo conocí, y no me acuerdo mucho de él cuando éramos chicos, lo que sé es que ahora es un vago y bueno para nada… Además de que yo soy más alta que él. Bueno, con él fuimos noviecitos por lo que duró el año escolar. Éramos, y todavía somos, vecinos; y las pocas veces que nos cruzamos él intenta llamar mi atención.
Según lo que me contó mi mamá, nos llevábamos bien, pero parece que yo era de espíritu libre desde chiquita, ya que no me gustaba un solo nene, sino que muchos.
¡De ahí el origen del castigo divino, amigas y amigos! Todavía no creo haber hecho nada malo, y lo voy a sostener hasta el día en que me muera. Es más, mi hermanito está por entrar al jardín de infantes y le pregunto si va a tener muchas novias.
¡Pero él era mi oficial! Eso era lo que realmente importaba… Creo.
Por favor, nunca hagan esto en casa o les puede ir tan mal como a mí. Evitemos el karma amoroso. En fin, ni siquiera terminamos como los niños de antes lo hacían, simplemente el año siguiente me conseguí otro noviecito y él dejó de serlo de la nada.
No quería ser parte de mi harem.
Los años pasaron y nosotros seguíamos siendo compañeros, hasta que yo me tuve que cambiar de turno ya que me hacían mucho bullying durante la primaria ya que era una bola de manteca. Una muy grande la verdad.
En primer año de secundaria básica nos reencontramos, y no estábamos en la misma clase, pero ambos nos reconocimos. ¡Vamos! Nos dábamos piquitos a los tres años… Los cuales NO cuento como primer beso porque no era consciente.
Bueno, ambos nos reconocimos, pero la única diferencia era que ahora yo parecía la princesa Fiona, y él seguía siendo un hobbit muy delgado, pero por alguna razón a las demás le gustaba… Todavía no les encuentro lógica a esas chicas.
Bueno, en realidad sí les encuentro lógica: en mi secundaria no había muchos chicos lindos, y más de la mitad de la población estudiantil eran primos o tenían algún parentesco, así que se les concedía que les gustara Alan, aunque, ¿Él? ¿Enserio?
El caso es que yo, que en ese momento no tenía ni un solo amigo realmente, para ver si podía volverme un poco “popular” y tener alguna amiga dije que él fue mi novio. Todas las chicas estaban de “no puede ser”, “wow”, y cosas así, pero había una, UNA, a la que le gustaba molestarme en particular.
Ajá, ella no me creyó en lo absoluto, a pesar de que estaba diciendo la verdad, entonces dijo que iba a ir a preguntarle. Yo normal, total estaba segura de que salí con el chico, ¡PERO! Pero… Cuando ella le preguntó, ¿saben qué hizo el desgraciado? ¡Lo negó!
Me hizo dar mucha rabia, y no solo porque negara haber estado con la belleza que soy hoy en día, sino porque me avergonzó, me hizo quedar como una ridícula frente a todas las chicas de todos los cursos menores, y sí, no conseguí ninguna maldita amiga.
Se burlaron mucho de mí, pero lo superé rápido, como todo, y seguí normal con mi vida… Ahora soy yo la que niega haber salido con él.
¡Venganza! Soy una persona muy vengativa con aquellos que dañaron mi hermoso autoestima mientras fui gorda.
Sí, la historia de Alan no fue muy larga la verdad, pero es uno de mis exs a los que todavía puedo gozar por haber desperdiciado su oportunidad conmigo.
Antes de finalizar me gustaría agregar: Alan, si en algún momento llegás a ver esto quiero decirte que no me caés nada bien, y odio profundamente cuando pasás con tu moto ruidosa al lado mío y me decís cosas desagradables… Espero de todo corazón que algún día te caigas en una zanja, y si es posible que sea en la del Sucio Gonzales.