Lileam
—Siempre he sentido algo, solo no confiaba en ti—le dije jugando con sus cabellos, no quería que me viera sonrojar.
— ¿Y que sientes? —levantó la mirada y se fijó en mí, yo me negué a desviar la mirada.
—Solo me gustas—le respondí completamente desalmada.
Gabrielle
Me desprendí de todo, me quité los aretes, los zapatos, y me metí en el tan ansiado baño, dejando a Will del otro lado de la puerta, fui lo más rápida que pude, pues él estaba esperando usar el baño también y me adentré en el mundo del modernísimo baño con agua caliente, puse crema en todo mi cuerpo y agradecí al destino por haberme depilado antes y así no dejar la ducha y el desagüe con pruebas de que no era lampiña.
Lavé mi cara hasta que no quedara una gota de maquillaje, y finalmente me cepillé los dientes. Al salir del baño él entró mecánicamente cerrando la puerta, y al contrario de cuando Elliot tomé con calma el vestirme, me puse un camisón y unas medias por el frio, me acosté en la cama metiéndome debajo de todas las colchas, y tomé mi teléfono en lo que el sueño que sabía que no iba a llegar atacara.
La ducha se escuchaba desde la cama y esa luz que se escapaba de debajo de la puerta impedía que durmiera, el hecho de saber que él estaría tan cerca, durmiendo a tan solo pasos de mi me ponía nerviosa ¿Qué estaría haciendo Lileam? Pensé para distraerme un poco sin saber porque estaba tan nerviosa, entonces él salió ya con un pijama puesto se acercó a mí y puso los ojos en blanco tomando un largo respiro, lo que lo hizo ver un muchacho normal y un robot programado—realmente no quiero dormir en el sofá—dijo lamiendo la parte superior de su boca, lo dijo del modo que no sonaría mal, después de todo esta habitación solo tenía una cama y un sofá que no lucia de lo mejor, automáticamente le hice un espacio en la cama antes de que lo pensara mejor y se arrepintiera.
Se recostó tímidamente en aquel enorme espacio que le había dejado y se giró despaldas a mi quedándose quieto, apagué las luces que aún estaban encendidas, y lo observé sin que él me viera a mi ¿Qué estaría pensando? Su cabello estaba completamente suelto y él estaba tan cerca y a la vez tan lejos como siempre, me giré dándole la espalda también y solo me obligué a dormir lo más que pude, todo terminaría y tenía que aceptarlo, él no se fijaría en mí, y yo y mis planes tendríamos que buscar a otra persona que no nos lastimen, tal vez ya ni tenga que hacer nada con lo de Elliot y Lily, quizás ella se encargue de nosotras, o tal vez no y en dado caso lo obligaré a ello, despues de esta noche sin preocuparse de mi él debia hacerse r esponsable de ella.
La noche estaba fría, mis pies congelados aun con las gruesas medias y no había contado con eso al momento de empacar un camisón tan ligero, temblé un poco, me giré frente a él y me acerqué a su cuerpo hasta quedar acurrucada en sus costillas sintiendo como el mismo se acomodaba para recibirme, él estaba muy caliente, y su brazo me abrasaba acortando la distancia entre los dos, subí la cabeza para ver un poco de su rostro por curiosidad y de camino me encontré con sus grades ojos negros despiertos mirándome en la noche, pegué un salto del susto, él no hiso nada tenia rato mirándome, yo tenía la mitad de la cara cubierta con la cobija y tragué sin quitar los ojos de él y él de los míos, entonces yo me alcé para acercarme, envolví mis dedos en su camiseta halándolo hacia mí, acto que él no detuvo, dándome permiso de seguir a hasta sus labios que chocaron con los míos de forma penosa, besé sus labios aun sin cerrar los ojos, estaba extrañada, pero tampoco podía detenerme, su boca estaba fría al contrario de su cuerpo.
El beso continuó lento y tímido ¿sería esa su intención desde el inicio? ¿me ayudo con Lileam para esta a solas conmigo? nuestras bocas a penas se estaban conociendo, mientras que yo no podía creer lo que estaba pasando y luego de unos segundos él me cargó hasta colocarme encima de él haciéndome sentirlo, intensificando el beso, tanto como el rejuego de nuestras caderas y me quede sentada sobre él suficiente tiempo como para quitarme el camisón, entonces allí me tiró despaldas besando mi columna desnuda con una fuerza y una pasión muy distinta a lo que proyectaba ser a los demás, se sentía viril y dominante y lanzó fuera las bragas que obstaculizaban su siguiente paso.
Lileam
Desperté envuelta en el cuerpo de Elliot, sintiendo el calambre que la presión de este me causaba, me moví fuera delicadamente intentando no despertarlo pero fue en vano, se despertó con un pequeño salto alerta y nos acomodamos, él me abrazo por detrás, los dos aun desnudos, recogí mi cabello para que no se ahogara en él, y situó su cabeza en mi cuello— ¿Qué pasa? —preguntó adormilado, en ese momento supuse que no era mala idea decirle algo sobre los sueños que he tenido, al terminar de hacerle el resumen el me apretó—yo estoy contigo, es todo lo que importa—me brindó calma suficiente y me besó la piel.