Skylar:
Releo como por décima vez el mensaje que recibí de Alex ayer por la noche antes de calzarme los zapatos y una sonrisa se desliza por mi cara, intento disimularla pero lo único que puedo hacer es terminar mordiéndome el labio inferior.
«Ya vamos de regreso, conduciré todo el camino por la madrugada, pero llegaré temprano y por fin podré verte por la tarde.
Te amo.»
Me llevo la mano hacia la boca para acallar el chillido de emoción que no puedo aguantar y suelto un suspiro como tonta enamorada, mirando a través de la ventana.
Hoy por fin lo veo. Después de casi cinco días por fin nuevamente lo veo.
Sonrío aún más cuando siento nacer un cosquilleo en mi vientre porque cada vez falta menos para verlo, y observo las nubes grises del día. El clima no está siendo acorde con mi estado de ánimo, pero no importa, porque a pesar de que está nublado presiento que será un buen día, un día feliz.
Alex:
Me quedo absorto mirando a través del cristal de la ventana. Hasta parece que el día supiera la manera en la que me siento para amanecer frío, nublado y amargo.
Hoy es un mal día. Quizá el peor de toda mi vida.
Aspiro una grande bocanada de aire por la boca y lo retengo por unos segundos, dejando de respirar, mientras que también aprieto mis manos alrededor del volante con fuerza para evitar que sigan temblando.
Estoy en el lugar donde cité a Skylar, estoy aquí desde hace una hora antes para prepararme mental y sentimentalmente, pero entre más corren los minutos más siento que no puedo, no puedo hacerlo, no puedo ver lo mucho que la voy a lastimar.
Mi vista se desenfoca y cada plan que quería llevar junto a Skylar invade mi mente. Por mis errores me urgía llevármela en cuanto antes, pero por mucho que intenté simplemente las cosas no salieron como yo quise.
Sé que voy a arruinarle la vida, así como la mía ya está arruinada.
—¿Te puedo preguntar algo? —la voz de Christian dentro del auto hace que vuelva a la realidad y trago el nudo en mi garganta. Le pedí que me viniera conmigo porque necesito que acompañe a Skylar, porque soy consciente de que ella no lo tomará bien, porque sé que nadie podría tomar una noticia así bien jamás —. ¿Por qué nunca se lo dijiste? ¿Por qué mentiste tanto tiempo?
—Porque no podía permitirme perderla otra vez —respondo, luego de los segundos en silencio —. Es algo qué pasó pero que todavía no puedo recordar, no sé qué hice ese día, no lo hice intencionadamente, y traté por ignorar el remordimiento, pero da igual, ya la perdí.
Christian se queda procesando mi respuesta y se queda mirando por la ventanilla. Confío en Christian, confío más en él que en Daniel, porque sé que Christian no me va a atacar, a pesar de que sabe que he hecho mal no me recrimina ni me recalca nada, porque sabe que ya estoy pagándolo, en cambio con Daniel sé que sería todo lo contrario.
—A pesar de lo qué pasó no tienes por qué estar sintiéndote obligado a...
—Skylar ya no va a estar conmigo —le interrumpo antes de que pueda terminar —. Y si ella llegara a querer yo no lo permitiría, porque no lo merece, no merece que yo sólo esté lastimándola cada vez más.
Retengo el aire en mis pulmones una vez más para evitar derrumbarme, y me esfuerzo en lucir tranquilo. Ya pasé muchos días llorando y sintiéndome mal, pero aún así no es suficiente para olvidar mi dolor.
Apago el motor del auto y el silencio es interrumpido por el sonido de la notificación personalizada de sus mensajes. El corazón me duele cuando leo su mensaje.
Mi preciosa:
Ya estoy por salir de casa, ya casi te veo <3
Skylar:
Envío el mensaje sin pensarlo y miro mi reflejo en el espejo, aprobando mi vestimenta. Como es un día frío llevo una blusa de licra negra y un legging del mismo color, pero para hacer un contraste coloco un gorro rosado con un pompón blanco en mi cabeza.
La notificación de aviso de que el Uber ha llegado resuena en mi celular, así que me apresuro a tomar mis cosas y mirarme una última vez en el espejo. Mis ojos brillan por felicidad, o ansiedad, pero ambas de la buena.
Apago las luces de mi habitación para después bajar las escaleras de una en una. La casa está sola, ya que papá, Stacy y Charlotte se fueron a realizar la despensa de la semana, yo no quise ir porque tengo que ver a Alex, y no quise decirle que si lo veía más tarde porque no puedo esperar más. En mi mundo parece que cinco días sin verlo son como un mes.
Acaricio la cabeza de Beni, quien está dormido despreocupadamente en el pasillo de la entrada, y salgo de casa cerrando la puerta con llave. El Uber que me espera es un auto color plateado, y está estacionado exactamente fuera de casa. Me cercioro de que las placas coincidan con la información en la aplicación y subo en los asientos de atrás; saludando al señor conductor quien no tarda en emprender marcha hacia la cafetería donde Alex y yo acordamos.
Muerdo el interior de mi mejilla, y me quedo observando el fondo de pantalla que tengo en mi celular. Sonrío inevitable: es una foto donde aparecemos Alex y yo mientras estábamos en el globo aerostático. Yo sonrío mientras que él sale de perfil, besando mi cachete.
Tatareo inconscientemente la canción que suena por la radio y me dedico a mirar las calles que vamos pasando. Es una hora libre de tráfico, por lo tanto llegaré mucho antes.
Decido volver a mandarle un mensaje a Alex con una foto adjunta donde solo sale parte de mi barbilla y mi ropa.
Ya estoy a cinco calles :)
Alex:
Miro la foto que me ha enviado Skylar y quiero arrepentirme. Quiero verla y estar con ella una última vez, quiero dejar esto para mañana, o después, porque no me siento preparado, quiero huir... quiero huir porque ya no veré sus ojos verdes, ya no la veré sonreír o sonrojarse, o arrugar la nariz... ya nunca. Quiero huir... sin embargo, no es algo que debería hacer, así que no respondo a su mensaje; solo guardo mi celular en el bolsillo de mi pantalón y bajo del auto sin decirle nada a Christian.
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Editado: 29.05.2023